jueves, 7 de marzo de 2024

"De andar por casa"

    


 Lunes 4 de marzo. nos toca ir a Bakio pero víspera Mª Ángeles nos alertó de que el acceso a S. Juan de Gaztelugatxe estaba cerrado por obras hasta el día 8. Lógicamente no íbamos a ir y perdernos lo más típico del paseo. Así que echamos mano de un sanqueremos, que estaba por ahí guardado, preparado por Fernan y por Salva. Esta vez la quedada fue en Sta. Teresa y allí estábamos 25 incombustibles con el paraguas a mano o en la mochila por si acaso. El acaso no se hizo efectivo, así que tuvimos una mañana estupenda para caminar. Tomamos el bidegorri que sale de la parte de abajo de Beurko y seguimos hasta Portugalete. Al llegar nos salimos del mismo para afincarnos en el área recreativa que hay a la entrada de la villa. Allí en medio de una zona de juegos infantiles repusimos fuerzas, aunque era algo más pronto que otros días, y es que el tiempo del transporte se hace notar tanto a la ida como a la vuelta. Pero somos senderistas intrépidos y eso no nos echa para atrás, por eso las salidas de "andar por casa" son la excepción.

    Hasta aquí todo normal y conocido, pero a la vuelta nuestros guías nos llevaron por zonas desconocidas para la gran mayoría de nosotros. Arrancamos pegados al polideportivo nuevo y luego seguimos por la parte de atrás del centro comercial de Ballonti. Bordeamos una zona de urbanizaciones nuevas y en un trozo de campa hicimos la foto de grupo.


Fuimos a salir. bajando por detrás de la comisaría de Sestao, al semáforo que corta el bidegorri, pero no volvimos por él, sino que los guías nos dirigieron dirección Elgero y, dejando a un lado la estación de Galindo, cruzamos las vías por un paso aéreo y fuimos a dar a una gran esplanada donde arrancaba otro sendero, esta vez de piedrilla. Hubo lo suyo si dar la vuelta por la acera o atajar por la hierba, ya algo machacada de pisadas. Al final triunfó el incivismo por aquello de la incomodidad.

    Debo confesar que me quedé  desorientado porque no recordaba haber visto antes semejante esplanada, hasta que caí en la cuenta de que habían desaparecido los pabellones antiguos de la Babcock Wilcox. Se me encogió el estómago al recordarlo. Aquello me transportó a los paisajes de mi niñez en La Familiar, cuando su sirena, la más características de todas porque parecía la de un buque gigantesco, nos marcaba las horas. Los camiones que a media mañana recogían las cestas canarieras con la comida de los trabajadores que iban depositando las mujeres. Las máquinas de tren que fabricaban, cómo luego la fábrica se fue extendiendo por la vega y fue tapando también las balsas, a las que mi abuelo Pepe me llevaba con él para coger quisquillas, que también usaba de carnada para pescar. 

  


Siguiendo la ruta, pasamos detrás del último monstruo comercial que nos ha llegado de yankilandia. En su parte trasera han puesto recientemente un puente para que la ruta pueda continuar por la margen izquierda del Ballonti. Hubo disquisiciones sobre la época y el estilo arquitectónico del mismo, que acabó en alguna foto. A partir de aquí, fuimos bordeando la depuradora de Galindo hasta que volvimos a cruzar la ría por el puente antiguo de la carretera a Santurtzi. Allí también me asaltaron  recuerdos de infancia, fijándome en la zona de la orilla de Sestao que también disponía de una parada del gasolino de Erandio. 

   


Finalmente, después de posar ante la bola del mundo en homenaje a Zubileta, seguimos por la pista de la vuelta a Barakaldo contemplando el avance de las obras del superparque recreativo, playa y de todo que nos van a poner. Al llegar a la estación de metro de Ansio hicimos despedida y cierre dando por finalizado el paseo. A pesar de la frustración de no poder haber ido a S. Juan de Gaztelugatxe, pudimos disfrutar de una buena mañana de caminar -unos trece kilómetros- y de convivencia. Otro día será lo de Bakio. 

jueves, 22 de febrero de 2024

Palmeros de lujo

 


Ya en entradas anteriores he mostrado mi hartazgo ante el sesgo que está tomando la política española, en la que todos los relatos están referidos a cuestiones que consisten, casi exclusivamente, a dimes y diretes, puyas, calumnias y "tú más". Hay un gobierno pendiente de un hilo que no hace más que darse tiros en el pie y una oposición soez y disparatada que se cree gobierno y se dedica en cuerpo y alma a tirar a matar al presidente y a exaltar sus poderes. Con ello están dando temas de sobra para que los medios de comunicación, proclives a unos u otros, monten el circo mediático y, así, parece que en España solo existen esos asuntos a tratar.

