domingo, 11 de diciembre de 2016

Repetición

Por problemas en la cámara de fotos, Juanjo echó mano del móvil par no quedarnos sin el recuerdo de nuestro paseo. De ahí que haya tenido que atrasarme en la edición de las fotos, que aunque no sean tan buenas como las hechas por la cámara sí son igualmente interesantes. 

Lástima que no pudimos sacar una foto a nuestro  fresco acompañante de Otxandio, pero lo escarpado del terreno que compartimos con él no daba para distracciones.

martes, 6 de diciembre de 2016

Días de monte 29

Por fin, después de muchas adversidades hemos conseguido retomar nuestros sábados montañeros. Este primer sábado de diciembre, día del glorioso patrón de los navarros, hemos dejado el coche en el humedal de Saldropo, junto al puerto de Barazar. Es un buen punto de partida para diversos paseos y excursiones. La más clásica es subir al Gorbea por el paso de Atxuri, que queda pendiente como el gran desafío de fin de temporada. Nuestro propósito esta vez consistía en recorrer el cresterío que se eleva sobre Saldropo con cumbres de más de 900 ms de altitud. 

La mañana era espléndida y despejada, excepto en la llanada alavesa y en la zona de los pantanos sumergidos un mar de algodón que se iba diluyendo cuando la niebla se colgaba en el balcón de Baratzar. Aunque hacía frío no había helado y la primera subida fue intensa pero sin grandes cuestas para entrar en calor. Cuando llegamos al primer collado nos encontramos con el Arralde 945ms, que desde abajo parecía una muralla inexpugnable. En la guía que Juanjo se había descargado nos advertían que había un paso tallado, pero no se veía indicación alguna.
El paso tallado del Arralde
Emprendimos la pendiente de acercamiento a las rocas siguiendo marcas de posibles senderos y sorteando pasos que, por su pendiente y por el barro blando, podían dar con nuestros huesos cuesta abajo. Encontramos el paso con más facilidad de lo esperado, así que en tres cuartos de hora ya habíamos hecho la primera cumbre. 

Este cresterío resulta ser como un balcón que tiene a su espalda el Gorbea y que goza de unas vistas sorprendentes desde el Jata hasta el Txindoki, con toda la zona del Aramotz, de Amboto o de Aitzgorri. Claro de la zona alavesa solo vimos nubes. Desde el Arralde sorteando hondonadas, matorrales y rocas llegamos hasta el alto de Atxuri donde nos percatamos de la dificultad del famoso paso. En un principio se nos quitaron las ganas de bajar por él. Terminamos por hacer la última de las cumbres Arimekorta y repusimos fuerzas. 

La Visera
Estábamos en dudas de bajar por Atxuri o volver por donde subimos, cuando apareció un personaje de lo más chocante que imaginarse pudiera. Un señor -70 años según confesó y de Otxandio- en camiseta de manga corta, pantalón corto y unas botas milenarias, con la sola ayuda de sus dos bastones. Bajaba del Gorbea como quien se ha dado un paseo por los alrededores de su casa: "sin ir a la cruz es como no hacer nada yo una vez por semana y si puedo dos, también le daba un beso a la virgen pero ya no porque está muy fría". El no lleva ni bocadillo ni agua, "para qué". Con él por delante nos atrevimos a bajar por el paso, hasta que en la zona de la Visera tuvimos que parar no sé porqué y él siguió a su paso. Lo más peligroso había quedado atrás aunque el resto de la bajada exige lo suyo y más con todo embarrado. Ya había pasado yo dos o tres veces por ese lugar pero aquello fue hace muchos años y no recordaba que impusiera tanto: serán los años que, además de difuminar la memoria, producen otros efectos no deseados -pero ineludibles- en el cuerpo.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Quosque tandem abutere patientiam nostram???

Hago mía la famosa frase de las catilinarias de Cicerón ¿Hasta cuando van a seguir abusando de nuestra paciencia? ¿No hemos tenido suficiente escarmiento de querer arreglar o conseguir cosas a base de tiros, amenazas, quemas y destrozos? ¿Qué se ha conseguido con ese sistema, a parte de dolor, muerte, problemas económicos, ruptura de la convivencia...? Pues parece que no, que tenemos que seguir aguantando resignadamente los ciudadanos de a pie a los salvapatrias que nos tienen que hacer entrar en razón a base de ensuciar paredes, buses y el buen nombre del país.

Ahora, para exigir -como tiene que ser- una universidad totalmente distinta y propia para Euskal Herria -o como quieran decirlo- les vemos boicoteando elecciones, rompiendo, parando las comunicaciones, pintando o embadurnando con sus acostumbradas -y ya cansinas- consignas... Si la universidad que quieren éstos va a ser del pelo de sus actos, vamos servidos. Dónde se nos va a quedar la universidad sin su sentido de libertad de pensamiento, de apertura al conocimiento, de intercambio de culturas, de laboratorio de la sociedad del futuro...

Nadie les ha negado que expresen sus opiniones o que presenten alternativas que se puedan debatir entre todos. No, tiene que ser a través de la imposición. No sé, si los que alientan o propician más que este tipo de actos este tipo de mentalidad o de ideología, no se han enterado que la sociedad vasca no quiere seguir aguantando la violencia. Es verdad que ya se han dejado las armas, pero en el mismo lote deben entrar el matonismo, las amenazas, las imposiciones, los boicots... y todas esas técnicas de apabullar al personal.
Ya vale de aldeanismos y de tener ojos solo para mirarnos el ombligo. Yo amo este país como el que más, lo disfruto e intento colaborar para que progrese. Si un día decide ser independiente, que lo sea, pero no cerrado, excluyente o autista.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Solo cuanta el dinero

Acaba de pasar al pie de mi ventana una manifestación de trabajadoras de residencias de mayores. Un acto más de este encallado conflicto en el que se exige, con toda la razón del mundo creo yo, unas mejoras laborales dignas que deben repercutir, a la vez, en una mejora de la atención a los residentes. Las patronales del sector se llaman a andanas y la Diputación, que es quien pone la pasta, dice que no son trabajadoras suyas. Ellas y los sindicatos dicen que la administración responsable tiene algo que decir y que hacer para presionar a que se solucione el conflicto, pero se lava las manos. Parece que va para largo y, posiblemente, acabará de aquellas trazas.

 Yendo al fondo de la cuestión, queda la pregunta de qué pasa para que se den situaciones de este tipo. Tenemos a la vista otra serie de ejemplos de qué pasa cuando las administraciones públicas adjudican obras o servicios. Si pasa uno por los alrededores del nuevo hospital del IMQ comprueba que se ha abierto una calle nueva que desemboca en un puente nuevo de acceso a Zorrozaurre. Si uno lo atraviesa se lleva la sorpresa que por debajo de él no pasa ningún río, ni se ve que haya ninguna obra en funcionamiento. La contrata dice que no le da para más y la ha dejado a medias. Otro tanto ha pasado con el túnel de la carretera a Gernika. Se ha tenido que hacer otra convocatoria pública para terminarlo y, mira por dónde, la misma empresa que lo dejo a medias se vuelve a presentar. Conozco por mi trabajo en el ayuntamiento otros casos similares de trabajadores subcontratados que han cobrado menos, tarde, mal o nunca y han tenido que recurrir a juicios y a paros, sin que a los responsables de la corporación se les haya movido un pelo.

