domingo, 28 de diciembre de 2008

CAVETE EPISCOPIS


Hoy lo más rancio del episcopado español ha convocado un acto, entre manifestación pública y convocatoria eclesial, en defensa de la familia, o mejor dicho, para intentar imponer su concepto de familia. Este es uno de esos momentos en que uno se puede sentir avergonzado de estar en la misma iglesia que esos señores. Resulta ya patético contemplar el espectáculo de unos jerarcas que nos hablan desde el mundo de los principios y que nos insultan a la intelegencia dictando sentencias que no tienen ningún fundamento en el mundo real.

Hablan de que no se está ayudando a las familias cuando no ha habido en España tantas posibilidades para compatibilizar el trabajo y la atención a los hijos, aunque todo se pueda mejorar. Se olvidan de las prestaciones económicas a las familias numerosas y de la aportación ante el los nuevos nacimientos. Mezclan la ley de matrimonios homosexuales o el aborto con la desaparición de la familia tradicional.

Si creen que las familias que ellos llaman católicas están en peligro, tendrían que empezar por analizar en qué está fallando la iglesia a la hora de educar a las nuevas generaciones. Más que fijarse en que si los homosexuales podrían casarse o no, convendría que se analizase los porqués del hecho de que los jóvenes prefieran mantener relaciones aisladas o una convivencia sin lazos estables ni compromisos. Antes de empezar a echar balones fuera poniendo la responsabilidad en el ambiente social, la cultura dominante, el gobierno, las leyes injustas... sería conveniente empezar por ajustar la pastoral a la situación actual o por poner el acento de las denuncias en otros temas mucho más sangrantes del mundo de hoy.

No tiene sentido,desde un punto de vista evangélico, mantener en estado permanente de anatema a los y las homosexuales. Bastante tienen con ir quitándose de encima los prejuicios sociales y la angustia de sentirse señalados. Mientras no se demuestre lo contrario, son tan hijos de Dios como yo y como todo ser humano, digo. Siempre será mejor que puedan disponer de unas relaciones estables y reconocidas socialmente, que andar viviendo en el desasosiego de la mentira. No quiero entrar, por otra parte, en el tema del aborto. Solamente me gustaría que los monseñores estos y las mentes bienpensantes que les apoyan tuvieran que estar cuidando y conviviendo con niños y adolescentes que fueron hijos no deseados en uno de tantos hogares de protección de menores. Sería probable que cambiaría su concepto de vida.

Todo esto me lleva a preguntarme por la verdadera razón de estas movidas episcopales, tanto la de la campaña electoral como la de ésta. No encuentro otra que la que ya expresé en el artículo de la Inmaculada. Es un intento más de restauracionismo. Echan de menos el nacional-catolicismo, o sea, que pertenecen a esos estractos de la sociedad española que aún no han digerido la transición democrática. En este tema, como en casi todos, están en el furgón de cola. Aún se creen que son los que tienen que dictar cómo debe funcionar la sociedad y no se dan cuenta de que el personal, incluido el creyente, no está por la labor de comulgar con ruedas de molino. Es preciso convencerle con con razones de peso y con ejemplo de vida.

Aún recuerdo al Rouco profesor de derecho de la Pontificia de Salamanca en el año 1974. Ya se barruntaba el final de la dictadura y las universidades eran un hervidero de inquietudes. En una conferencia pública defendió claramente la conveniencia de mantener el concordato franquista entre la iglesia y el estado. Así mismo en ese contexto recuerdo las charlas que daba Kiko a los estudiantes. Asistí a una en la que dijo descaradamente que lo de la justicia social y esas luchas eran cosa de los partidos políticos y de los comunistas. Los creyentes estábamos para vivir en la alegría de los hijos de Dios y para transmitir su amor.

Ni entonces les hice caso, ni ahora. Y, gracias a Dios, mi fe y mi matrimonio no van a peligrar por las incongruencias que están proclamando. Lo único que podría peligrar ante estos despropósitos sería mi sentido de pertenencia a la iglesia. En este sentido me adhiero al manifiesto de laicidad de las Redes Cristianas, al que pertenece la foto de Rouco que he puesto.



¡QUÉ IMPOTENCIA!


¿Es posible que nadie pueda parar la masacre de Gaza? ¿Hasta qué punto llega la impunidad de esa gente? ¿No es esto un genocidio enmascarado de defensa legítima? ¿Qué diferencia hay entre los militares serbios condenados en La Haya y los que han decretado esta matanza? ¿En qué queda eso de hacer llamamientos a abandonar la violencia con más de 300 muertos ante los ojos, incontables heridos, infraestructuras destrozadas, ayuda humanitaria bloqueada...? ¿Es posible que un pueblo que sufrió el tan cacareado holocausto sea capaz de cometer otro saltándose la legalidad internacional, los derechos humanos y robando la tierra a los mismos que están masacrando?

No estoy de acuerdo con lo que hace y lo que representa Hamas. Se puede tomar todo tipo de medidas diplomáticas, políticas e, incluso, policiales, pero aniquilar un pueblo para erradicar el problema se sale por todas partes de lo tolerable en el mundo civilizado. Se me antoja que, aplicando esos principios, nos podría pasar aquí algo parecido, si no se puede acabar con los atentados de ETA acabamos con los vascos y asunto concluido.

He puesto la estrella de David en este escrito como signo de contradicción. En el siglo pasado fue la marca de los proscritos por Hitler. Hoy, en pleno siglo XXI, se ha convertido en un símbolo exterminador. Va a resultar tan repugnante como la cruz gamada que les fustigó entonces.

viernes, 26 de diciembre de 2008

¡QUÉ BUENO!

(La foto es de la Escuela de Idiomas de Barakaldo, lugar de cita de los viejos yonkis)
Hoy me he encontrado de sopetón con AO. Me ha parado sonriente y me ha dado un abrazo. Hemos charlado durante un buen rato en un tono cordial y de hombre a hombre. Conozco también a la novia con la que convive hace tiempo, así que la conversación ha sido fluida y sin necesidad de aclaraciones. Tiene un empleo fijo y hoy le habían dado puente. Parece que la empresa en la que trabaja ne está afectada por la crisis. Le tiraron la casa vieja de El Carmen donde había vivido con sus padres y le ha tocado una nueva en el Urban Galindo. Estaba radiante. Me ha preguntado por mis compañeros educadores, hemos hablado de su primo... todo como dos viejos conocidos.