Ya nos hemos olvidado de lo que es un debate, ahora solo contemplamos confrontaciones, tanto en el congreso como en el senado, que solamente consisten en hacer declaraciones altisonantes y carentes de un mínimo de dignidad. Pero no importa: ahí está la cohorte de palmeros y jaleadores, llamados diputados, que se levantan aplaudiendo y vitoreando a su representante de turno diga lo que diga. En cambio, cuando habla el de la bancada opuesta, se convierten en una jauría desatada, que han llegado incluso a las manos en algunas ocasiones, dedicando a los adversarios todo tipo de lindezas a voz en grito. Luego vienen las réplicas y la sesión circense se va repitiendo.


Y yo me pregunto ¿ cuántos escaños de sus señorías no se dedican más que a eso? por que hay un pequeño grupo de portavoces y los demás... ¿Qué hacemos los españoles pagando a una cantidad de diputados o senadores que solo sirven para hacer de palmeros, apretar un botón cuando les piden un voto y sestear en los tediosos debates, cuando no a andar tirando de móviles o similares entretenimientos? Estamos pagando unos palmeros de lujo para dar de comer a la maquinaria de los partidos y a un grupo de señoras y señores que están ahí porque les han incluido en una lista por recomendación, favoritismo o vaya usted a saber por qué tipo de intereses. Visto sus privilegios, dietas y sueldos he de decir que estamos subvencionando un circo carísimo con un programa bochornoso, que cada día nos aburre más y pierde más interés porque ni trata ni resuelve lo que nos interesa en nuestro día a día y en lo que nos jugamos nuestro futuro.

martes, 20 de febrero de 2024

Lunes de senderismo 23

 


Lunes 19 de febrero. A las 9 en punto bajamos al metro para dirigirnos a la estación de Abando y no era cuestión de perder el cercanías de Orduña. La ruta señalada para este día era la senda verde a orillas del Nervión entre Laudio y Amurrio. Para la mayoría era ya conocida, pero aún así la hemos vuelto a disfrutar como si fuese nueva. Hay que reconocer que se mantiene en condiciones óptimas para hacer senderismo o, simplemente, como una "ruta del colesterol", lo que es de agradecer.  Antes de subir al tren ya se había comentado que en la ocasión anterior nos habían cobrado el trayecto hasta Orduña y se temían que hoy nos podía pasar lo mismo. Al final se ha aclarado el conflicto: sí que hay cancelas para pasar la barik en todas las estaciones y apeaderos, por tanto la culpa fue nuestra que pasamos sin fichar.


Echamos pie a tierra, como es ya costumbre en nuestro grupo, en Luyando. Hicimos la visita homenaje al monumento del Árbol Malato, que marcaba el límite del Señorío de Bizkaia, en recuerdo de nuestros belicosos antecesores. No podía faltar la primera foto de grupo. A continuación seguimos la ruta, pero el grupo se fue estirando demasiado, dado que una par de lanzadillos iban delante como si fuesen una avanzadilla. Nos reagrupamos después de pasar las instalaciones de Tubos Reunidos. A lo largo de este recorrido estuvimos acompañados de la música de los rápidos del Nervión, además de la pajarería que ya anda muy revuelta, aunque aún estemos en febrero.


Llegamos a los terrenos del antiguo colegio de los "frailes alemanes" como les llaman los antiguos de Amurrio o "Misioneros de la Sagrada Familia" como reza un cartel de la carreterita de acceso. Por lo visto había mucho que convertir en la zona para que el régimen trajera misioneros de tan lejos. A poco de pasarlo hemos virado a la izquierda y hemos iniciado la subida a la ermita de San Roque en un tramo de leve inclinación. Unas vacas de una raza poco vista por aquí han echo las delicias de algunas contemplando los cuidados cariñosos con que atendía a su ternerito y no han faltado quienes han posado para que se les vea con ellas.

A poco ha comenzado a tomar más inclinación la carretera y ha habido peticiones de auxilio por posibles hipoglucemias o desfallecimientos. Se había desayunado de madrugada y ya no eran horas de seguir sin el necesario repuesto de carburante. No hemos tardado mucho en llegar al área recreativa adyacente a la ermita y nos hemos tomado un largo respiro.


