jueves, 7 de febrero de 2013

CONSENSO versus AFRICANISMO

Los pactos de la Moncloa. Una buena lección de la historia
El fin de semana pasado escuche en radio nacional parte de una entrevista a Manuel Vicent. En ella sostenía que el espíritu de la transición ha fracasado porque la voluntad de consenso que la hizo posible desapareció muy pronto. Según él se ha instalado en su lugar un nuevo "africanismo" que hace que nuestra democracia no pueda funcionar. Para mí, después de leer "El Holocausto Español" de Paul Preston, este concepto me había quedado claro. Los africanistas eran los militares que desarrollaron su carrera en el protectorado de Marruecos. Allí su práctica habitual era arrasar las aldeas con sus habitantes dentro, así se acababa con el problema de los rebeldes. Cuando pasaron a la península siguieron con la misma política, esto es, el enemigo liquidado es el que no molesta más. Esta fue la escuela de Franco, Sanjurjo... y el tropel de jefes y oficiales que medraron a su sombra. Los mismos que masacraron a los mineros de Asturias o a los braceros de Andalucía o a la población civil en la guerra. Ese fue el sistema que aplicó Franco en la guerra civil: por donde pasaba no podía quedar ni un republicano en pie ni aunque comulgase todos los domingos. Según Tuñón de Lara, Franco podría haber terminado la guerra civil en la mitad de tiempo con los medios de los que disponía, pero con este afán de dejar todo barrido y con su obsesión por entrar en Madrid consiguió prolongar cruel e innecesariamente el sufrimiento de los dos bandos.

Hoy, y desde tiempo ha, el africanismo se practica sistemáticamente en la política de este país y, auque ahora la eliminación del enemigo es incruenta,el daño que se hace al país es incalculable. El PP, por ejemplo, cada vez que ha accedido al poder lo ha hecho sin ningún programa, solamente con el "váyase..." "el paro de Zapatero..." Esto es, a costa de eliminar al enemigo sin más. Nunca se dijo qué se iba a hacer para corregir los errores del anterior, sino solamente que se vaya para que me ponga yo. En este momento de corrupción estamos asistiendo a un espectáculo bochornoso basado en el " y tú más". En vez de intentar lavar cada uno la ropa en su casa y llegar a acuerdos, a compromisos y a leyes para que no se repitan hechos tan lamentables, se dedican los dos grandes partidos a pedir cabezas del bando contrario, negando hipócritamente sus propios pecados. Mientras tanto solamente consiguen que el ciudadano desconfíe cada día más no solo de ellos, sino de todas las instituciones públicas. Aquí cerca hemos contemplado cómo el diputado general de Bizkaia se negó a colaborar en el tema tributario con el gobierno socialista -"la vaca no da más leche"- y en cuanto han puesto a los suyos en Vitoria la vaca se ha recuperado milagrosamente. Entre tanto lo que haya perjudicado al país con sus decisiones le importa un bledo.

En medio de ese espectáculo el paro sigue creciendo, los recortes siguen creciendo, el hambre sigue creciendo, los desahucios  siguen creciendo, la fracción social sigue creciendo, la falta de oportunidades para los jóvenes sigue creciendo... Pero nadie da un paso al frente para llegar a acuerdos básicos comunes que puedan solucionar o, al menos, paliar la catastrófica situación en la que sobrevivimos. Mientras se centran en eliminar a los contrarios o en sacar rentas electorales, están colaborando o permitiendo que los mercados, los bancos alemanes o quien demonios esté al mando de  este expolio, arrasen los beneficios y las garantías del estado que nos habíamos dotado. Con Franco la nación que reducida a ruinas y la hizo retroceder hasta el siglo XIX. Con éstos el estado de bienestar va a quedar arrasado y nos van a hacer volver a la situación social de los años 70, solo que sin el espíritu de lucha y de consenso que entonces que nos permitió salir con vida de la dictadura.