Conocí al padre de AO cuando yo vivía en su barrio, 1º de Mayo. Era un crío como un rabo de lagartija. Menudo, delgado con ojos inquietos y con cara de no haber roto un plato. Fue de aquella primera generación de baracaldeses que probó la heroína. En nuestro barrio fue una plaga. De todos ellos sólo queda uno en pie. Los demás no han llegado a los 40 años por obra y gracia del sida. La madre era de una familia instalada en una zona marginal de Barakaldo. Había otra hermana yonki en la familia.

Cuando pusimos en marcha el primer programa de atención abierta a menores con problemas familiares, A. fue uno de los primeros en aparecer por allí. Mi compañero Jesús había entablado relación con ambos padres y conocía bien su situación. Para entonces ya estaba A bajo la tutela de la abuela, al igual que su hermana y otros primos suyos. Esta era una mujer de las que puede con todo y domina todo lo que cae en su radio de acción. Enseguida vimos que la atención que le estábamos prestando era insuficiente, pues necesitaba tener una estabilidad mayor lejos de las idas y venidas de sus padres y del ambiente de la casa de la abuela. Tuvimos enseguida dificultades con ella, porque, en cuanto notó que el atender a su nieto por las tardes suponía que podríamos meternos en sus dominios, se las arregló para sacar a A del programa.

Cuando regresé a mi puesto de educador en el hogar municipal, 6 ó 7 años después, me volví a encontrar con él. No se había conseguido que A entrase en el hogar mientras fue niño, pero cuando rompió en la preadolescencia la abuela pidió auxilio. Así que no me encontré al niño con cara angelical y modosito que conocí, sino a un adolescente precoz que ponía todo en tela de juicio, duro de convencer y un tanto retorcido y resentido. Tenía un extraño apego hacia sus padres, que estaban en esa fase terminal que nunca termina de acabar típica de los yonkis veteranos, como si su misión en este mundo fuese protegerles.

A los 16 años ya no se le pudo retener más tiempo en el hogar. Es bueno para chicos de este tipo contar con algún angel de la guarda y si éste es de la familia mejor. Una de las hermanas de la madre optó por hacerse cargo del chaval. Primero teniéndole en casa y, progresivamente, introduciéndole en la empresa donde trabajaba. El resultado es el A que me he encontrado después de tanto tiempo y que no tiene nada que ver con aquel chaval que tantos quebraderos de cabeza nos dio. Nadie podría sospechar, al verle así, la historia que lleva a sus espaldas, aunque alguna procesión le haya quedado por dentro, que nunca se sabe.

En esto de la educación especial, a la hora de recuperar el desarrollo de una vida que lo tiene todo en contra, no sobra nadie. Desde el que trataba con sus padres y dio la primera señal de alarma, hasta esa bendita tía -que dio con la fórmula de la piedra filosofal:una dosis considerable de cariño, un hogar donde refugiarse y un trabajo- en medio quedaron el programa, el módulo, la trabajadora social, el hogar... Y, del mismo modo, nadie puede decir o creerse que es el artífice de ese cambio por sí solo.

He sentido una alegría profunda con este encuentro que me ha acompañado toda la jornada. Me alegro por él y por su compañera. Y me alegro también por haber aportado mi granito de arena o de cemento a la hora de que A pudiera fraguar un futuro digno para su vida.

jueves, 25 de diciembre de 2008

ALGO DE NAVIDAD

A través de mis incursiones por internet buscando algún tema teológico de mi interés, me encontré con unas reseñas de la figura y de los escritos del obispo episcopaliano Spong. Me llamó la atención el hecho de que confiesa que quedó marcado para el resto de su vida por la lectura del libro de J.A.T. Robinson "Honest to God". En eso coincido con él, porque fue mi primera lectura teológica -aconsejada por Ricardo- y una referencia que he mantenido siempre, consciente e inconscientemente, en mi crecimiento como creyente.

Desde un principio me impresionó por varias cosas. En primer lugar por su sinceridad y por su libertad a la hora de expresar sus opiniones y convicciones. En segundo lugar por su militancia en pro de los derechos de los negros en su país. En tercer lugar por su inquebrantable vocación de pastor que hace que sus escritos y discursos tengan un lenguaje entendible por todos, evitando que el conocimiento teológico sea exclusivo de eruditos y de jerarcas. En cuarto lugar por su valentía al explicar sus conclusiones sin tener en cuenta el fundamentalismo biblista del entorno eclesial en el que se movía y sin tener miedo a perder su status por sus sermones o sus escritos pastorales. No es que ponga una pica en Flandes con elevadas teorías o descubrimientos, resulta interesate porque de la teología o de la investigación bíblica hace pastoral.


Hoy le traigo a colación porque en estas fechas navideñas me he acordado que tiene un libro "Nacido de mujer" referente a las narraciones del nacimiento de Jesús. Spong insite mucho en señalar que muchos creyentes piensen aún que son relatos históricos, porque nadie les ha explicado lo que son verdaderamente. Esto tiene como consecuencia que se pierden los mensajes verdaderos y los valores que sus autores nos quisieron transmitir y que se ha hecho de la Navidad la principal fiesta cristiana dejando en segundo plano la Pascua.


Se me revuelven las tripas cuando, en estos tiempos, desde la jerarquía católica aún se sigue insistiendo en la literalidad de estas narraciones, cayendo en el fundamentalismo tradicionalista. Esta lectura de las escrituras les sigue siendo rentable para mantener un concepto de religiosidad popular más que dudoso, para la defensa a ultranza de su concepto de familia o para seguir blandiendo un determinado concepto de la divinidad de Jesús como arma fustigadora de teólogos atrevidos y de investigadores bíblicos.