Hemos usado los bancos y mesas con cautela y protección por lo fríos y húmedos que estaban. A la vez que se daba cuenta de las provisiones, también se aprovechaba a aligerar la vejiga tanto en el baño que hay junto a ermita, como entre la vegetación colindante, que un poco de abono no le  viene mal.

Tras diversas llamadas se consiguió formar el grupo para sacar la foto en las escaleras de acceso a la ermita, que es de obligado cumplimiento por su historia de anteriores ediciones. Tras la foto de grupo se han hecho otras de posible denuncia por apartheid de género. Y es que ese tema huele un poco a viejuno Discrepancias aparte, dentro de un ambiente inmejorable hemos bajado hacia Amurrio y ¡oh sorpresa! Hoy va a ser un día señalado porque no se ha quedado nadie a comer. Claro, como el animador y buscador de restaurantes se ha ido a ligar con La Regenta... pasa lo que pasa.


Hemos tomado una buena decisión final ya que todos volvíamos a casa: subir al apeadero para evitar cruzar todo Amurrio y nos ha parecido a tener en cuenta para próximas ediciones. Cuando entrábamos en el andén, después de acceder por una pasarela interminable, el letrero marcaba que solo faltaban ocho minutos para la llegada del próximo tren. Así que miel sobre hojuelas, como se decía antes, y todos contentos a casita. Nos veremos en el próximo sanqueremos que será según lo que diga AEMET sobre el tiempo que nos pueda tocar.  

miércoles, 14 de febrero de 2024

Contra viento y marea


12 de febrero, a pesar de las predicciones poco alagüeñas del tiempo nos hemos presentados 25 valientes, o un tanto locos, para realizar el sanqueremos previsto: Mungia-Gatika-Mungia. Hemos cogido el bus que sale de Cruces y va por pueblos sin necesidad de tener que ir a Bilbao. En tres cuartos de hora, más o menos nos apeábamos delante del ayuntamiento de Mungia. En cuanto abandonamos el casco urbano y salimos a la carretera comenzamos a percibir que la amenaza de fuertes vientos del oeste iba en serio. Para remate nos tocaba avanzar exactamente en esa dirección, por lo que con viento de proa el camino se iba haciendo a cada paso más cuesta arriba, a pesar de que era llano. 

Una vez en el núcleo urbano de Gatika buscamos refugio en el magnífico pórtico de su iglesia parroquial, y es que tendríamos que hacer un censo de pórticos de las iglesia de Bizkaia que nos han cobijado en circunstancias adversas. Algo que tenemos que agradecer a la santa madre iglesia, aunque en lo demás... cada cual sabrá. A poco de llegar se comenzaron a ver movimientos de idas y venidas con cierto sigilo, hasta que aquello se convirtió en peregrinaje total al único baño abierto del entorno, gentileza del ayuntamiento del lugar. Claro de una en una y contando con un solo baño, el retomar la marcha se retrasó lo suyo. No sospechábamos la que nos esperaba al salir del refugio sagrado. Ha habido pocos momentos tan difíciles y desagradables como éste en lo que llevo de senderista y no es porque lloviera mucho, sino por cómo nos han estado azotando de cara las desaforadas rachas de viento que nos clavaban las gotas de agua. Un grupo acabó refugiándose en una marquesina para ponerse plásticos o más ropa y se ha estado en un tris de dar media vuelta a Mungia.


En cuanto nos desviamos para tomar los caminos secundarios entre caseríos, hemos tenido la suerte de transitar por sitios más protegidos y con el viento de popa. Una vez más nos hemos topado en este pueblo con entrenamiento de pruebas para animales. En esta ocasión se trataba de un poderoso caballo  arrastrando una cubierta de rueda de camión llena de piedras grandes ocupando la pista arriba y abajo. Así que tuvimos que ir apartándonos porque estaba en su casa y quiénes somos nosotros para interrumpir tan importante ejercicio, que luego se juegan mucha guita. El noble animal tenía una pisada de las que hace temblar el suelo, pero iba sudando lo suyo y aguantando el akuilue del entrenador que no le daba tregua. No sé si las asociaciones de protección animal se van a meter con este supuesto deporte, igual que lo hacen con las corridas de toros.