La respuesta es clara: las administraciones públicas solamente miran lo que sale más barato. Ese se lleva la mayor parte de los puntos. Es verdad que existe una cláusula que puede declarar temeraria una oferta por se excesivamente baja, pero se puede decir aquello de "hasta que llegue a temeraria..." Está claro, los que hacen la oferta nunca van a renunciar a sus ganancias, luego el dinero lo tienen que sacar de la calidad de los productos y de los salarios, lo que suele repercutir en la calidad del servicio y de las obras ejecutadas. Este sistema es lo más propicio para que medren tiburones que acaban trampeando con lo público y reventando a los trabajadores con condiciones denigrantes y con salarios de hambre. 

Si solo cuenta el dinero ¿cómo se puede garantizar la calidad de los servicios públicos? A los responsables de las administraciones públicas los interesa figurar que se hacen obras o se dan servicios, pero no se preguntan en qué condiciones ni con qué garantías. De esta manera se puede entender todos los chanchullos y corruptelas que están saliendo a la luz en esos interminables juicios, en los que resulta que nadie ha sido el que ha dado el bocado. O sea, que las trabajadoras de las residencias, como las de otros servicios similares en conflicto, tienen razón. La administración es la culpable de estos desajustes, lo que pasa es que la solución es previa, en la adjudicación, y es problema de todos exigir que se cambie ese sistema tan perverso que no hace más que generar conflictos y denigrar los servicios públicos.

martes, 25 de octubre de 2016

¡Ya vale, no!

Ya lo decían las abuelas que eran más sensatas que la gente de hoy: los trapos sucios se lavan en casa. Uno no se puede explicar como la clase política española sigue usando la publicidad para airear sus diferencias y sus luchas intestinas.Me resulta repugnante  ver el espectáculo que se han montado los del PSOE y el superespectáculo que están montando a su costa los medios que, supuestamente, son para la información, aunque en esto se dedican con ahínco a ver quién monta el circo más espectacular. El personal tiene que estar harto a estas alturas de aguantar tanto exhibicionismo  y a estas horas se puede estar preguntando si se ha portado tan mal que se merece a semejante panda de figurantes como encargados de dirigir el país.

Mientras tanto el que todos los demás dicen que no tiene que estar, sigue ganando posiciones y no va a haber quién lo eche. Total lo del choriceo ha sido agua pasada, se pasa la fregona, se vuelve a poner la alfombra y aquí no ha pasado nada. Y menos mal que no vamos a otras elecciones porque su mayoría sería mayor y entonces dirían que las urnas les habrían dado licencia de corso para seguir a lo suyo. Para colmo de espectáculo, Iglesias se arranca con un arrebato de lanzar sus huestes a la calle para hacer desde allí la política. No solo eso, no le bastó en erigirse vicepresidente hace poco tiempo que ahora se arroga ser cabeza de la oposición.

A todo esto tenemos unos nubarrones de categoría superlativa encima y nos estamos creyendo que están en funciones como el gobierno: el déficit, la comisión europea, la famosa tijera de recortes o/y impuestos, la baja recaudación, las leyes impuestas por la anterior mayoría absolutista... Ante semejante panorama la única respuesta de los que se llaman dirigentes nuestros es este espectáculo, que está reduciendo la política a si se abstienen once o todos. De paso, el bochornoso juicio de la Gürtel y el vergonzante de las tarjetas se quedan de tapado en un segundo plano. Lo dicho, una vez que den el paseíllo delante del rey estaremos preparados para ver quién da capotazos, quién nos va a poner las banderillas y quién se va a encargar de entrar a matar. Que Dios reparta suerte, como dicen los taurinos, porque éstos...

martes, 11 de octubre de 2016

Un último adiós

Hace muchos años, cuando me estrené como educador en el hogar municipal Murrieta, me encontré con mi tío Juanmari en la calle -en la plaza Bide Onera concretamente-, en una de sus innumerables idas y venidas con las bolsas de compras. Siempre ha sido la calle, por otra parte, la manera habitual de relacionarme con él. Solamente he estado charlando con él en un local cerrado cuando coincidimos dos veces en la residencia en las visitas que hacía a mi madre y, creo recordar, en la única vez que estuve en su casa. En aquel encuentro callejero, no recuerdo qué me preguntó, acabamos hablando de mi nuevo trabajo. En la primera etapa en el hogar teníamos unos fichajes de cuidado, por lo que no sabía cómo explicarle el tipo de chavales con los que trabajaba y, como para decirlo de una manera suave, le dije que eran chicos muy especiales. "Todos tenemos algo de especiales y aquí estamos, tú cuídalos." Me dejó sorprendido -yo tenía un concepto de él como hombre severo y muy recto- porque no emitió ningún juicio ni ningún comentario peyorativo. 

A partir de ese momento fui descubriendo al auténtico Juanmari, más allá de la imagen que quizá me quedaba formada desde mi niñez. Me fue sorprendiendo su disponibilidad para atender a todos los familiares y allegados. Todos le llamaban el enfermero de la familia. Para mí resultó modélico el acompañamiento que hizo de la última etapa de la vida de su hermano Pruden, después de que se quedara con un solo pulmón. Lo mismo la atención a su hermana Aguedita y al cuidado de la casa familiar donde ésta vivía sola. Ha estado en todos los momentos finales de la vida de sus cercanos.

Lo último que me quedó por descubrir de él fue su peculiar sentido del humor. Con sus más de noventa años seguía haciéndose disfraces con su nieta y los iba conservando todos. En fin, lo que no puedo decir es cómo era de puertas adentro en su casa pero, visto desde fuera, asumía todas las funciones que hiciera falta en el cuidado doméstico o en las compras, sobre todo cuando su mujer estaba más delicada de salud. Esto puede empezar a parecer normal hoy en día, pero en los varones de su edad resulta algo insólito y sorprendente.

Ayer lo despedimos en su funeral después de noventa y cinco años de vida -entra dentro de los numerosos longevos y longevas de la familia. Hace poco tiempo tuvo una operación grave y se repuso. Siguió manteniendo sus costumbres cotidianas con su habitual fuerza de voluntad, aunque en la cara se le notaba el zarpazo que a su edad había supuesto la enfermedad. Se ha ido discretamente, sin molestar a nadie, como andaba siempre. Ahora nos toca tomar nota de lo que nos has adelantado para gestionar la vida que nos queda por delante. 

