lunes, 4 de julio de 2022

Barakaldo lagunkoia. Y ahora viene la segunda que...

 


Ya hemos entregado nuestro diagnóstico a las entidades ciudadanas que habían colaborado en su realización y a los portavoces de los partidos políticos que forman el conjunto del consistorio. A partir de ahí se nos abre un nuevo frente: elaborar un plan de acción a cinco años vista. He de decir, según mi opinión, que la hemos iniciado en un contexto nada favorable. Ha habido dos factores determinantes que nos han dejado, al menos a mí, un tanto perdidos cuando no descorazonados. Para el cierre de la primera parte se había anunciado una colaboración con el programa de Agenda Municipal. Para dicha reunión se nos había vendido un intercambio sobre aspectos ciudadanos a mejorar y de propuestas al respecto. En su lugar unas jóvenes se presentaron con carteles anunciantes de su programa y nos plantaron unos papeles y un boli para que calificáramos la importancia de los objetivos que ya habían sido determinados, no sabíamos por quién, del mismo modo que si fuéramos una asociación cualquiera. O sea, que no tenían ni idea de dónde se habían metido ni, al igual que nosotros, para qué habían ido allí. Fue un espectáculo bochornoso y lo siento por ellas que no dejaban de ser meras mandadas. Creo que semejante dislate merece más de una explicación, tanto por el lado institucional como por el nuestro.

Esto no dejó de ser un mero aperitivo de lo que nos esperaba. El segundo anuncio que recibimos consistía en una rueda de prensa al terminar la anterior sesión. Cuál no fue nuestra sorpresa al ver que se presentó la alcaldesa con cámaras y micrófonos, junto con sus incondicionales. La encargada de prensa de alcaldía ejerció de maestra de ceremonias ya que llevaba todo bien atado. La alcaldesa se explayó ampliamente con las notas que le habían preparado y, en su salsa, hizo suyo lo que era nuestro. Luego no se hicieron preguntas a nuestros portavoces y se les dejó hablar sin nada preparado, así que cada uno dijo algo que le vino en ese momento a la cabeza. Otro periodista hizo alguna pregunta a modo de tomar nota de datos concretos y se acabó. La alcaldesa se puso a departir tranquilamente con nosotros, valorándonos una vez más la importancia de lo que habíamos hecho. Cuando se fue, en medio del revuelo de las despedidas, aparecieron otras cámaras y un par de compañeros hablaron con ellos no sabemos qué. Para terminar, la organización invitó al personal a tomar algo y nos regalaron un elegante bolígrafo. Algo es algo.


Otro cantar fue tener que soportar el despiece típico de los medios de comunicación. En los resúmenes televisivos o las notas de prensa inmediatos aparecía la alcaldesa con sus declaraciones, y nuestros portavoces en segundo plano y con poco espacio. Como suele suceder, cada cual cuenta la feria según le conviene, saca titulares de donde menos se espera y nos hace decir lo que nadie ha escrito. A esto hay que añadir algún comunicado de corte político que nos volvía a confirmar que nos estaban fagocitando, haciendo suyo lo que es nuestro. En las declaraciones de la alcaldesa en Tele 7, confirmaba lo que había aparecido en prensa: que habíamos propuesto hacer no sé que bailes para los mayores. Me tuve que leer en su día por dentro y por fuera todas las sugerencias que nos habían remitido los encuestados y juro por mi santa madre que no había nada de eso. Se había hablado, eso sí, de que había que mejorar las actividades de ocio para mayores, pero esa propuesta era un tema a desarrollar, como todas, en acciones concretas. Así que a través de este fiasco informativo y manipulador no nos va a quedar mucho espacio para definirnos como un grupo independiente y para ir señalando libremente nuestras iniciativas, denuncias o concreciones.

El acto final de la primera temporada se realizó en el CIHMA de El Regato. Nada más sentarnos se nos dieron unos papeles con propuestas sobre los valores, líneas estratégicas... y otros temas que, se suponía, formaban parte de un marco teórico, al parecer de obligado cumplimiento para un documento que se precie. Nos dividieron en grupos para que analizáramos las propuestas y aportáramos nuevas ideas. En la puesta en común se pudo ver que la mayoría no sabíamos a qué venía todo aquello y no faltaron quienes se pusieron a hacer propuestas que no venían a cuento con lo que se estaba pretendiendo elaborar. El caso es que se montó un batiburrillo que terminó con las prisas de algunas, con concretar la quedada para la celebración... y no nos dio más que para que se tomaran un par de notas. Menos mal que al final Luki nos dio un paseo contándonos historias y sucedidos del lugar, hasta terminar tomando un txakoli tan agrio como el que hacía mi abuelo.


Y en septiembre qué. Esa es la cuestión. Después de tanto desconcierto creo que, más allá de organizar los trabajos de una forma más razonable, vamos a necesitar retomar el rumbo, porque me temo que con accidentes como los expuestos es fácil perder el sentido de lo que se está haciendo. Yo, al menos, voy a necesitar explicaciones "claras y distintas" -como pedía Descartes- para poder digerir este mal cuerpo, y peor ánimo, que me han quedado. Después, habrá que elaborar un planteamiento que  parta desde una base consensuada entre todos y todas, sin empezar a hacer la casa por el tejado, que es como defino lo de la última reunión. Estas son mis sensaciones y mis opiniones, sin más. Las expongo porque necesito hacer el esfuerzo de no tirar la toalla, que ganas no me han faltado, y retomar nuestra misión con el ánimo que nos ha caracterizado desde el principio.