Lo que no me esperaba es que la ruta que me había preparado coincidía con el GR de la vuelta a Bizkaia. Así que no me he tenido que preocupar por la dirección, aunque en un momento dado yo he indicado tomar una desviación a la izquierda, pero los que iban delante han seguido las señales que atravesaban la pequeña carretera. No di orden de volver porque me fijé que las señales conducía al bidegorri que sube desde el parque de salida de Mungia hasta el pequeño polígono del fondo del barrio de Atxuri. Hace tiempo paseé por él y me sorprendió verlo tan mejorado. Así que nos llevaba más directos al final, aunque acortaba un par de kilómetros la trayectoria que yo tenía prevista. 


En fin, ni tan mal como lo que tuvimos que sufrir al comienzo. Además las chicas cantoras animaron el camino con irrintzis y canciones del antiguo testamento que animaron a otros a seguirlas. Paramos a hacer la foto de grupo que se repitió a la entrada de Mungia. Mala suerte también al final porque vimos cómo se nos iba el bus delante de nuestras narices, o sea que teníamos una hora de espera. Se tomó la decisión de coger el que va directo a Bilbao y luego el metro. La parada estaba cerca así que nos despedimos de los que se quedaron a comer. Mientras íbamos a la parada se vio que algunos se habían ido por otro lado, pero se les fue a avisar y llegaron justo para montarse. La última fue que al llegar a Bilbao unos se bajaban en Deusto y otros íbamos con la idea de llegar a Moyua, junto al metro. En fin que nos bajamos todos por aquello de mantenernos en grupo y no acabar como el rosario de la aurora.


A esta salida hay que darle una vuelta y aprovechar mejor los caminos, aunque hoy nos ha venido de maravilla el que se nos haya hecho corta. Entre corrillos se han ido haciendo otras propuestas para ampliar el catálogo de sanqueremos y se ha tomado nota de ellas para que alguien o alguienes las visite previamente y vayamos sobre seguro. Todo se andará -nunca mejor dicho-.

sábado, 10 de febrero de 2024

Adiós gasolino

 


Ha llegado la hora de despedir al que se ha llamado desde tiempos inmemoriables el gasolino de Erandio. A decir verdad, los de la otra orilla dirían gasolino de Barakaldo. Fue un medio imprescindible para comunicar ambas orillas a falta de puentes. Tanto Erandio como Barakaldo han intercambiado vida a través de los gasolinos, el de la dársena de Portu y el que unía las Lutxanas. Por él hemos pasado para ir y volver del trabajo, para coger los trenes y buses de la margen derecha y para relaciones familiares. En este último caso me incluyo. Mi padre era nacido en Erandio y mi madre en Barakaldo. Cuando se casaron se establecieron aquí en La Familiar. Así que desde pequeño tuve que usar habitualmente el gasolino para relacionarme con la familia paterna. Ya de adulto también estuve unos años utilizándolo para ir al trabajo. También tengo el entrañable recuerdo de las excursiones parroquiales de S. Vicente a Plencia en las que se les hacía trabajar a destajo, mientras el famoso cura D. Ramiro daba órdenes organizando el paso con su potente chorro de voz.


Mis primeros recuerdos están ligados a la parada que estaba en el Galindo enfrente a otra en Sestao, donde están ahora las instalaciones del Kaiku. La usábamos preferentemente porque nos venía mejor bajar desde la La Familiar por "el corte de la ría" -como llamábamos a la orilla del Galindo-. A veces con la marea baja no se podía utilizar por el fango y los restos industriales que perfumaban el ambiente gris del momento. Era impresionante su aspecto en las horas punta lleno hasta el carel con gente subida en las escaleras de acceso o colgados en los aledaños de la cabina. Y eso que excepto en fiestas o en momentos bajos siempre había dos botes de servicio.


Yo tenía miedo, mejor dicho pánico, cuando veía que la ría venía revuelta. Entonces la boca exterior estaba menos protegida y cuando venía mala mar las olas llegaban con fuerza hasta el interior, con lo que castigaban el costado del bote y le balanceaban de babor a estribor. Ese movimiento me daba la impresión de que nos iba a escupir por la borda y me ponía histérico. En alguna ocasión mi madre me tuvo que dar un buen  cachete a ver si reaccionaba porque le estaba dejando en ridículo. Lo que me encantaba era ver las maniobra que hacían los remolcadores en las pleamares para enderezar el rumbo de los barcos atracados en los muelles interiores de Bilbao aprovechando la desembocadura del Galindo No me perdía detalle.