Juan María García Real de Asua, ha sido un honor haberte tenido en la familia y un placer haberte conocido. 

domingo, 25 de septiembre de 2016

Días de monte 28

Kukutza o Elorritxugana 724 mts, desde Luiaondo. Por imprevistos de esos que te hacen cambiar planes a última hora, aunque te tengas que comer los hígados de contrariedad, nos quedamos sin ir a Quintanilla. Así que localicé a Juanjo e improvisamos la primera excursión del curso. Consulté la página de "Bien de altura" y seleccioné el Kukutza por aquello de que era un monte privilegiado por sus vistas y la orientación de pistas no parecía complicada. Luiaondo -antes Luyando- es una pequeña población del valle de Aiala perdida en el anonimato entre Laudio y Amurrio. Ahora casi resulta invisible porque la última mejora de la carretera la circunvala. Tiene edificaciones típicas muy bonitas y siempre llama la atención la estructura espectacular del puente de Otazu. Yo lo conocía porque desde el tren se ve perfectamente y tuve que usar el ferrocarril muchas veces.

Todo iba perfectamente hasta que por unas señales traidoras nos equivocamos de ruta y tuvimos que salvar unas duras pendientes e, incluso, saltar una alambrada en la que estuve a punto de hacer un siete a mis pantalones, hasta conseguir tomar el camino correcto. Lo más curioso fue que en una de las pistas su cruzó una vaca que nos miraba desafiante mientras su ternerita daba buena cuenta de la leche materna. No era muy grande, como se puede ver en las fotos, pero tenía unos cuernos cortos, bien perfilados y puntiagudos. Dadas la experiencias peligrosas que habían sufrido recientemente algunos paseantes, decidimos saltar al pinar y bordear para no perturbar a la lactante y quedar lejos de aquellos cuernos que no nos perdían de vista.

Tal como se nos anunciaba en "Bien de altura" la visión nos dejó impresionados. La mañana acompañaba con su claridad y podíamos contemplar el panorama circularmente sin solución de continuidad desde norte a sur y de este a oeste. Todo un banquete panorámico. A falta de vídeo se pueden ver las fotos desde Encartaciones al Amboto, de sierra Salvada y Gorbea a Aramotz y los montes de la costa, desde Etxebarri hasta Amurrio. En la cumbre se conserva el mojón antiguo de la divisoria territorial de los dos territorios. Nosotros, claro está, nos sentamos a comer el bocata en la parte de Bizkaia, que de paso estaba más al socaire. Quedamos en volver y en visitar también algunas de las cumbres de los alrededores y, esta vez sí, seguimos correctamente la senda de bajada hasta el final.

viernes, 23 de septiembre de 2016

FERNANDO TIRADO REAL de ASUA

La segunda parte de mi nombre se la debo a la memoria de mi tío Fernando. Era el mayor de los hijos varones y, al parecer, heredó de mi abuelo Pepe las inquietudes políticas. Se enroló en los batallones de las juventudes socialistas que fueron de voluntarios para colaborar en la defensa de Barcelona. La familia recibió la escueta notificación de que había muerto. Con el tiempo se fue sabiendo que había sido fusilado como otros tantos combatientes republicanos. Cuando estuve dando clases en Santurtzi me encontré con un pariente lejano de mi abuelo que me aseguró que mi tío estuvo entre los que les hacían cavar una zanja y luego los fusilaban. Esos son todos los datos, más o menos fiables, de que dispongo.

Muchas veces hablé con mi madre para que nos pusiéramos en contacto con los de la memoria histórica, pero no quería saber nada del tema. Alguna vez lo comenté con uno de mis tíos y también me dijo que aquello ya pasó y que no merecía la pena andar dándole vueltas. Sé que alguna de mis primas y mi hermana también intentaron convercerles de que lo hicieran. El año pasado murió el último de mis tíos y me decidí por fin a buscar la manera de restaurar la memoria histórica de mi familia. Entré en la web de la organización de la memoria histórica de Cataluña y expuse mi caso. En menos de un mes habían formalizado el trámite y me habían asignado el número 4.723. Me quedé gratamente sorprendido: al menos alguien me estaba haciendo caso.

Como no tenía noticias consulté con un cargo político del partido socialista y me comentó que  lo primero que tenía que hacer era identificar el nombre del batallón en el que estaba mi tío. Me dio unas referencias de algunos historiadores que estaban investigando en los famosos papeles del archivo de Salamanca reclamados por la Generalitá. Quién me iba a decir a mí que en esa documentación podría estar el nombre de mi tío, con la cantidad de veces que habré pasado por delante del archivo histórico en mis tiempos de estudiante. El caso es que aún no he conseguido encontrarlos en internet con las referencias que me dio mi vecino, aunque seguiré buscando. A todo esto, el día 19 recibí un nuevo correo de la Generalitá comunicándome que está creando dos bases de datos genéticos para cruzarlos, la de los restos sin identificar y la de los familiares solicitantes. Seguirán un orden teniendo en cuenta la edad del solicitante y el puesto de la solicitud. 

Sé que va para largo pero para mí ha sido una buena noticia, no solo por el alegrón que ha dado, sino también porque he podido comprobar que se sigue tomando en serio lo de la memoria histórica. Aquello no pasó y ya está, como decían mis mayores. No, aquello todavía está y seguirá pasando mientras no hayan salido a la luz todas la atrocidades que se cometieron. De no ser así, siempre será una herida mal cerrada que seguirá supurando y envenenado la historia por donde menos se espere. Se trata de devolver la dignidad a la memoria de mi tío Fernando y, a la vez, colaborar, aunque sea mínimamente, en conseguir que siga viva la exigencia de conocer toda la verdad.

La familia  al completo en Abadiano. Fernando es el mayor, arriba a la izquierda. La única chica era mi madre



martes, 13 de septiembre de 2016

Aquello de las izquierdas

En estos momentos de desconcierto total y descontento absoluto a cuenta de la situación política, andamos inmersos en una campaña electoral impenitente para el ciudadano, envarada en una verborrea indecente desde el año pasado, para lujo de comentaristas de postín y aburrimiento del personal que sigue escuchando hastiado las mismas, mismas, mismas consignas, reproches, líneas rojas, alambradas y, al fin y a la postre, tomaduras de pelo. Ya expuse en su día que para eso de pasar de la alternancia de dos a la de cuatro en liza, la caja de cambios de España no estaba ni mínimamente preparada, y por lo que veo vamos a dejar en embrague en el intento.
En este contexto negativo a nivel de estado, sí se han ido asentando alternativas de movimientos ciudadanos, de izquierdistas o de los "vendehumos" -según quién sea el que los defina- en diversas instituciones, algunas emblemáticas, a raíz de las elecciones municipales. Pero según se ve, en cuanto sube el plano territorial las cosas toman otro cariz y las implicaciones obligan a perder  la virginidad política y, a veces, la compostura recurriendo a escaramuzas, codazos o descalificaciones como lo hacían los supuestos partidos tradicionales. 