Nosotros en casa hemos dado mucha importancia a la celebración de la Navidad, sobre todo desde que Irene nació. Seguimos la tradición franciscana de poner el Belén. Nos parece más humana y entrañable que la del árbol, a parte de no identificarnos mucho con las costumbres anglosajonas. Tenemos por costumbre hacer el encendido del portal antes de comenzar la cena de Nochebuena. Nos contamos cómo nos hemos sentido durante el año transcurrido, qué nos preocupa más en estos momentos y cuál es nuestro principal deseo para el futuro inmediato. Es como si lo charlásemos con Jesús.


Cuando Irene era pequeña le leíamos un cuento que redacté hace mucho sobre la historia del jefe de la tribu de pastores que supuestamente acogió a la familia de Jesús. Mientras fue muy niña no podía faltar la lectura del cuento aunque se lo supiera de memoria. Hacía unas oraciones de niña preciosas pidiendo que todos los niños fuesen felices y cosas así. Percibía que era un cuento como muchos que le leíamos y no ponía en duda la existencia de los Magos, pero sus conclusiones iban siempre más allá: quería que no hubiese niños infelices o sin padres o sin juguetes.


A decir verdad, a partir del año pasado el encendido del Belén lo hacemos María y yo solos. A ella le toca estar en el momento del no a todo y se le respeta en lo que hace referencia a estos temas. Nos queda la tranquilidad de haber transmitido a través del cuento o de las narraciones navideñas los valores humanos y creyentes que vienen envueltos en ellos. El futuro nos dirá si esa semilla, ahora desaparecida, llegará algún día a fructificar.

lunes, 22 de diciembre de 2008

¡QUÉ BUENA GENTE!



Durante todo el día mi hija ha estado hecha un manojo de nervios. Su cuadrilla había quedado en celebrar el famoso ritual del amigo invisible, típico de estas fechas. Es nueva en el grupo porque se ha cambiado de centro en este curso y, parece que se siente aceptada. Su cuadrilla tiene como lugar de reunión el parque que está detrás de los juzgados de Barakaldo, en frente de nuestra casa.


Nos ha sorprendido porque se ha presentado en casa con dos amigas una hora después de haber salido. Venían por una escoba y un recogedor para dejar decente la zona de parque en la que se habían intercambiado los regalos, pues debía haber quedado de aquellas trazas con los papeles y demás envoltorios al uso.


Menos mal que de vez en cuando nos podemos encontrar con la excepción que, esperemos, poco a poco vaya haciendo cambiar la regla general. Eso de encontrarnos los bancos llenos de cajas vacías de pizzas, botellas medio llenas, papeles, cajetillas vacías y mil lindezas más está a la orden del día. Supone un alivio encontrar gente así de 15 y 16 años y, cómo no, que nuestra propia hija esté entre ellos.

domingo, 21 de diciembre de 2008

ME APUNTO

"La vejez es la última etapa del crecimiento humano. Nacemos enteros, pero nunca estamos terminados. Tenemos que completar nuestro nacimiento al construir la existencia, al abrir caminos, al superar dificultades y al moldear nuestro destino. Estamos siempre en génesis. Comenzamos a nacer, vamos naciendo en prestaciones a lo largo de la vida hasta acabar de nacer. Entonces entramos en el silencio. Y morimos. "


Así comienza una de sus últimas columnas Leonardo Boff. La ha escrito porque acaba de cumplir los 70 años y dice que está considerado "Oficialmente anciano". Recomiendo paladearla a todos aquellos que nos vamos acercando a esa etapa. A mí me acaban de caer los 60, pero ha sido una de las mejores lecciones que me han dictado en mi vida. El decrecer es parte de la vida, luego aún no estamos hechos del todo hasta que no pasemos esta etapa. No tengo porqué considerarme decrépito a estas alturas, pues para mi edad me siento en un estado de forma más que aceptable, pero me gusta escuchar a los que han ido por delante.
Creo que también me conviene ir quitandome esas máscaras, a las que alude Boff, para mirarme cara a cara hasta descubrir ese ser interior, que, al fin y a la postre, soy yo mismo.Después de haber ejercido de maestro, de educador social, de sindicalista, de trapero, de asociacionista, de comparsero, de haber sido salesiano, cura -rojo según las malas lenguas-, ahora casado felizmente y padre de familia y además de otras andanzas que no vienen al caso, me ha llegado la hora de recoger el desafío que el profesor me plantea: "vivimos para pensar,meditar, rasgar horizontes y crear sentidos de vida".
Intento prepararme para esta etapa desde ahora. Este mismo blog forma parte del programa que estoy diseñando. Dentro de 5 años, si la administración no nos la prorroga, me caerá la jubilación y deseo que, al mismo que esa etapa postrera de mi vida resulte ser un reencuentro feliz conmigo mismo, sea también fecunda compartiendo mis descubrimientos con todos los que me rodean.

"VIVIR EL VALOR DE LO ORDINARIO"

Me he encontrado en una revista con la columna de una amiga, Mercedes Rey-Baltar, titulada así. Voy a repetir el párrafo que considero central:

"Lo extraordinario se esconde entre los pliegues de lo ordinario. La grandeza de la vida no está en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer de modo extraordinario las cosas sencillas y simples. Lo cotidiano refleja la calidad de nuestro corazón".

A algunos nos educaron para hacer cosas importantes, para sacrificarnos por la causa, para llevar a cabo grandes empresas para mayor gloria de Dios... Es bueno encontrarse ahora que todo aquello del amor universal, de la salvación de los desfavorecidos... tienen sentido en la medida en que están enraizados en el amor concreto a mis cercanos, a aquellos con los que comparto mi vida, mi trabajo, mi amistad. La cotidaneidad no sirve para ser famoso, aparecer como profeta, sentirse importante en la empresa, ser considerado un héroe o salir en la tele. Sin embargo es donde puedo encontrar el espejo que me devuelva la imagen real de quién soy. Es el taller humilde donde puedo fraguar lo que me queda por crear de mí mismo.

