miércoles, 30 de abril de 2014

Días de monte 14

El pasado sábado día 26 de abril, sorteando los dudosos augurios metereológicos, nos decidimos a salir de monte. Esta vez tenía el capricho de subir al Txolope, que es la cumbre de sierra Salvada contigua al Txarlazo, donde está la famosa imagen de la Virgen de Orduña. Aquí ya había subido tres o cuatro veces pero nunca lo había hecho a su vecino. El Txolope, 1035 metros de altitud, tiene un paredón espectacular que se disfruta según se suben las famosas curvas que llevan al portillo. Trago en la fuente y a partir de aquí una rampa empinada campo a través hasta su cumbre, total 760 metros de desnivel desde Orduña. El típico trazado en curvas de este camino es de obligado cumplimiento dado lo vertical de la ascensión y resulta ser una imitación del puerto de carretera contiguo.

Según nos acercábamos al valle de Aiala comenzó a chispear, lo que no era un buen presagio, y la cosa fue a más aunque nunca pasó de xirimiri, que nos fue acompañando hasta más de la mitad de la ascensión. Luego quedó una mañana nublada y con una temperatura fresca, ideal para caminar, aunque al pasar a la cara burgalesa el viento que venía era notablemente más frío.

Después de hacer el Txolope, bajamos a comer refugiados debajo de la Virgen e iniciamos la bajada por el desfiladero del Pico del Fraile. Es uno de los rincones más llamativos de la Sierra  Salvada y yo aún no había pasado por allí. Juanjo ya lo conocía así que hizo de guía y fue una gozada aunque hay que hacerlo con las consiguientes precauciones. Estuvimos debidamente acompañados por un rebaño de cabras que se sintieron un tanto molestas por haberles invadido sus senderos. Un cabrón barbudo nos miró con cara de pocos amigos pero ahí quedó todo. Una mañana espléndida.