 Estoy convencido que la inmensa mayoría de las gentes que componen estos movimientos, mareas, podemos, compromisos... son gente chapeau de cuyo compromiso y buena decisión no dudaré nunca. El problema va a ser que se corre el peligro de repetir "aquello de las izquierdas" que en su día anduvieron divididas, cuando no hasta fragmentadas, en dogmatismos, protagonismos y otros ismos por el estilo. Las bases de estas movidas son de muy variada procedencia, por lo que a todo conglomerado que se le quiera dar consistencia es preciso aglutinarlo y reforzar todos sus elementos. No se puede apelar a la gente como protagonista de los cambios sin ofrecer herramientas imprescindibles que les doten de personalidad y de sentido. Y es que para un buen edificio, por muy democrático y participativo que sea, se precisa tener buenas bases y bien asentadas.

Sin esa consistencia van a seguir prevaleciendo, tarde o temprano, los de siempre, que están asentados en partidos muy estructurados, marcados por ideologías concretas o por intereses economicistas, y en poltronas bien pagadas. Sirva para ello la metáfora del hormigón que logra su consistencia fraguando en un sólido emparrilado de acero la arena y el grijo con cemento. Hoy en día se ve abundante grava, pero de arena no se está sobrado y el cemento escasea. Para remate de males, el encofrado cuenta con escasas varillas y muy poco enganchadas entre sí. Esto es, se están echando en falta los elementos de cohesión y de orientación y si, encima, algunos se pueden permitir el lujo de quítate de ahí que yo sé más o de liarlas pardas con meteduras de pata de altos decibelios... pues en menos que canta un gallo volveremos a las mismas. Espero que no tengamos que consolarnos con que sobrevivan para seguir tocando los colindrones a los que mueven los hilos y no puedan hacer impunemente lo que se les cante. Suerte.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Vaya veranito, como se suele decir

Ya estamos de vuelta y quiero reencontrarme con mi blog haciendo una crónica informal o un resumen parcial de lo que ha sido o ha dejado de ser este verano. No quiero hablar de política, que ya vale  con la que nos están dando. No hemos podido estar en Quintanilla tanto como teníamos pensado, ni hacer las excursiones que habíamos previsto, porque nos han surgido los inconvenientes y las adversidades que nunca están programadas pero que suelen presentarse sin que nadie las llame.  Quizás lo más importante haya sido que, dentro de esos pocos días, hemos podido disfrutar de unos momentos intensos y relajados, que buena falta nos hacían. 

Me han llamado la atención una serie de cambios o anomalías de nuestros convecinos alados. Han venido muy pocas golondrinas y al final de agosto han aparecido algunos vencejos. Las cigüeñas han estado hasta mitad de agosto, porque la siega se ha retrasado este año y ha habido hierba para dar y tomar. No han aparecido los jilgueros y solo he visto un par de tordos. Solo he oído piar al milano un par de veces. Por contra, este verano he escuchado retumbar en la oscuridad de la mata varias noches el grito del cárabo. Es algo que me pone la piel de gallina y que me hace recordar momentos de mi infancia: me encanta. A propósito de gallinas, Cinio ha estado varios días sentado cerca de éstas lo que quiere decir que el zorro ha vuelta a hacer acto de presencia.

En otro orden de cosas, teníamos unas matas de margaritas impresionantes, pero con un par de días de calorina aderezada con el ventarrón del sur  se nos ha quedado apochaditas, así que María ha tenido que podarlas y sanearlas. También las lavandas se estaban poniendo feas, por lo que las he podado y las he repartido entre las vecinas y algunas amistades de aquí.
Lo he sentido mucho porque disfruto con el coro zumbón de abejas, avispas, abejorros y otros insectos libadores y les he dejado sin restaurante. Si todo va bien tendremos buena cosecha de avellanas, pero el peral tiene cuatro contadas y el ciruelo viejo es el que va a tener algo de ciruelas, el otro ha hecho huelga: se llevará una buena podada. El retoño de acebo que trasplantamos del bosque está en plena forma y tira muy bien. María le da muchos mimos. El junípero que está al pie de los puntales de la casa vieja está ya tomando posesión del espacio, aunque en su momento tuvimos miedo de que no iba a prender.
Los arbolitos, que quieren tapar la tapia de separación, están tomando cuerpo y ganando altura, a esperas de que las próximas nevadas no les hagan un destrozo similar al de los inviernos anteriores. El boj de la entrada está tomando forma y va a ser nuestro santo y seña: hemos decidido poner una placa en forja negra dando el nombre a nuestro refugio: EZPEL ENEA.

Solamente ha habido unos animalitos con los que no queremos convivir y con los que hemos sido implacables: las polillas en el txoko. Se habían metido en un lugar de acceso imposible y le hemos echado imaginación y ganas para taparles los agujeros e inyectar en la madera el veneno. Al final de la sesión a poco me mato yo, porque pisé mal en la escalera y di con mi cuerpo en el suelo. Aún estoy sufriendo las consecuencias del trompazo, eso sí, ha desaparecido el polvillo del suelo, por ahora que nunca se sabe.

Finalmente ya tenemos definitivamente instalado nuestro último homenaje al roble. Se trata de una cepa de raíces que había quedado al aire en la última saca de la mata. Lo nuestro nos costó subirla hasta el borde del camino, hasta donde se podía acceder con el tractor. Luci nos lo bajó hasta el patio y tras lucirlo ya está en nuestra campa. También está asentado sobre piedras rodadas traídas de la playa de La Arena. Somos parte de mar y parte de tierra adentro y queremos resaltar la importancia de ser fieles a nuestras raíces. 

viernes, 1 de julio de 2016

Me están echando

Uno no se puede explicar lo que sucede en este país. Por lo que se ve, la mayor parte de la población tiene las tragaderas más grandes que imaginarse pudiera o es más influenciable de lo que suponemos por la publicidad o el marketing . Entiendo que cada partido político cuenten con una serie de ciudadanos incondicionales, más allá de los militantes que lo sustenten. Entiendo también que haya estómagos agradecidos que consientan o que fomenten la corrupción y las prácticas mafiosas de sus representantes, porque algo sacarán de ello. Pero no me salen los cálculos para que, contando solo con los ahora citados, el PP pueda sacar tal cantidad de escaños. 

Hay, por tanto, una gran cantidad de españoles y españolas que han mirado para otra parte, se han tapado la nariz o simplemente han recurrido a uno de los refranes más casposos de la lengua castellana: "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Y de la misma han dado su voto, como si nada, a una banda de corruptos que han magreado millones a espuertas del erario público, mientras nos pedían a los de a pie esfuerzos y sacrificios para sacar el país adelante. También queda otra sección de población que ha hecho caso al discurso del miedo o de las amenazas: que vuelve el frente popular, los comunistas y los extremistas y entonces nos van a llevar a la ruina, porque luego los mercados se enfadan y nos van a dejar a dos velas. 