En este mundo en el que se vive, se vende, se gana en base a la imagen, es difícil mantener este tipo de convicciones. Puede que se considere gris al que es coherente con ellas, pero en realidad los que se refugian en grandes causas, viajes extraordinarios, derroches de elegancia... son los que no saben cómo llenar la mediocridad de su vida o aliviar el poco calor humano de sus relaciones cercanas. Lo del Qohelet vale tanto para los que viven de la imagen como para los profetas autocomplacientes: "mataiotes mataiotetos kai panta mataiotes", todo vaciedad.

Me ha gustado encontrarme con estas reflexiones porque, en parte, pueden ser reflejo de lo que me ha sucedido en la vida. He tenido que hacer la tarea de deconstruír mi imagen, de "bajarme del púlpito" para sentirme de carne y hueso, para vivir la intensidad del amor recíproco a mi mujer y a mi hija. Ahora, fuera de mi dedicación al trabajo y las horas que meto en el cuidado de mi familia, apenas me queda espacio para pensar en otro tipo de actividades o compromisos. Sin embargo siento que estoy desarrollando unas áreas de mí mismo que podía tener casi atrofiadas.

Desde aquí se vive la vida, la relación con el mundo, la comunicación con las personas y la presencia Dios de una forma más profunda y real. Es entonces cuando puedo tener la seguridad de que, sin buscarme a mí mismo, voy a encontrar lo mejor de mí para ofrecerlo y compartirlo con los demás, sin necesidad de alaracas. Gracias Mercedes.

jueves, 18 de diciembre de 2008

ROSA SUPER STAR


En los años en que Rosa Díez accedió al Gobierno Vasco como consejera -no me acuerdo de qué- estaba yo trabajando con los Traperos de Emaús y teníamos contratada la recogida de enseres con la Mancomunidad de las Encartaciones. Un día nos tocó vaciar un tercer piso -sin ascensor- en Sodupe. Las cotillas de la escalera se encargaron de informarnos, mientras fisgaban lo que sacábamos, que se trataba de la casa de Rosa. Según ellas ya se había comprado un piso de lujo en el antiguo palacete indiano restaurado del incendio que nuestros antecesores traperos produjeron en su día. Una de mis manías en las recogidas era observar los libros. Aquí me encontré en medio de diversos temas izquierdosos y feministas, el libro de cabecera de muchos rojeras y progres: Marta Hannecker.


La he visto ahora en el parlamento herigiéndose en inquisidora implacable de abertzales y etarras y haciendo, de paso, el caldo gordo al PP o intentando segar la hierba a los pies de sus antiguos compañeros de viaje, que nunca se sabe. Quién te ha visto y quién te ve. Puede que haya algo en común entre la de antes y la de ahora, sólo que es el tiempo el que se encarga de clarificar los transfondos de las cosas. A través de los años hemos podido ver que lo que primaba en ella, ante todo y sobre todo, era la necesidad de protagonismo. En cuanto tuvo que pasar a un segundo plano, se las arregló para resurgir aclamada por un colectivo de admiradores incondicionales que la auparon hasta el parlamento. Ahora aparece ella con todas sus galas rindiendo a la derechona a sus pies. ¡Qué momento!


Hay políticos que tienen más vocación de vedetes que de servidores de la gestión pública. La ideología de las listas en que aparezcan, los problemas ciudadanos que prometen resolver, resultan ser alaracas y puro maquillaje, que tarde o temprano acaban por desvanecerse dejándo bien a las claras de qué van. Son como los que estudiaron magisterio porque había que hacer algo y luego los alumnos les importan un bledo, o los que hicieron ingeniero en diez años porque había que heredar la empresa de papá y acabaron arruinándola o los que se hicieron funcionarios para acartonarse pegados a una poltrona sin pensar en el ciudadano que les mantiene... Personajes de este tipo son un cáncer de la política que no anda sobrada de prestigio ante los ciudadanos. Y es que "la política sin teología es un negocio" como cita Leonardo Boff en una de sus columnas a Horkheimer, un pensador marxista-materialista.




martes, 16 de diciembre de 2008

MABEL


Mabel es una niña con un cuerpo que parece de 16 años y una cara, que si no fuera por el garbanzal de granos que exhibe, precería de 5 años. Tiene unos ojos grandes con una mirada inexpresiva. Se esconde detrás de una especie de sonrisa un tanto bobalicona, entre tímida y desconfiada. Mueve con torpeza su humanidad y se traba con frecuencia al contestar, no sé si es por inseguridad o porque no le da para más. Tengo que charlar con ella porque ha tardado mucho en matricularse y ha faltado bastante a clase al comenzar el curso. La única razón que me da es que no le pueden traer a tiempo.

A lo largo de las palabras que le voy sacando con sacacorchos y con la ayuda de la tutora, entiendo que vive de prestado. Sus padres se han ido a Barcelona y lleva no sé cuántos años a cargo de una tía y de una abuela rodeada de primos menores en una zona del Txoriherri. Duda al decirme los apellidos de los familiares y de algunos ni siquiera los sabe. Le están adaptando el currículo y ante la pregunta de que si le gustaría tener un oficio para el futuro o seguir en las ferias, se encoge de hombros y se me queda mirando atónita como si le hubiese hablado en sanscrito.

Me ha transmitido tal sensación de tristeza que he salido del colegio con el estómago encogido. Estamos peleando con estas familias para que no frenen la promoción de sus hijos, pero es inútil. Los han parido para huncirlos a una barraca o similar. Se me van los ojos cuando les veo para observar a los niños y niñas que pululan alrededor. Tienen algo triste e inexpresivo en su mirada que, a veces, raya en el hastío por tener que chupar una tarde entera en una taquilla cutre y desvencijada o recojer las pelotas de trapo o repartir las escopetas de aire comprimido.

A mi pobre Mabel no le da ni para eso. Me temo que no le queda otra que ser la fregona o la que se queda cuidando niños, porque encima va de prestado. No quiero ni pensar que llegue el energúmeno de turno y se aproveche de ella para dejarla con unos críos y desaparecer. Ya conozco casos de estos, o sea que habrá más. Tampoco puedo ofrecerle ningún recurso para que pueda ver algo fuera de su reducido espacio de vida porque no vive en Barakaldo. Me quedé triste y me estoy poniendo más triste aún mientras escribo esto.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

EZKER BA... ZER??


