jueves, 24 de diciembre de 2015

Días de monte 22

Tal como quedamos en la anterior salida, este sábado 19 de diciembre nos presentamos en el valle de Karrantza, concretamente en el barrio de Lanzas Agudas, con la osada intención de llegar a la cumbre del Balgerri, 1100 ms. Lo de la osadía está más que justificado por el fortísimo viento que hacía, lo que no nos amilanó a pesar de las advertencias previas de las familias. Nada más ponernos en marcha surgieron las primeras dudas y en éstas estábamos cuando apareció un montañero que sin más ni más, viéndonos de aquella guisa, nos espetó "si vais al Balgerri yo también". 

Como el famoso ángel de la biblia nos guió y nos llevó por sitios que no vienen en los senderos marcados, pero que posibilitan pasar por por parajes especiales o tener mejores vistas. Fue una gozada contar con su compañía, porque, por si fuera poco, era charlatán y se creó entre los tres un ambiente de camaradería muy agradable. Esta es una de las cosas buenas que tiene el monte. A todo esto Juanjo desenfundó la cámara, pero resulta que la batería se le había descargado. Así que he copiado algunas fotos de google.

Lo mejor del paseo fue el paso por el impresionante hayedo de su ladera norte. Abundan las hayas viejas con sus ramas y troncos imponentes y retorcidos. Así desnudas en invierno y con el ulular del viento en sus copas tenían un aspecto lúgubre que imponía. Mientras los senderos transitaban por la cara norte entre arbolado, la ascensión se hizo tranquila sin grandes desniveles y al socaire, pero al salir al collado el viento sur nos empezó a bambolear de lo lindo. En la cumbre no pudimos parar nada porque el viento nos arrastraba, y yo tuve que clavar el bastón en un par de ocasiones para agarrarme. A poco de dejar la cumbre, nos sentamos en una zona algo resguardada aprovechando los tímidos y escasos rayos de sol y deglutimos el bocata.

Aventuras aparte, el Balgerri, como casi todos los montes del cordal de Ordunte, es un espectáculo imponente, tanto por los bosques de sus laderas como por las vistas: el valle de Karrantza, el de Mena, el panatano de Ordunte, las peñas de Mena, la cordillera, los montes encartados... En fin un banquete del que no pudimos disfrutar más que de un pequeñísimo aperitivo. Pero el mejor ingrediente del día fue contar con la compañía y la amistad de Jon, que así se llama nuestro guía. Para la próxima estamos pensando en visitar a los vecinos de Araba.


lunes, 14 de diciembre de 2015

A la salud del pecado original

Se ha convertido ya en costumbre el que estemos disfrutando de un puente magnífico por la coincidencia de una fiesta civil, que tiene su aquel por ser el aniversario de la constitución, con otra religiosa La Inmaculada. Nadie se pregunta a qué se debe que esta fiesta religiosa se mantenga, ni qué contenido tiene: es fiesta y nos viene de tralla para aprovechar el puente y hacer escapaditas que no se puedan dar en los fines de semana. Hace años, a poco de poner en marcha este blog, puse una entrada solicitando que esta fiesta fuera anulada por falta de sentido para los creyentes actuales y por vivir en un estado laico que nada tiene que ver con esas zarandajas dogmáticas. Ya apuntaba entonces que el mantener la fiesta era una concesión más de los gobiernos a la jerarquía católica para tener a la iglesia en paz y no enfrente. En su día tampoco los socialistas se atrevieron a tocarla.

Aunque parezca algo estrambótico, le debemos este puente a la tan trasnochada como famosa doctrina del pecado original. Sí, aquello de que nacíamos en pecado marcados por la herencia del patinazo de nuestros lejanos ancestros que nos dejaron sin paraíso terrenal. Claro que los que la inventaron no tenían ni idea de la evolución de las especies y esas cosas que hoy saben hasta los de la ESO. Entonces había que bautizar enseguida a los niños para que quedaran libres de tamaña desgracia, ya que, si morían antes de ser bautizados, quedarían encerrados a perpetuidad en la guardería del limbo de los justos. Una tradición curiosa porque el sacramento que se inventó como rito iniciático para pertenecer a la iglesia, quedó reducido en la mentalidad popular a un simple ritual purificador. El problema está en que después de Darwin -que ya ha llovido- se siga con mentalidades de ese tipo, mantenidas especialmente por cierto sector de la jerarquía. 

Llegados a este punto hay que clarificar que ese poder purificador nos fue transmitido por Jesucristo, porque El fue uno como nosotros en todo menos en el pecado, ya que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, por lo que quedó libre de tan desgraciada herencia, ya que el pecado original se transmitía a través de la herencia del padre. Y aquí viene otro pequeño fallo del que no son culpables los doctores que montaron la doctrina, porque en aquellas épocas no tenían ni la más remota idea del sistema de fecundación de la raza humana, que esto ya lo conocen ahora hasta los de primaria. Antiguamente se creía que la función de la mujer consistía simplemente en ser el seno donde se desarrollaba la vida que el varón había depositado en él, por lo que se consideraba que los hijos eran del padre. Pero llegó un momento en el que las investigaciones y las ciencias descubrieron el óvulo y su función reproductora, por lo que el tenderete se caía por su propio peso, ya que el pecado original se le habría transmitido al niño Jesús a través de su madre: vaya lío. Como no podían excomulgar ni mandar a la hoguera a nadie, como les pasó a otros en tiempos inquisitoriales, no les quedó otra que aceptar el descubrimiento. Entonces había que buscar una explicación válida, por lo que decretaron por dogma que María había sido concebida también sin pecado original milagrosamente porque estaba destinada a ser la madre de Jesús. Y aquí estamos de puente por tan sabia decisión con categoría de infalible. 