Por último queda otro tipo de votantes que se creen todo lo que les cuentan y dan por bueno que esos tales próceres de la patria están mejorando el paro, nos están sacando de la ruina y están muy preocupados por los servicios a los ciudadanos. De ese terreno la derecha sabe arrascar una buena cantidad de votos aprovechándose de su bajo nivel cultural y del espíritu de sumisión a los caciques, a los señoritos, o a los personajes importantes del momento, que aún anida en alguna generación. Recuerdo que al principio de la transición algunos compañeros gallegos, encofradores cobrando miserias a 45 horas semanales, estaban convencidos que había que votar a "D. Manuel -Fraga, claro-, porque era paisano suyo y mandaba mucho". Es doloroso comprobar que aún estamos en las mismas.

Lo que ya me deprime ha sido comprobar que el PP ha ganado en todas las autonomías excepto aquí y en Cataluña. Siento como que me están echando de España. Me cuesta sintonizar o sentirme parte de una población que, en su mayoría, no está dispuesta a mirar a su futuro y le cierra las puertas a las nuevas generaciones. Aunque siempre he exigido la autonomía que nos corresponde a los vascos por nuestros derechos, nunca me he sentido identificado con la ideología nacionalista, ni me ha parecido una bandera a seguir el independentismo. Resulta que, si seguimos así, voy acabar pidiendo la independencia de Euskadi, no por abrazar el trasnochado sabinianismo o las consignas machaconas de los Bildu, sino porque quiero salir por patas de un país que huele a rancio. Y qué mejor manera que la independencia para no tener que moverme de la tierra que amo y en la que tengo mis raíces y mi vida. Hay que ver qué vueltas da la vida. Mira por dónde van a tener razón en mi caso aquellos que dicen que el PP está siendo una máquina de crear independentismo.

lunes, 20 de junio de 2016

¿De qué Grecia hablamos, señores candidatos?

Mitstakis, Nueva Democracia
Mariano y Rivera siguen en sus argumentos basados en el descrédito e incluso en la  mentira. En campaña, como en la guerra, todo vale -parecen decir- por lo que aplican al pie de la letra el famoso refrán de "calumnia que algo queda". Ya estamos hartos de que con esas sinsorgadas sigan insultando a nuestra inteligencia. Parece que Rajoy ha redoblado lo de Venezuela y lo de Grecia como grandes argumentos para asegurar los votos de indecisos, miedosos o ignorantes. Ahora bien lo que no se ha dado cuenta al echar en cara a los chicos de Unidos Podemos su afinidad con el actual primer ministro griego, es que el problema de los griegos no es el señor Tsipras, sino los que desmantelaron el estado griego a golpe de corrupción.

Samarás, PASOK
Los ciudadanos de a pie, que pagamos religiosamente nuestros impuestos, también podemos decirle a Mariano que el estado griego fue a la quiebra y tuvo que ser rescatado, no por las políticas de los dirigentes actuales sino por la corrupción que propiciaron los dirigentes de Nueva Democracia y del Pasok. Parece que le señor presidente en funciones no quiere hablar de corrupción ni en debates ni en campaña, sobre todo de la de sus correligionarios, pero ésta existe aunque no quiera admitirla en público. Y los millones que se han llevado los corruptos de todo pelo político y sus adláteres han volado y aún no sabemos cuántos agujeros quedan por descubrir. A lo mejor, ahora que ya no tiene mayoría absoluta, quiere reeditar un gran pacto y yo, al menos, me echo a temblar, por si resulta que con ello montan algo parecido a lo que hicieron los dos grandes partidos griegos, cuyos resultados no explica nadie y ahora solo se fijan en ese incauto que tuvo el coraje de intentar reanimar el cadáver que le pusieron encima de la mesa y, para más inri, han acabado echándole la culpa de haberle matado.
Papandreu, PASOK

Sí señor Rajoy, no queremos gobiernos como los griegos que se comieron las arcas del estado y trampearon las cuentas para entrar en el euro. Y aquí estamos corriendo unos riegos parecidos por más que ustedes y los del PSOE, que también tienen lo suyo, se nos presenten como los sensatos, los moderados o los buenos de la película. No sé si esos que usted llama radicales serán peligrosos o no, el tiempo lo dirá. Si ganan tendrán que cargar con su herencia que, con un poco de suerte, espero que no sea tan grave como la de los griegos.
Karamanlis, Nueva Democracia
Sin embargo sé que ustedes son los peligrosos, como los señores de esas fotos lo fueron para Grecia, porque nos están desmantelando lo mejor que teníamos y ahora nos vienen con que eso está dando sus frutos -aunque aún no sabemos quiénes se los están comiendo- y porque han propiciado toda una red de mangantes y corruptos intentando taparlos y, de paso, se han aprovechado de ellos.


domingo, 19 de junio de 2016

Días de monte 27

El sábado pasado tuvimos la suerte de poder hacer la salida de despedida de esta temporada, que ha sido un tanto escasa en escapadas. Nos dirigimos a dos cumbres menores que marcan la muga entre Dima y Areatza, Urrekoatxa e Ilunbe, partiendo del barrio de Lamindao, un bucólico entorno que está en medio de ellas. Dejamos el coche entre el cementerio y un caserío de tipo antiguo muy bonito y comenzamos por el Urrekoatxa. Enseguida nos situamos en el que suponíamos era el único camino a seguir de por aquellos alrededores, porque las instrucciones que había descargado Juanjo no aclaraban nada. Al dejar atrás el último caserío -más bien chaletazo de imitación a caserío- tuvimos un incidente con un perro que andaba suelto. Cuando nos vio siguió andando a nuestro lado tan amigo, pero un cachorrillo, que cabía en una mano, se había alejado y estaba en el borde del camino. En ese momento se erigió en protector del enano y se puso como una auténtica fiera, así que me tuve que plantar ante él bastón en ristre.

Siguiendo el único camino que parecía transitable nos encontramos con tramos llenos de hierba y daba la impresión de que por allí no había pasado nadie desde las guerras carlistas, pero no nos quedaba otra porque si no tendríamos que hace el cabra por las rocas. Acabamos con los pantalones calados rodeando el roquedo de la cumbre hasta acabar en la pista que da acceso a las antenas que se ven en la cumbre. Es curioso porque parece que este montón de rocas puestas al tuntún pero está en el centro de de dos espacios impresionantes. Por la parte de Dima todas las cimas del Aramotz, y a los pies el barrio de Indusi que inicia la subida al Gentilzubi y a Balzola. Por la de Areatza todo le paredón de Lekanda y Axular y la cara del Gorbea por Atxuri. Hacia el este el puerto de Dima con el Sabigain de fondo y al oeste se abre el valle de Arratia hacia Bilbao. No es de extrañar que lo hayan usado para poner antenas.