Mientras tomo el café de media mañana me gusta ojear los diarios que encuentro en la barra del bar. Voy pasando páginas, entre sorbo y sorbo, fijándome en los titulares y si alguno me llama la atención paro y le echo una mirada más detenida. En mi rutina cafeteril de hoy más que pararme he echado freno y marcha atrás. Veo que ponen algo de Esker Batua, cosa rara que no se ve todos los días, y me agarro un mosqueo de primer orden. Según los papeles, las tensiones de la corriente crítica, o como se la quiera llamar, pueden dar a luz una nueva formación o partido. O sea éramos pocos y...

Una vez más veo que se cumple lo que puse en uno de mis temas anteriores: banderizos hasta la médula. Por otra parte, a estas alturas de la historia no se puede admitir bajo ningún concepto que la izquierda se vuelva a atomizar. ¿No tuvimos bastante experiencia con la transición y sus mil y un partidos y facciones? ¿Dónde están los orteros, los peteros, los pecemeleros, troskos y demás ganaderías del rojerío? ¿Para qué sirvieron? Nunca acabaré de entender por qué no se puede mantener en la izquierda una disidencia o una corriente, dentro del debate y de las tensiones internas propias de cada formación, sin que se acabe con divisiones.

Los ciudadanos de a pie de este país que estamos por la justicia social, por buscar alternativas socioeconómicas, por tomarnos en serio el desarrollo sostenible y la ecología... ¿qué alternativa de voto nos queda? ¿Una pandilla de iluminados tirándose los trastos a la cabeza por un quítate de ese sillón?

Desde mi trabajo y desde los ámbitos en donde yo me muevo he percibido que se ha conseguido algo más positivo de lo que se daba antes. No sé si ahora será más conviente pasar a la oposición o no. No tengo elementos suficientes de juicio para opinar sobre el tema. Lo que sí opino, y os pido, es que lo que se determine democráticamente se asuma por todos como un proyecto que ofrecer a los ciudadanos de izquierda. Si vais a acabar divididos y sacando trapos sucios en público que os vote vuestra abuelita, que os quiere mucho. No nos dejáis otra salida que votar al Psoe, aunque nos crujan las tripas, con la única intención de agujear el sillón de Ibarretxe y de su tropa.

domingo, 7 de diciembre de 2008

LA INMACULADA


Como creyente, como cristiano y como católico, me gustaría iniciar un movimiento para suprimir la festividad de la inmaculada. No tengo nada en contra de la madre de Jesús de Nazaret. Todo lo contrario, con esta iniciativa pretendo salir en defensa suya ya que considero que ese título es una manipulación más de su figura, de las muchas que ha sufrido a lo largo de la historia del cristianismo. La grandeza de María no depende, gracias a Dios, de estas filigranas dogmáticas. A mi modesto entender, este título resulta rayano en lo insultante.

De entrada parece un tanto grotesco imaginar a un colectivo de sesudos celibones debatiendo si se rasgó o no el himen de María al concebir virginalmente del Espíritu Santo a Jesús. Lo que ya es más imperdonable, dejando aparte las anécdotas, es que a estas alturas de la investigación bíblica se siga considerando como doctrina lo del pecado original y la concepción virginal, cuando está más que demostrado que no tienen fundamento escriturístico.
Pero lo que me parece más alarmante es el concepto de Dios que subyace a toda esta movida doctrinal. ¿Qué necesidad había de decretar que María había nacido sin pecado original? Está claro, Jesús era el cordero sin mancha, la víctima propiciatoria sobre la que recaían todos nuestros pecados. Si no era así no podía ser sastisfactoria para Dios. Luego María no se lo pudo transmitir porque no lo tenía.
Aún no me explico cómo se puede mantener una concepción tan arcaica de que el pecado se transmite por los genes y un concepto tan antievangélico de un Dios que necesita que se le hagan sacrificios humanos para aplacarle, cuando le proclamamos "dador de vida".
Por otra parte,este dogma se proclamó en el siglo XIX en la época del movimiento de la restauración, lo que convirtió la imagen de la inmaculada en uno de sus símbolos. Claro que no espero que Roma mueva ficha a este respecto y menos con los tiempos que corren que, a nivel eclesial, son de un pelo semejante a los decimonónicos. Eso sí, además de que me siento indignado como católico, mi indignación se agrava como ciudadano de un estado laico regido por un gobierno que se dice progresista y que mantiene esta festividad, al igual que sus antecesores, por aquello de tener la Iglesia en paz en vez de toparse con ella.
Creo que son razones suficientes para no mantener una festividad que no pinta nada en un estado laico y que sólo sirve para mantener el statu quo de la jerarquía católica en España y, de paso, darle una alegría al cuerpo del personal que se pueda montar unos puentes suculentos.

sábado, 6 de diciembre de 2008

¡¡ PAIS!!


Cada día dudo más de que este sitio en el que vivo y al que tanto amo sea un país o algo por el estilo. Y lo más chocante es que algunos, quieriendolo elevar a la categroría de nación, lo van a reducir a puzle de provincias o de territorios históricos, que queda más lucidito llamarlo así. Para empezar, que parece que no nos ponemos de acuerdo ni el nombre ¿Euskadi o Euskal Herria? Ante tan profundo dilema nos quedamos sin selección de futbol.

Según todos los bienpensantes del mundo económico, en una economía global y, por ende, en una crisis global es conveniente contar con entidades financieras fuertes. Aquí nos han montado una gran espectación ante la fusión de las cajas, pero todos los beneficios pretendidos para el bien del país se esfuman porque unos dicen que otros quieren llevarse ventajas electorales. Otros aducen que unos se quieren reservar el mando sin contar... O sea que al final unos dicen que no va a haber más fusiones y otros que sí cuando ganen las elecciones. Y ahora se declaran la guerra entre las cajas y se quieren dedicar a hacerse la competencia en los territorios vecinos. Menos mal que lo que importaba era dotarse de una economía sólida.