Y ahora nos toca decirle adiós. Es un paisaje más del Barakaldo industrial que muere de muerte natural. El ecosistema de los pueblos y el modo de vida de los ciudadanos de ambas orillas ha cambiado totalmente y en ellos ya no tiene más sentido que un entrañable recuerdo de algo que fue. En el momento en que ese recuerdo no se puede alimentar por sí mismo pierde vida y desaparece. Ya hay puente en Rontegi, metro y más puentes que nos van a poner. Y es que acontecimientos como éste nos golpea para hacernos echar la vista atrás y percatarnos todo lo que ha cambiado nuestro entorno y lo que hemos cambiado nosotros mismos con él en tan poco tiempo. Como suelo decir yo, y eso que ninguno, o mejor dicho ninguna, hemos cumplido cien años. Claro, pero eso no deja de ser historias  del siglo pasado que quedarán para las chapas de los abuelos cebolletas, y ni eso porque igual en Google se ven mejor y los nietos de hoy en día no están por la labor de aguantarles. Agur viejo amigo.




jueves, 8 de febrero de 2024

Sta Águeda 2024

 


Un año más una de las tradiciones más arraigadas en nuestro pueblo nos ha servido para celebrar la unión de los tres grupos de senderismo municipal de Barakaldo. Esta vez, como en los años anteriores, hemos retrasado la fecha un par de días para evitar la dispersión del grupo en medio del barullo del los días señalados y poder así celebrarlo "en estricta intimidad". Esta jornada podemos considerarla el pistoletazo de salida del décimo aniversario de la creación de este programa del que estamos disfrutando todos sus miembros. Así pues, conviene que  tengamos en cuenta que todas las celebraciones y encuentros comunes de este año queremos que sean especiales.
La coordinadora

A este respecto, desde los coordinadores del programa se ha hecho llegar al ayuntamiento una petición también especial para la jornada anual en que nos financia el viaje: a ver si, con motivo del aniversario, puede ser de dos días. Lo hemos pedido con tiempo porque ya se sabe que en esto de preparar presupuestos las prisas son malas consejeras.

La veteranía

Tal como estaba anunciado, a las 9 horas nos hemos puesto en marcha desde la plaza Bide Onera. Ha habido alguna protesta porque no se han respetado los minutos de cortesía. El primer chasco ha sido el encontrarnos cerrado por obras el paso inferior de la autovía que da acceso a la subida a Cruces. Hemos tenido que hacer el trayecto por las escaleras de "los gaiteros" hasta el polígono. Lógicamente esto ha supuesto un retraso y nos hemos encontrado con el grupo de Cruces que ya estaba impaciente y sorprendido al vernos llegar por la otra esquina de la plaza. Nos hemos reagrupado para iniciar la subida, pero nos avisaron que un grupo ya se había adelantado.

La nueva savia

Una vez en la ermita se ha estado compartiendo comida y bebida en un ambiente alegre. Naiara, la sustituta de Patricia, nos ha acompañado y ya tenía pedida la llave del templo. Hemos podido visitarlo, con tranquilidad y sin aglomeraciones en su interior, los y las que hacía mucho que no entrábamos. Nos hemos encontrado gratamente sorprendidos al ver lo bien reformado y sumamente cuidado que está en su interior. A decir verdad, no pocas han aprovechado para utilizar el servicio de la iglesia y no para fines litúrgicos precisamente. Nos ha costado reagruparnos de nuevo para el momento cumbre de cantar a la santa. Musicalmente hemos afinado mejor que el año pasado, impulsados por nuestros magníficos coralistas, pero se ha dado un pequeño detalle que ha desajustado el coro: las chuletas con el texto de la canción unas eran de ternera y otras de cerdo...