Volvimos hasta el barrio de partida y nos encaminamos hacia la cima de Ilunbe. Al coger la desviación que llevaba a la cumbre, nos llamó la atención la cantidad de coches que había en una de las edificaciones; luego vimos a la bajada que estaba anunciada en la carretera general. Bonito sitio para una escapada. Comenzamos, por indicación de un lugareño, por una pista amplia, que al poco tuvimos que dejar para meternos en otra maraña de hojarasca y hierbas crecidas para terminar de empaparnos. En medio del arbolado, que cubre toda la ladera, nos encontramos con un claro asilado del mundo, repleto de helechos que nos llegaban a los sobacos. En la cumbre disfrutamos del panorama y del roquedo cubierto por un encinar, además de los bocatas de rigor. Fue una agradable despedida de la temporada ya que ahora vienen las vacaciones, el calor y otro  tipo de actividades. Hasta la próxima, quedan estas fotos.

jueves, 16 de junio de 2016

¡Qué país de...!

No me puedo aguantar de indignación ante las últimas noticias de tribunales. Resulta que el mayor y más descarado de los chorizos banqueros, el señor Conde, se puede plantar en la calle por la bagatela de 300.000 €, cantidad al alcance del ciudadano medio que en caso de apuro se puede librar del trullo. Al señor Fabra, al que le están saliendo más pufos en la gestión de la sanidad de Castellón -por si ya tuviera pocos- le dan permisos de salida con el tercer grado. Y así podría seguir con la lista de los peces gordos que se van de rositas porque se pueden pagar unos abogados carísimos y se saben las trampas antes que las leyes.

Cara B. Un ciudadano con 18 años hizo la tontería de robar un bici y ahora con trabajo, mujer en paro y dos hijos se tiene que ir a la cárcel y encima habrá tenido la cara dura de pedir el indulto. Otro tuvo la ocurrencia de trampear con una tarjeta de crédito para pagar 75 € y después de varios años, teniendo ya una vida normal, tiene que ir a la trena porque no le han concedido el indulto. Estos no tiene las trescientasmil del ala, ni los superabogados y por más que la gente de su pueblo haga protestas, para los jueces y para el gobierno es como quien oye llover. Es verdad que quien hace la tiene que pagar, pero lo desproporcionado de las sentencias me parece palmario. Existen medidas alternativas que no atacan a la dignidad de la persona, ni les destrozan la vida a ellos y a sus familias. Menos mal que todos somos iguales ante la ley que si no...

Para estas minucias no hay espacio en los debates actuales, como tampoco lo ha habido para el tema de las mujeres maltratadas o asesinadas por los bestias con los que se fueron a juntar. Se intercambian acusaciones y dicen que van a endurecer las leyes pero los peces gordos igual adelgazan un poco, pero siguen saliendo a flote y se quedan con lo que han robado.
Y es que estamos en una "civilización de la riqueza", sobre la que está cimentada este tipo de democracia, que se basa en que unos acumulan la riqueza y otros, los más, se las arreglen como puedan y si no es que son unos inútiles o unos vagos. Por más  votaciones que hagamos no vamos a conseguir salir de esta encerrona. Hoy he recordado lo que el mártir Ellacuría llamaba "civilización de la pobreza" o de los que se tienen que pelear la existencia. Es la única civilización que garantiza, en primer lugar, el respeto a la dignidad humana y después la igualdad de oportunidades y la promoción para que todos puedan tener la posibilidad de una vida digna. Para esto, puede que las votaciones sean importantes o, incluso, necesarias, pero hace falta mucho más y, si no estamos en ello, seguiremos siendo un país de...

martes, 14 de junio de 2016

¿Y ahora qué?

Después de lo visto en el debate de los señores encargados de la economía de cada partido y del de los cabeza de lista, nos puede quedar la ligera impresión de estamos en el 19 de diciembre del pasado año y que estos meses de distancia han sido un mal sueño lleno de pesadillas, muy pesadas por cierto. Y es que seguimos oyendo lo mismo: las mismas propuestas -más o menos creíbles-, los mismos reproches, las herencias, Grecia, los mismos rifirrafes, la pinza... 

Dice el refrán que a la tercera va la vencida, pero en este caso no se sabe si se vencerá para el lado de un gobierno nuevo o para volver a votar. Es curioso, lo primero que dijeron solemnemente es que habría gobierno y no sé por qué me ha quedado la impresión de que no se lo creen ni ellos. El señor Sánchez da a entender que va a sacar mayoría absoluta y no admite pareja de baile. El señor Iglesias le echa los tejos al señor Sanchez y ni caso. El señor Rivera se pone a dar lecciones a diestra y siniestra y acaba incomodando a todos. El señor Rajoy, como era de esperar, recibe impertérrito más palos que una estera, marcando su posición a golpe de triunfalismos y partiéndose de risa al ver que los que le pueden echar del sillón anda a palos entre ellos.

Resumiendo: Rajoy necesita a Rivera para poder formar gobierno y éste le dice que primero se tiene que ir porque huele mal; Sánchez necesita a Iglesias pero le desprecia -o le tiene miedo- porque le enfadó mucho que no le dejara gobernar en diciembre; Iglesias tendrá que contar con Sánchez si en las elecciones saca más diputados que él, pero no sabe si le va a seguir dando calabazas; Rivera se deja querer haciéndose el moderado y está a la que salta por pillar. Ah, de la gran coalición ya ni se habla. 

Está resultando sumamente difícil pasar de la España a dos velocidades a la de cuatro o más. Parece ser que la caja de cambios no da para más y no se sabe si va a seguir rascando o va a saltar por los aires. No sería justo meter a todos los dedicados a la política en el mismo saco de la desconfianza del personal, pero en estos momentos se lo están ganando a pulso. Lo peor es que tendremos que votar, porque abstenerse -que ganas no nos faltan- puede ser más contraproducente. Y habrá que decir lo de los toreros "que Dios reparta suerte" porque lo tenemos claro...

domingo, 29 de mayo de 2016

Días de monte 26

Este sábado pasado Juanjo cambió la dirección del viento y nos plantamos en Cantabria. El pico Cerredo, 675ms. o así cercano a Castro, siempre nos había llamado la atención porque se le divisaba desde muchas partes y porque es la cima más alta pegada a la costa del Cantábrico. Todo ello nos animaba para disfrutar de buenas vistas panorámicas, cosa que la persistente niebla se encargó de chafar. Decidimos partir de Allendelagua que es una pequeña población continuación del desastre urbanístico de Castro. Nada más entrar en el pueblo nos percatamos de que en la peña que lo preside se había enarbolado la bandera española -como se puede ver en las fotos-: aviso a navegantes, que diría Arzallus, por si alguno no se había enterado bien de dónde está. 