Los alaveses desconfían de los guipuzcoanos y no tragan a los vizcaínos. Los vizcaínos y los guipuzcoanos minusvaloran a los alaveses. Los vizcaínos y los guipuzcoanos se llevan a matar y se desprecian mutuamente. Y no te digo ya si metemos a los navarros por medio. Sería lógico, por poner un ejemplo tonto, desear que todos los equipos de fútbol o de basket estuviesen en la máxima categoría. Pues no, el mío sí y los demás a segunda B si es posible. Tenemos un parlamento, un gobierno pero las que cortan el bacalao son las diputaciones con sus juntas o cuadrillas correspondientes y todos somos testigos de lo que les cuesta llegar a algún acuerdo.

Acabo de escuchar en la radio a un político que le explicaba a un obispo cómo tenía que haber hecho un sermón. Otros políticos pretendieron en su día poner obispos de su gusto. Hasta hubo algunos que se metieron a lingüistas y llegaron a proclamar que lo de Euskalzaindia no era el euskera auténtico. Y no faltan los que desde todos los bandos declaran quiénes son los vascos auténticos, según su sangre y su voto. Y por haber de todo, algunos sindicatos pretenden hacer más política que los partidos.

En resumen, que no hay ningún terrreno en el que no tengamos que estar a la greña, ni siquiera en las fiestas, o si no que se lo digan a los sanmarciales. A mi modesto entender, seguimos siendo herederos de los banderizos de antaño. No quemamos las cosechas y las ciudades, pero seguimos quemando el país en rencillas provincianas y en politiqueos de baja estopa. Y, para remate final, algunos todavía pretenden salvarnos a golpe de extorsiones, amenazas, bombazos y tiros en la cabeza.

¿Cuál iba a ser esa famosa pregunta que nos iban a hacer a todos los vascos, incluidos los no auténticos? Yo me pregunto cuándo vamos a dejar de vivir en este país en esa esquizofrenia permanente en la que nos han metido el exceso de politización y el espíritu "banderizo". Necesitamos que se devuelva el protagonismo a la ciudadanía, a los movimientos sociales y culturales, a las iniciativas emprendedoras de las que hemos hecho siempre gala los vascos... Necesitamos dejar de mirarnos al ombligo y levantar la mirada por encima del muro de nuestra parcelita.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Lo que mal empieza... suele acabar peor

(Imagen sacada de la web de Diputación de Bizkaia, Acción Social)
Me llama Elena y me comenta que Diputación insiste en solicitar, si no imponer, un programa complementario para ES, esta vez en Salesianas. También me llama Yosu alarmado por la que les puede venir encima. Es increíble a dónde se puede llegar para encubrir las chapuzas que se han hecho antes.

Se empieza por no considerar "caso" un caos familiar que se denuncia desde los servicios sociales de base y desde el colegio de primaria. Hay unas abuelas que no pueden permitir dejar a su nieto por ahí. Claro que el invento dura muy poco porque el chiquillo les pasa por encima a las abuelas, a las maestras y a todo el que se ponga por delante. Tiene también dónde aprender con sus tíos y no precisamente el amor al trabajo. Llega un momento en el que no queda más remedio que asumir el caso y llevarle a un hogar. Pero al poco tiempo aparece el padre que no se sabe de dónde sale y dice que qué hace su hijo ahí, que se lo lleva y van y se lo dejan llevar.

O sea que el chaval pierde hasta la escolarización. De nuevo a empezar, el padre lo devuelve y Dipu se lo pone en casita a la abuela que cómo va a decir que no. Si antes no podía con él, ahora... está más tiempo con alguno de sus tíos en el inveterado negocio de la familia paterna.De paso se inventan que tiene que ir a un programa complementario porque cómo va a estar el chiquillo sin escolarizar.

El niño pide Lutxana y tiene que ser así porque eso le motiva. Y yo les digo que lo que le motiva es estar con toda su tropa y abrir "nuevos mercados". Lo que se demostró luego que le tuvieron que echar por estar vendiendo costo en el recreo. Y finalmente como anda suelto por ahí el juez le amenaza -uy qué miedo- a que esté escolarizado si no quiere que haga otras cosas. En un juez de menores es normal que se recurra a medidas así pero ¿no hay nadie que le diga que eso es como quien tiene tos y se arrasca la nariz?

Se sigue intentando colocar el "paquete" en algún sitio para justificar que se está actuando. Se le puso una educadora que le veía cuando podía y cuando E se dejaba, ¿a eso se le puede llamar medida? Me duele en el alma ver a E como un perrito callejero, desorientado, o peor, orientado a su propia destrucción y cada vez más deprisa. Me duelen todas estas víctimas de padres, de abuelos y de familiares desaprensivos o fascinerosos que se ven abocadas a repetir sus roles sólo que en peor. Me revuelve las tripas ver que se cometen los mismos errores y las mismas dejaciones y se siguen tapando con parches y esperando a que pasen de largo para decir que ya no nos corresponden.

E no es en sí un mal tipo, le tengo un gran aprecio. Es un manojo de energías desatadas y descontroladas que le llevan inexorablemente a su propia destrucción. No sé si nos queda algo que hacer para remediar esto o esperar que llegue al fondo del pozo e intentar que se dé cuenta que solamente le queda subir. Lo que está claro es que no pinta nada en un aula por muy especial que sea ni en un hogar abierto, ni, por supuesto, suelto por la calle haciendo fechorías y trapicheando como hace ahora.

Lo más triste de nuestra labor es, en casos como éste, ver que solamente nos queda hacer de notarios. Lo vemos venir porque los reponsables últimos han hecho muchas dejaciones de este estilo y, al final, no nos queda otra que levantar acta y quedarnos con las tripas revueltas por la impotencia. Como dice Castanedo, le llevaremos algo de tabaco y algún que otro bocata a Basauri.

domingo, 23 de noviembre de 2008

EL DERECHO A TENER ADULTOS EDUCADORES


En el día de los derechos del niño se ha subrayado el derecho a la educación. Más allá de la educación en el sentido de enseñanza que daba a entender el cartel anunciado de este año, creo que hay que exigir este derecho no solamente a los poderes públicos que garantizan la enseñanza y las atenciones a la infancia, sino a todos los adultos en general. La educación se hace por ósmosis no por transmisión oral o escrita. Los jóvenes de hoy tienen más información que nunca y sus comportamientos cívicos, su cuidado del medio, sus costumbres alimentarias, su compromiso en las relaciones... dejan mucho que desear. El problema, más que "hay que ver cómo son", resulta ser "hay que ver cómo los hemos hecho". Porque desde que el hombre es un ser social aprendemos lo que vemos, lo que nos transmite el lenguaje corporal de los que van por delante. Este es el principal derecho a la educación que creo que hay que reclamar a todos los adultos que formamos la sociedad Aquí es donde veo la mayor carencia educativa.