Finalmente llegó el rito que da cierre a estas jornadas. Primero la foto de familia y luego, por aquello del décimo aniversario, otras fotos significativas: los veteranos que participaron en el inicio del programa, los y las nuevas participantes y el grupo de coordinación. Lógicamente, quien más quien menos ha echado en falta a personas que han sido constantes en  las salidas. Y es que los jubilados de hoy en día tenemos una apretada agenda de compromisos sanitarios, familiares e, incluso, sociales. Hay otros que ya están dejando de asistir, por aquello de la salud o de los años -que no perdonan- y, sin embargo, quieren seguir en contacto con el programa a través de los mensajes y las fotos. Igual habría que crear la figura del "Senderista emérito". A partir de aquí, se inició el regreso en grupos, algunos de ellos bien ambientados entre irrintzis y canciones y es que el humor ha sido el protagonista hasta el final. Y colorín colorado hasta el próximo año.



miércoles, 24 de enero de 2024

Feijoísmo


Tengo la sensación de que necesito taparme la nariz para poder escribir esta entrada, por el peligro de que este blog quede contaminado. Es tal el hartazgo y la desazón que me produce el tener que escuchar y leer las declaraciones y los exabruptos del PP, que siento el estómago revuelto. No se puede vivir con esa jauría que, en vez de templarse, va en aumento día tras día. En realidad la raíz de semejante follón es muy sencilla. Un señor, al parecer muy importante y experimentado en las lides gubernativas, fue sacado de su Galicia profunda y exaltado en Madrid para poner orden y enderezar el rumbo de España. Pero, a pesar de haber ganado las elecciones, no ha podido gobernar por falta de apoyos, lo que le ha cabreado muchísimo y, ya avisó que iba a armar la marimorena. 


En estos momentos ya está llegando a un todo vale con tal de que el presidente no consiga gobernar: manifestaciones, proclamas, difamaciones... Se le ha olvidado alguna que otra cosa, por ejemplo, que en democracia, como en el deporte o en las apuestas, hay que saber perder y ganar y, sobre todo, no perder las formas, porque no es mejor opositor quien más grita sino el que más alternativas presenta. Además esa falta de formas acaban siendo un ataque a la inteligencia del personal, que no puede entender que se esté hablando continuamente de temas que ni le van ni le vienen a los problemas básicos de la vida, y que va a acabar abominando la política. 


Son capaces de desprestigiar a España en Europa y en los ambientes internacionales o de bloquear los dineros que nos pueda destinar la UE, si eso vale para derrocar el sanchismo. Eso fuera, dentro de casa lo suyo raya en el delirio: el parlamento no sirve, solo el senado porque allí sí tienen mayoría; la constitución está desautorizada; dicen que no hay independencia judicial, cuando llevan años bloqueando la renovación del poder judicial y se han dado casos flagrantes de tener fiscales y jueces a su dictado; España está al borde de caer destrozada, y resulta que ahora, para no cumplir alguna ley del gobierno, se va a dedicar a sacar decretos con las comunidades autónomas que ellos gobiernan; en Galicia no hay problemas que resolver en el mar o en el mundo rural, solo cabe votar para evitar que Sánchez gobierne... Y, claro, el señor Feijó se erige en el ángel de la guarda de esta desvalida nación dirigida sin rumbo al caos total.


Si denominan "sanchismo" al gobierno, podremos llamar "feijoísmo" a este tipo de oposición, que, en el fondo, no deja de ser una versión ampliada y delirante de la forma de hacer política del PP, marca Aznar: si está en la oposición tirar a matar al presidente, generador de todos los males, como única solución a la catástrofe reinante -González, Zapatero, Sánchez-; si gobiernan, están toda la legislatura poniendo a caldo y dando palos a la oposición por lo rematadamente mal que ha actuado y porque ha dejado el estado hecho unos zorros y, a saber, cuánto tiempo les va a llevar arreglarlo. Y mientras tanto ellos a lo suyo: a sacar sus intereses sin que se note y pasándose las promesas electorales por ya se sabe dónde ¿Y vamos a tener que estar así cuatro años? Por el amor de Dios ¿no habrá nadie en ese partido o sus alrededores que ponga un poco de sentido común para que nos dejen vivir en paz?

Lunes de senderismo 22


 Lunes 22 de enero. Toca madrugar. Vamos a comenzar la "Vía verde de los montes de hierro" desde su cabecera en Traslaviña y las comunicaciones no son fáciles. Este año hemos optado por hacer el viaje con Bizkaibus -transbordo incluido en Zalla-, por aquello de la inseguridad en los trenes de las líneas de Feve, mientras que en ediciones anteriores se usó la de Santander. Casualidad o no, que cuando descendimos del segundo autobús vimos llegar el tren. A pesar de que todos íbamos prevenidos para sobrevivir a las posibles lluvias que nos iban a caer al mediodía, pudimos disfrutar de una mañana con la temperatura adecuada para caminar. Tuvimos suerte también porque la mayor parte del recorrido transcurrió por zonas protegidas del viento suroeste, que tanta guerra está dando últimamente, e incluso no faltó algo de sol.