A la salida del pueblo un joven amable nos indicó dónde estaba la señal de comienzo de la ascensión. Nos dijo que tardaríamos dos horas y media, a lo que su compañera saltó diciendo que no nos tomara el pelo. En realidad nos costó 1,45 horas pisar la cumbre y eso que paramos varias veces para aligerar la ropa, beber agua, sacar fotos... En un principio la ascensión no tiene pérdida dado que la pista que arranca del pueblo llega hasta la base del roquedo final. Una vez llegados allí no queda otra que trepar. Eso sí desde el principio la pendiente es pronunciada y al comienzo tiene un tramo lleno de eucaliptos que resulta sumamente desagradable. En la medida en que subíamos la niebla se iba quedando abajo y el sol pegaba de verdad, por lo que la sudada fue buena. Sin embargo, al llegar a la cumbre el viento venía fresquito y con el sudor resultaba peligroso. Así que, además de la chaqueta de chandal con la que se me ve en la foto, tuve que ponerme el cortavientos igual que Juanjo.

Después de dar cuenta de nuestras viandas al abrigo de las peñas, contemplamos los panoramas en las direcciones sin niebla. Divisábamos hasta la torre de Iberdrola, la costa vizcaína, la cordillera desde Los Tornos hasta el Casto Valnera, los montes mineros, Pagasarri, los montes del Duranguesado hasta el Orixol, el cordal de Ordunte y los montes de las Encartaciones... Un banquete, aunque la parte de la costa de Cantabria no pudimos verla bien porque era donde se acumulaba más niebla. 

A la bajada vimos a unos figuras que trepaban corriendo por el paredón de la base del pico y al poco, después de hacer cumbre, nos adelantaban corriendo, claro. No habíamos bajado 100 metros cuando les vemos subir de nuevo corriendo también. Ya estábamos casi al final de la bajada cuando otro figura subía corriendo y ya le habíamos visto bajar hacía rato. Esta gente, según me contó Juanjo, practica carrera de montaña así que veíamos gente que subía y que bajaba pero resulta que eran los mismos. Y yo me pregunto qué gusto se le saca a este tipo de deportes extremos, además del desgaste o del deterioro muscular y óseo. Me parece una inconsciencia total correr riegos indebidos a fuerza de machacarse para conseguir no se sabe qué o poder presumir de hazañas absurdas. Nosotros suave suave y a disfrutar de la naturaleza y del esfuerzo controlado.

viernes, 27 de mayo de 2016

La Europa profunda

Estamos estupefactos ante las elecciones austriacas, contemplando cómo no ha llegado a ser presidente de la nación un ultra que defiende la xenofobia, el odio al Islam y es euroescéptico por un puñado de votos. En este momento se podría hablar de dos Austrias. Un magnate que resulta que cuenta con el apoyo de un elevado número de papeletas procedentes de los obreros industriales. Claro que en Austria han visto pasar un millón de refugiados y se han quedado unos noventa mil, según las estadísticas oficiales. Un fenómeno similar al que vimos en Chicago, donde Tramp, que también quiere ballar su país, se llevó la mayor parte del voto obrero. En Francia también nos empezó a preocupar Le Pain en las últimas elecciones, aunque aquí ya se conocía de sobra su base social. Y así sucesivamente van surgiendo cabecillas en otros países europeos al mando de partidos ultras que inquietan cada vez más a las autoridades comunitarias. Algo de esto tiene que ver también el movimiento inglés para separarse de la Unión Europea. Aquí en España este tipo de extremistas no ha llegado a ser significativos aparentemente -a parte del lamentable espectáculo de la manifestación reciente en Madrid de doscientos ultras- aunque habría que analizar cuánto voto del PP está sustentado por gentes que añoran el pasado o por ultranacionalistas españoles. 

Quiero decir con esto que debajo de los discursos oficiales de autoridades, partidos, sindicatos o de los estamentos intelectuales sobre los valores de Europa -la solidaridad, la convivencia, la tolerancia, la ética  o temas similares- subyacen otras mentalidades u otros sentimientos, quizás ancestrales. Sin embargo florecen en cuanto se dan unas mínimas alteraciones del estatus en el ámbito social y económico, creando situaciones que nos retrotraen a historias o momentos lamentables que creíamos superadas en la historia. Pueden ser el miedo, la desconfianza o, por qué no, el odio, la venganza y el resentimiento por heridas mal cerradas. Resulta que ante situaciones de crisis económicas, de guerras, de sufrimientos injustos, de pobrezas extremas que obligan a jugarse la vida en una barquichuela, a la par que se ven repuestas generosas y solidarias, rebrotan virulentamente esos líderes hasta que, como estamos viendo, intentan instalarse en el poder. El problema está en que esas respuestas solidarias son contadas, si se las compara con esas minorías peligrosamente crecientes, que están dejando de ser minorías y silenciosas y están yendo a por todas, apoyando líderes o partidos de corte neonazi. Nos va a tocar lidiar con estos morlacos y no sé si estamos preparados, porque pueden aparecer donde menos lo esperemos y aún no conocemos las consecuencias que puede acarrear su presencia en los órganos de poder.

martes, 17 de mayo de 2016

15M: realidad o recuerdo

En este año 2016 el aniversario del 15M ha coincidido con el domingo de Pentecostés. Me ha llamado la atención esta curiosa coincidencia. Tal como rezan las lecturas de la liturgia, los seguidores de Jesús estaban llenos de miedo, ocultos y cuando recibieron el soplo y el fuego del Espíritu salieron sin miedo a la calle y proclamaron el mensaje transmitido por Jesús a todas las gentes que llegaban a Jerusalén. Después se enfrentaron, si miedo alguno, a las mismas autoridades que habían ajusticiado a su maestro y pusieron en marcha una sociedad alternativa: compartían sus bienes, cuidaban a los huérfanos y a las viudas e incluso vendían propiedades para que a los más pobres no les faltara lo fundamental. Aliviaban el sufrimiento de los que sufrían enfermedades y compartían el pan en sus celebraciones. Y así se ganaron el respeto y la simpatía del pueblo, aunque con el devenir del tiempo las autoridades les pasaran una factura similar a la de su maestro. Todo un programa que para sí lo quisiera más de  un desahuciado o parado de larga duración.

Después de los años más duros de la mal llamada crisis -o expolio fríamente calculado de las clases media y trabajadora para engordar mercados y especuladores- todo parecía estar bajo control. Todo el mundo tenía miedo, no se movía nadie y algunos carrozas que nos batimos el cobre en otros tiempos veíamos desolados que el inconformismo y las ganas de luchar se estaban quedando en el olvido. De repente se levantó un remolino que acabó en tifón y alteró toda la atmósfera. El ambiente se llenó de clamores indignados y sus gritos se fueron haciendo eco por toda la geografía. Los gobiernos y algunos partidos intentaron ningunear lo que consideraron una fiebre pasajera. Otros partidos intentaron aprovecharse de ello para airear sus programas e intentar salir de su ostracismo. Pero ese vendaval había cambiado algo fundamental: había quitado el miedo y la parálisis y sus voces siguieron aumentado en mareas y otros movimientos populares. Al poco tiempo las urnas comenzaron a poner nerviosos a los poderosos porque aquellos clamores estaban cuajando en propuestas concretas que les podían alterar sus planes y mover sus sillones. Como les pasó a aquellos cristianos primitivos, a éstos movimientos les están preparando las típicas cazas de brujas para desprestigiarles, demonizarles y hacer caer sobre ellos la culpa de todos  los males que por su maldad le puedan llover al pueblo.