En mi trabajo nos tenemos que hacer frente a casos de adolescentes con absentismo escolar y asistencia irregular o comportamientos disruptivos. Cuando llamamos la atención a las familias hay una respuesta mayoritaria: que no se puede con los hijos. Lógicamente cuando es tarde para imponerse hay que reconocer que no se puede hacer nada. La pregunta es qué se ha dejado de hacer antes. Son cada vez más las profesoras de educación infantil que llaman la atención sobre el número creciente de niños tiranos que llegan a la escuela.

La educación es un compromiso irrenunciable para todos los adultos pero es exigente y como tal es fácil caer en la tentación de mirar para otra parte y pensar que los hijos se educan solos o lo hacen el gobierno, la Iglesia, los profesores, los monitores... Es muy cómodo también quejarse de las gamberradas, los destrozos, los botellones, las agresiones... pero cuando las estamos viendo no nos damos por aludidos, para eso está la policía, los vigilantes o "fíjate que mal educados están, no sé a dónde vamos a ir a parar".

sábado, 22 de noviembre de 2008

¿A DONDE IRÁN?


Después de 20 años de servicio eficaz a los jóvenes que necesitaban una segunda oportunidad para rehacer su formación, alguien ha decretado que se carga los CIP y lo está haciendo a la brava y con tortura incluida para profesores, ayuntamientos y demás responsables.

Ante la obligación de acatar una ley de rango superior, la consejería de educación del G.V. ha decidido, por su cuenta sin consultar a los interesados, sustituir los programas de garantía social -enseñanza no reglada- que se imparten en los CIP por los programas de cualificación profesional inicial -enseñanza reglada- que la última ley de educación obliga a crear como salida a los alumnos que no han terminado la ESO con éxito. De entrada puede parecer que es la misma población que estamos atendiendo en los CIP. Pero cuando se estudia el contenido y los niveles que marcan los nuevos programas lo primero que se ve es que no responde a la realidad del 95% de los alumnos que están en los CIP.

A primera vista se puede pensar que este salto dignifica la iniciación profesional porque le da rango de reglada. El problema se presenta cuando este salto es indigerible para este tipo de alumnos. Puede suponer un nuevo fracaso para un colectivo que ya ha fracasado en la enseñanza reglada y si se elimina la no reglada ¿qué se va a hacer con ellos?

De repente se dice que los Ayuntamientos ya tenemos que ir retirándonos porque todo pasa a competencia del GV. Se nos dan unos años de transición y,en ese período, se decreta que los Ayuntamientos y Mancomunidades tenemos que aplicar en los CIP el convenio de la concertada y adaptanos a su funcionamiento. Nos encontramos así de golpe y porrazo que, además del disparate jurídico y administrativo de considerar a los Ayuntamientos entidades privadas, no podemos aplicar dicho convenio porque el dinero adjudicado no se ajusta al funcionamiento de los CIP. No habían tenido en cuenta que la enseñanza concertada se da en centros grandes que abarcan todas o casi todas las etapas de la enseñanza, por lo que están dotados de un montón de recursos que nosotros ni olemos. A su vez funcionan con otros criterios y con una población estudiantil muy distinta
En su día, antes de que saliera el decreto, pasaron revista a todos los CIP para ver sus instalaciones, sus listas,las titulaciones de su profesorado... Con eso se conformaron, pero a la hora de hacer un cambio de esta envergadura nadie se puso a estudiar el funcionamieto interno y los plus de dedicación que supone la atención a este tipo de jóvenes: las tutorizaciones especiales, programas complementarios, apoyos socioeducativos... que el mismo profesorado está desarrollando. Tampoco se ha valorado las aportaciones extraordinarias, tanto económicas como humanas, que muchos Ayuntamientos están realizando para optimizar la atención a los alumnos y a sus familias.

No puedo comprender cómo se pueden tomar decisiones de este calado sin conocer previamente la realidad de los CIP y sin pedir información a los afectados. Eso sí, el departamento se ha asesorado con representantes de la concertada, así les ha salido. A fecha de hoy no sabemos aún si nos van a conceder el dinero o no, si vamos a tener que marcharnos o si va a merecer la pena seguir con los CIP.

En resumen, han entrado como elefantes en una cacharrería. Están destrozando algo que hasta ahora estaba dando buenos resultados, sin tener nada preparado para sustituirlo o para mejorarlo. Estamos en manos de un atajo de desaprensivos e incompetentes que no tienen ni un norte educativo ni un mínimo de respeto a las demás instituciones que llevan 20 años trabajando en este terreno ¿Con qué criterios se ha tomado esta decisión? ¿Qué política educativa se ha seguido para sacar del fracaso escolar a estos jóvenes? ¿Qué prioridades se han tenido en cuenta?

Y al final tendremos que volver a hablar del fracaso escolar, del abandono prematuro de la ESO, de la necesidad de crear nuevos recursos... Esperemos que haya un milagro que nos libre de esta pesadilla. Como se dice en las películas, esto no nos puede estar pasando. Creo, al menos, que no nos lo hemos merecido.

viernes, 21 de noviembre de 2008

EL DIA DEL PUEBLO GITANO


El pasado día 16 fue la fiesta del pueblo gitano. Me había invitado Kale dor Kayiko a su fiesta pero por circustancias familiares no pude ir. En mi trabajo tengo que mantener una relación un tanto chocante con varias familias gitanas. De alguna manera soy un perseguidor suyo para que sus hijos no falten a clase Esta relación no ha creado en mí ningún sentimiento de rechazo ni de desprecio como pasa en un notable espectro de población. Sí he de confesar que a veces me invade una cierta sensación de hartazgo. Uno tiene que oír un montón de veces las mismas disculpas, los mismos cuentos, el mismo teatro. Porque, eso sí, cuando les llamas a capítulo le echan un teatro... vamos que son actores por genética. Muchos de ellos no se podrán creer que, con lo perseguidor que me pongo, lo hago por un profundo respeto y por un sentimiento arraigado de educador que me hace sentirme desasosegado pensando que esos críos está quedándose sin futuro ya. Y esto significa que un sector del pueblo gitano tiene su porvenir en riesgo.