Fuimos disfrutando el bonito panorama por el que transcurre la vía, leyendo también los escasos poemas que quedan legibles en cada kilómetro y observando los restos de las edificaciones mineras. Paramos hacia la mitad del recorrido para el hamaiketako, que suele hacerse en el comienzo de la cuesta que obliga a sortear la cantera. Además de comer se trataron otros temas. Se hizo una consulta sobre si convenía hacer una despedida a los compañeros y compañeras que se han ido dando de baja durante el año por edad o por motivos de salud.

La otra cuestión era intentar ensayar algo la canción de Santa Águeda. El cantor y animador oficial para estos temas, Salva, ya nos había mandado la letra y una versión cantada. Todos estábamos de acuerdo en que la del año pasado salió fatal y que era necesario conseguir algo más digno, pero al final no se vio tanto entusiasmo y se quedó en hacerlo más a conciencia el lunes próximo.


La siguiente etapa nos condujo a los hornos de calcinación de El Castaño. Da lástima comprobar año tras año el deterioro que sufren sin que haya ningún programa de protección. Dentro de poco se van a encontrar comidos por la vegetación, tanto por la que les envuelve desde el exterior, como por la crece de entre sus ladrillos, pinos incluidos. Solo una persona se aventuró a subir a las pasarelas carcomidas. Los que no conocían el lugar también estuvieron mirando las cintas transportadoras y el chabolo que las cubre, tan deteriorado o más que todos los cadáveres de los edificios mineros que les rodean. 


Tras hartarse a sacar fotos, el personal fue encaminándose de forma muy desperdigada hacia la parada de El Bentorro. Unos corriendo porque decían que íbamos a perder el autobús y otros que no tenían ganas de arrancar. Total que los primeros llegaron antes de que el bus saliera de Balmaseda, y mira que advertimos que nos iba a tocar esperar, y los segundos... que no sabían qué camino tomar a última hora porque habían perdido de vista a los anteriores. Y hala, llamadas de teléfono pidiendo auxilio. En fin, espero que esto sirva de lección, de que es conveniente tener en cuenta las instrucciones del recorrido y de que hay que estar atentos a los movimientos del grupo para no perderse. A pesar de los pesares, nunca perdemos el buen humor y el compañerismo, que es lo que cuenta.



miércoles, 17 de enero de 2024

Apretando los dientes






 Día 15 de enero. Los Fernando nos han invitado a otro paseo por la margen derecha, un tanto desconocido para la casi totalidad del grupo. Los augurios metereológicos eran nefastos, sin embargo el amanecer y las primeras horas de la mañana fueron plácidas y no parecía que los mismos iban a cumplirse. Fuimos 23 valientes -o ilusos- los que nos apuntamos al recorrido. Comenzamos por tomar el paseo adjunto a la ría desde Sarriko hasta el límite con Erandio. A partir de ahí, nos encontramos con un conglomerado de obras que nos hacían pasar de una acera a otra continuamente. Llegados al centro urbano acometimos las primera cuesta que nos iba a llevar al mirador de las tres cruces, donde teníamos previsto hacer el avituallamiento. 


Apenas dejamos atrás el campo de futbol, comenzó a chispear y el Serantes se estaba vistiendo de luto por momentos. Un simple cambio de viento y nos vimos envueltos en lluvia constante atizada por ese viento, justo en el trayecto más alto del camino donde más expuestos estábamos, así que apenas servía el paraguas y acabaron por salir un montón de capas. Total que ni mirador, ni parada y sin saber qué hacer. Todo un calvario, nunca mejor dicho. Así que el guía mandó bajar a Astrabudua que estaba a un paso. Y ahí nos tenías haciendo un viacrucis a la inversa con una buena pendiente. Menos mal que éste no acabó en otro calvario sino en la resurrección, porque pudimos comer a cubierto y sacudirnos el agua invadiendo un espacio de juegos infantiles con una amplia techumbre.

Al reanudar la marcha, parecía que el agua nos iba a dar una tregua, pero resultó un espejismo que solo duró mientras callejeamos por una Astrabudua totalmente desconocida. A todo esto, algunas, vista su ropa empapada, optaron por poner fin al paseo y bajaron al metro. Nada más atravesar el puente sobre el Gobelas empezó a arreciar de nuevo, sobre todo cuando subimos a Ondiz, la otra parte elevada del trayecto. Nos desviamos un poco hacia una ermita por si podíamos hacer la foto de grupo en su pórtico, pero estaba enrejado y bien cerrado. Así que nos refugiamos en el voladizo del probaleku que cierra una bonita plaza arbolada. La fotógrafa oficial consiguió engañarnos para hacer la foto bajo la lluvia y sin paraguas.


