A raíz de los atascos que tenemos que soportar los vecinos de Barakaldo cuando hay eventos multitudinarios en el BEC, había comentado con varios conocidos las oposiciones de Osakidetza. Curiosamente comenzaron a salir en la conversación casos de familiares y conocidos que dejaban a las claras unas actitudes que parecían fuera del sentido común o de la realidad social en que nos movemos: se habían presentado a las oposiciones de Osakidetza sin abrir un libro o tomándose la preparación a la ligera. Se comentaba que, por la formación que habían tenido, si se hubiesen preparado un poco, las posibilidades se habrían multiplicado, pero se encogen de hombros y ya está, se quedan tan pichis. Casualmente mi amigo Orencio, entre las conversaciones de uno de los paseos montañeros, me cuenta otra historia similar. Un conocido suyo que trabaja en un hospital le dice a su hija que, si aprueba el examen inicial de esas oposiciones, le asegura un puesto de trabajo en el mismo. La chica debía estar muy ocupada con su nueva pareja y suspende ¿Qué no había entendido del "si apruebas"? Y es que hay gran cantidad de personal que no se pone las pilas hasta que no le ve las orejas al lobo. Claro que entonces se es más mayor, cuesta más estudiar y se tiene otro tipo de responsabilidades que no facilitan precisamente la preparación.