A decir verdad el absentismo ha bajado considerablemente en relación con épocas anteriores, pero aún no ha arraigado el convencimiento de que sin formación no hay perspectivas para labrarse un futuro digno ni para crear nuevas iniciativas laborales o mejorar su imagen social. Muchos padres se conforman con una formación elemental cuando no rudimentaria. Y uno tiene que oír que total ellos no saben mucho más y no les ha hecho falta... Nunca entenderé cómo un padre se pueda conformar en que su hijo o hija no le supere en conocimientos, en preparación para la vida. No son conscientes, o no quieren verlo, de que esto de la evolución social va a mil por hora.


A este respecto tenemos que escuchar últimamente el argumento demasiado socorrido de que tienen que conservar sus tradiciones, su identidad de pueblo... No creo que sea una identidad de pueblo mantenerse en la marginalidad, en la ignorancia o en rechazar los avances sociales de la sociedad actual que se ofrecen a todos por igual. El pueblo judío también conserva sus tradicones, su lengua, su religión y sus costumbres estríctas pero por eso no se han quedado anclados en el siglo XIX, sino que son punteros en muchos terrenos de la ciencia y de la economía, claro. Quizás en las asociaciones y en los cultos gitanos tendría que empezar a escucharse un tipo de discurso que haga ver que la fidelidad a la identidad de pueblo pasa por mirar más al futuro que para un sector importante de familias preveo bastante crudo si no se ponen al día.


En realidad me he puesto a escribir este artículo porque hoy he venido a casa con el estómago encogido. Entre otras cosas me he enterado de otro caso más a sumar a la lista de críos que tiene hijos o ya están embarazadas. En mi pequeño escenario de Barakaldo ya tengo contabilizados 10 u 11 casos, no quiero pensar en cuántos podrá haber por ahí. Me parece de una crueldad increíble haber permitido que unos críos de 15 ó 16 años se hayan metido en un callejón sin salida de estas dimensiones con toda la incosciencia del mundo. Las ONGs están haciendo campañas en países del Tercer Mundo para atrasar la edad de matrimonio de las niñas y aquí nos tenemos que desayunar con noticias de éstas. A quién se le puede pasar por la cabeza que en el siglo XXI puedan mantener una familia y responder de una crianza correcta de los hijos..


Esto trae consigo una consecuencias irreparables para ellos y provoca que situaciones que ya estamos viendo con impotencia se agraven. Por ejemplo, yo conozco tres casos, pero alguien me pude decir cuántas abuelas hay hoy en Bizkaia con una nube de nietos a su cargo. Consider heroicas a estas mujeres que acaban cargando con los despropósitos de su familia, pero ¿hasta cuándo van a poder aguantar esa carga? ¿Qué van a poder hacer cuando esos niños lleguen a la adolescencia?Estos menores con prerrogativas de adultos, pero con la cabeza llena de pájaros, tendrán que seguir viviendo de las ayudas públicas y de la caridad. No creo que sea desable para el futuro del pueblo gitano seguir cronificando una dependencia de este tipo que a veces resulta ya insultante. Los patriacas o responsables de culto se han preguntado por qué se dan cada vez más casos de fugas y con edad más temprana y por qué aumentan las separaciones, cosa antes casi impensable. No entiendo cómo dentro de la cultura gitana cada día se ve más falta de autoridad o menos compromiso en poner las cosas en su sitio a los hijos...


Espero que no recurran a la tan manida respuesta de "los jóvenes se están apayando". Pienso que quien se conforme a estas alturas con disculpas así tan simplonas, no ve o no quiere ver que hay otros problemas de fondo. Algo se le está yendo de las manos a un sector del pueblo gitano que, visto desde mi mirador, da la impresión de ser mayoritario, al menos en la zona que conozco.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Siguiendo los consejos de Fray Luis




"...la del que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda por donde han ido, los pocos sabios que en el mundo han sido." Bueno, aquí no tengo el huerto del que luego habla el poeta. Me conformo con la campita y unos árboles frutales. El pequeño me ha empezado a dar unas peras impresionantes y los dos viejos ciruelos nos suministran para elaborar la sabrosa mermelada "made by María".
Es curioso cómo cambia el chip cuando te sumerges en un ambiente abierto a la naturaleza: el entorno, el paso del tiempo, la relación vecinal, los paseos, el sonido del viento, el tañer de los campanos a lo lejos, la coral de aves, el abrigo del bosque... el silencio. Es sorprendente cómo puedo retomar esa experiencia íntima de que cuando se produce el silencio exterior, el interior se puebla de sonidos, recuerdos... Me sorprendo en muchos momentos rumiando, al igual que las vecinas vacas de Cinio, desde el cada día más reciente hasta escenas o vivencias que tenía por totalmente olvidadas.
Después de una vida no tan procelosa como la del poeta pero curtida en muchas batallas, me apetece parar y empezar a prepararme para una nueva etapa de mi vida en la que ir sacando conclusiones y regurjitando lo que aún llevo revuelto por dentro. El mayor lujo es poder compartir este oasis, además del bregar familiar diario, con María. La vivencia de pareja se agiganta en intensidad y en cantidad sin necesidad de grandes alaracas, a través de momentos íntimos y de rituales sencillos: desayunar al aire libre viendo amanecer y escuchando los primeros gorgogeos, los paseos al atardecer para sorprender a las cigüeñas recogiéndose en el roble seco, sentándonos a leer juntos, nadando en el pantano, descubriendo paisajes...