Creo que están pagando lo que hicieron dentro de un sistema que, sobre el papel, es democrático y mantiene unas leyes independientes de ideologías o intereses partidistas. En este sistema jurídico existen unas leyes que contemplan claramente del tratamiento del régimen carcelario. A la vez, mantienen un objetivo básico que consiste en conseguir que, a la vez que se cumplen las penas, los presos lleguen a reinsertarse en la sociedad. Es en este contexto donde se ve necesario que se cumplan las condenas cerca de sus familiares o de la sociedad en la que luego van a volver. En base a esto, es incomprensible de todo punto de vista esa política de dispersión que se salta la legislación vigente, cuando para más inri ETA ha dejado de existir hace tiempo.
Por supuesto que lo dicho no quiere decir que yo soy de los de borrón y cuenta nueva. Ellos tienen que cumplir su condena, sí, pero dentro del marco jurídico con todos sus puntos, y no se puede permitir que esa otra justicia que se reclama, se salte la vigente y mantenga heridas abiertas para satisfacer el rencor y las ansias de venganza de algunas asociaciones de víctimas o de intereses partidistas. Tampoco se tiene en cuenta que dicha venganza se extiende hasta sus familias, que son tan víctimas como los mismos presos. Les ha tocado sufrir todo tipo de desplantes, de vejaciones, de dificultades e, incluso, han dejado vidas en las carreteras. Viene a cuento una de las últimas reflexiones del libro que acabo de terminar: "La misma exigencia de la ley establecida, con la que se responde a la agresión, esconde el rencor del agredido, ojo por ojo y diente por diente. Se recurre a la ley cuando falta la ética y se carece de la capacidad de perdón. Detrás del resentimiento que se esconde bajo la ley, está la fijación en el pasado que se proyecta sobre el presente y el futuro. La memoria de la afrenta lleva a revitalizarla constantemente y al no poder olvidarse, se mantienen abiertas la heridas causadas." (J.A. Estrada)