"Veni creator Spiritus" es el clamor que figura en el himno de esta festividad. Un clamor que pide creación y que exige a la vez una respuesta de creatividad. Un clamor que puede ir de la mano con los clamores de las calles, de los desahuciados, de los despojados, de los "precariados", de los emigrantes, de los desheredados... Un clamor que pueda unir todos esos clamores para que cristalicen en propuestas y políticas que apunten hacia una sociedad lo más parecida posible a la que organizaron aquellos visionarios del siglo primero siguiendo la enseñanza de Jesús. Se consiga algo o no lo que no podrá faltar nunca son los clamores, la garantía de que hay una conciencia que no se deja apagar y que puede prender fuego en cualquier situación."Imple superna gratia quae tu creasti pectora": llena a rebosar con toda tu fuerza los pechos que tú creaste. Que no decaiga.

domingo, 10 de abril de 2016

Agur Ion!

Era miércoles con buen tiempo, o sea, una pequeña tregua en medio de tanto chaparrón. Orencio y yo habíamos aprovechado para una de nuestras escapadas al monte. Esta vez fue por los aledaños de El Regato. Estábamos iniciando el descenso cuando sonó mi móvil. "Será alguien de la caja porque tienen la virtud de pillarme en el monte cuando llaman", le comenté. Me sorprendió la voz de mi primo Luis. Cuando te llama un familiar sin más ya te pones en alerta. "Te llamo para decirte que ha muerto Ion", me soltó de entrada. Repasé mentalmente a velocidad de vértigo de qué Ion se podía tratar porque no me venía nadie a la cabeza. "De quién va a ser, mi sobrino". Me quedé paralizado. La muerte de alguien joven siempre impacta, más bien golpea, de una manera especial y cuando toca de cerca hiere: Ion estaba en la treintena. De todos modos, no me cuadraba porque los problemas que él pudiese tener no eran enfermedades graves, luego supuse que habría sido un accidente. "No, se lo ha encontrado su madre en casa, parece ser que ha sido cosa suya". Ahí ya me terminó de hundir y de amargar la mañanera. 

Qué cosas tienen estos casos, cuando alguien toma una decisión de éstas o se deja llevar por un arrebato, siempre consigue, aunque sea involuntariamente, que salgan a flote cuentas pendientes con los que quedan vivos. Lo primero que me vino a la cabeza fue que hacía pocas semanas, el día del funeral de su abuela, me repitió que quería hablar conmigo. Ya hace tiempo quedó en venir a Barakaldo porque necesitaba hablar muy en serio conmigo. Quedamos en la parada de bus de S. Eloy.
Estuve viendo pasar varios autobuses de la línea de Musquiz y de la del Funicular y no apareció, ni tampoco dio señales de vida por teléfono. Lo dejé pasar como una más de su manera de ser, esperando que volviera a llamarme. Me lo volvió a repetir meses después un día que acompañamos a su madre a Cruces y le dije que sí pero con un poco más de formalidad que la vez anterior. Definitivamente esa es una conversación pendiente que ya no podrá ser y que ha quedado bailando en mis tripas, con la mala conciencia de que me quedó algo por hacer, aunque entre dentro de lo probable que no hubiese servido para mucho. En fin, esa es mi cuenta pendiente.

Querido Ion, lo último que se me puede ocurrir es juzgarte o menospreciarte por lo que me dicen que has hecho. Es totalmente imposible conocer qué pasa por la mente de una persona en el momento de tomar una decisión así y, si esa persona es como tú con unas circunstancias similares a las tuyas, el hecho se convierte en un misterio. Pudo ser un bajón o un impulso irrefrenable que no pudiste controlar, igual que en otras situaciones de tu vida, no importa. En tu viaje por la vida has ido perdiendo trenes, soltándote de manos que te ofrecían algún asidero y encerrándote en tu pequeño universo, mientras alguien intentaba sostener lo insostenible. El caso es que puede que llegara un momento en que ya no pudiste más con tus contradicciones -o con vaya a saber con qué- y decidiste dejar de sufrir o de hacer sufrir. No seré yo quien te pida cuentas, quizás tenías carencias y problemas que te incapacitaban para llevar la vida que deseábamos para ti los más allegados y no fuimos capaces de val0rarlas. 

Al final has conseguido concitar con tu muerte un montón de cariño que igual no te imaginabas en vida. Menudo funeral te perdiste, porque desde tu asiento me temo que no se puede ver nada. Dejamos el coche en Ballonti y ya desde allí se veía un tropel de gente a las puertas del tanatorio, que ya te conocías de sobra. Predominaba el color negro, los pendientes o los palestinos en la mayoría del público, ya te puedes imaginar por qué. Nunca pensé que tuvieses tantos colegas. Así que allí estaba lo que quedaba de ti rodeado por tus dos familias: las de los apellidos y la de la calle. Nos costó Dios y ayuda buscar sitio y eso que llegamos con cierta antelación. María, como es tan menuda, tuvo que escurrirse entre la gente hasta llegar a la primera fila de todos los que estábamos en pie, si no se ahogaba. 

Después de la ceremonia de rigor, similar a la que viste en el funeral de tu abuela Carmen, tu hermana subió al micrófono y te dedicó una última canción punki que, al parecer te gustaba mucho. No veas cómo la cantaban muchos y muchas de tus amigos, sonaba con más fuerza que las canciones anteriores del funeral que las cantan unas pocas personas o el cura solo. Yo vi cómo varias chicas con pinta de duras y unos hombretones malencarados y tatuados lloraban sin cortarse un pelo. Una de ellas se adelantó en plena ceremonia a dejar un recuerdo en tu féretro, qué pena que no la vieras. Tampoco sentirías cómo tocaban con verdadera unción tu féretro según lo iban sacando. Es curioso que los que más lloraban no eran tus familiares, que estaban la mayoría con cara de circunstancias, sino tus colegas.
A mí también se me cayeron unos buenos lagrimones contagiado por ellos, mira por dónde es la primera vez que la música punkie me hace llorar. Qué pena que te perdiste una de las mejores cosas que te han pasado en la vida por las muestras de cariño y de dolor que te dedicaron. Al final, una vez más, diste la campanada, ya te vale. Gracias por lo que pude aprender contigo y perdona si no te puse fácil el tomar ese café o esa birra juntos. Agur Ion.