Ya no quedaba más que bajar a Getxo por una pequeña carretera que daba acceso a la zona vip de Leioa, como la definió nuestro guía. En aquellas circunstancias optamos por bajar directamente a Las Arenas, acortando el trayecto previsto en unos pocos kilómetros. En fin, ha sido una salida interesante y creo que merece la pena aguantar el paso por esas zonas urbanas para disfrutar de las vistas sobre nuestra margen que nos ofrecen el Calvario y Ondiz y conocer que hay vida también más allá de la ría. Eso sí, sería conveniente contar con el arreglo del paso por Erandio para repetir el trayecto y, a ser posible, con un pelín de mejor suerte. Tomamos nota.

martes, 16 de enero de 2024

Paranoya total

 


Estamos llegando a un punto en el que dicen que hemos avanzado en capacidades tecnológicas, en facilidad de comunicación, en servicios directos por internet... pero resulta que nada puede ser lo que dice ser o la voz que escuchas es la que crees que es, pero no es  la persona que conoces la que la emite... Te llaman del banco por los conductos que parecen del banco con sus credenciales, pero no lo son. Te dicen que tu compañía te manda unos técnicos para un arreglo que se han inventado y del que tú no tienes noticia, te llegan mensajes de que has sido agraciado con no sé qué regalo... Son incontables los spam que se acumulan en los contestadores o en los correos. Eso, estamos envueltos en una paranoya universal con un crecimiento sin límites y sin control, porque nadie es capaz de saber hasta dónde se puede llegar con esas herramientas que van a acabar comiéndonos.

En resumen, hemos entrado en la sociedad de la mentira. Ni posverdad ni leches. Nos intentan engañar por todas partes y ahora llega la inteligencia artificial y mucho antes de que pueda suponer un avance en la atención y el servicio de la sociedad, ha empezado a funcionar como una herramienta de suplantación de personalidades, de clonación de obras de arte o de escritura o de música...

Vamos a acabar paranoicos perdidos porque no vamos a ser capaces de distinguir entre lo que es real o es fraude. Pienso sobre todo en las personas que están más distantes del dominio de las tecnologías de la información que, ya de por sí son un grupo de riesgo por su edad y por su escasa formación, están siendo diana en la mayor parte de esos ataques. Ya no se trata de los timos clásicos o de las estafas habituales, sino que cuentan con unos métodos y unas herramientas que les permiten colarse de la manera más hábil y fidedigna hasta la cocina, como quien dice. 



Para dar un marco oficial a este fiasco, nuestros representantes políticos se montan unos tinglados y unos discursos que parece que el cielo se nos va a caer encima, pero que, si los escuchas detenidamente, resulta que son relatos vacíos basados en afirmaciones dudosas, cuando no falsas. En realidad los problemas que airean no son tales, ni por supuesto buscan su solución, sino que lo que pretenden es escudarse en ellos para garantizarse otros intereses que no les conviene que aparezcan en la primera plana. Eso sí, cuentan con sus medios de comunicación que se encargan de airearlos y amplificarlos, cuando no acaban escribiéndoles el guion. O esa, que aquí también funciona aquello de nada es lo que parece y así acabamos por no creernos nada.

Y a todo esto, en medio mundo se puede estar encubando la tercera guerra mundial, solo que esta vez distribuida en varios escenarios que acabarán juntándose en un todos contra todos. Europa metió a USA en las anteriores guerras y ahora puede que sea a la inversa, que nos meta en las suyas, que se están multiplicando por momentos. De momento ha liado a los ingleses y menos mal que ya no son de los nuestros. Los chinos se están mosqueando con lo de Taigwan y la pueden armar en cualquier momento. Lo de Ucrania parece que no se va a acabar nunca. Y por si había pocos fundamentalistas salen los persas a defender a los yemeníes que están poniendo patas arriba el mercado, con la disculpa de que atacan a Israel. Claro, ahora la pregunta es: ¿Qué no habrá por debajo de lo poco que sabemos a través de los canales informativos? Ya te digo, vaya panorama.