Sinceramente esta fiesta me resulta casposa, carca y fuera de tiempo y de lugar. Y lo siento por la figura de María que ha sido maltratada a lo largo de la historia, como una más en la historia de la mujer. Ella, como todas la mujeres que aparecen en los evangelios cercanas a Jesús, fue apartada de las decisiones en las primeras comunidades. Luego, cuando el imperio impuso el cristianismo, se aprovechó su recuerdo y su figura para bautizar y borrar a las deidades paganas de carácter femenino: se le pusieron mantos y adornos, se le atribuyeron magníficos atributos y milagros, se le pusieron altares... pero ella quedó reducida a la función de madre de Jesús, como aparece en la mayoría de sus representaciones. De todos modos, el hispano medio se agarra a las fiestas ya vengan de Dios o del diablo y, aunque todo este rollo religioso se la traiga al pairo, que La Inmaculada ni se la toquen, solo faltaba.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Días de monte 21

Hoy nos hemos sacado una espinita. Ya habíamos hablado de subir al Untzueta, 766 ms, varias veces y por fin hoy ha caído. Este monte es el que se ve cuando se baja de Altube por la autopista. Está encima de la cantera de Orozco y tiene unas antenas en la cima. Es una cumbre aérea y tiene un cono en lo alto que exige un esfuerzo final sobrañadido. Según se ve en la cumbre hubo allí una pequeña fortaleza. Hay un cartel que da fe de que ésta fue obra de Sancho el Sabio de Navarra. Su función era de controlar los accesos por Alava a Castilla desde el mar y, a fe mía, que estaba bien escogido para esa función, porque domina perfectamente los valles del Altube, que da acceso al puerto de su nombre hacia Vitoria, y del Nervión, por el que venían los mercaderes de Castilla a través del puerto de Orduña. Cuentan los cronicones que fue asaltado varias veces pero que resistió gallardamente hasta dos veces. Luego se hicieron con él los señores de Bizkaia, hasta que tiempo atrás lo destruyeron. No me imagino yo subiendo semejantes pendientes, que nunca mejor dicho son de armas tomar, cargado de malla, casco, espadones, bombardas...  

Homenaje en la cumbre
Hemos partido de Arakaldo. Por fin conozco este pueblecito que, al contrario del mío, del que solo se diferencia en la b inicial, es el más pequeño de Bizkaia o, al  menos, el que menor censo electoral tiene. Han sido 650 metros de desnivel y, excepto en un pequeño tramo de tregua, con pendientes exigentes. Al llegar al último tramo, el bosque se queda atrás y el pico final le empequeñece a uno. En dos horas hemos subido, Juanjo ha hecho el reportaje fotográfico, hemos dado buen fin a nuestras viandas y hemos emprendido la bajada enseguida porque Juanjo se ha puesto nervioso en la cumbre: no aguanta las antenas y los repetidores. Una mañana que ha despertado amenazadora y cargada de nieblas, pero según subíamos éstas se iban quedando abajo, por lo que el espectáculo del mar de nubes en los valles colindantes ha sido impresionante. A la vez los montes aparecían como islas entre algodones.

Nada más aparcar nos han recibido con salvas de honor, pero no eran tales, sino más bien matarifes de esos que por estas fechas se camuflan detrás de unas matas o de parapetos hechos con ramas para diezmar a las bandadas de aves migratorias. Nosotros no hemos visto ninguna pero hemos seguido escuchando tiros hasta media mañana. A eso lo llaman cuarteles y caza controlada. Hemos quedado que la próxima salida estará dedicada a alguno de los miles del cordal de Ordunte que se para Karrantza de Mena.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Los imprescindibles

Hoy día de todos los santos he sentido la necesidad de escribir algo en honor de todos aquellos que en su vida han hecho posible que en este mundo haya menos personal que sufra y que nos sea menos gravoso tener confianza en la humanidad. O sea, santos o no pero que no nos falten nunca personas como ellos. De paso, haciendo esto en memoria de estos imprescindibles, quiero huir del idiotismo mimético que se ha apoderado del personal en estas fechas con la imitación de las fiestas del mal gusto importadas del fantasma colectivo yanqui -algo ya adelanté en mi facebook. 

El viernes pasado participé en un acto en favor de la fundación Vicente Ferrer en Bilbao. Jordi Folgado, su sobrino y gerente de la fundación, intentó comunicarnos las experiencias que había vivido en su trayectoria de trabajo junto a su tío. Más allá de fijarse solo en sus actos e iniciativas, nos transmitió, sobre todo, su filosofía de vida, las vivencias interiores de Vicente y su inquebrantable fe. Digo que intentó porque en algunos momentos se le quebraba la voz y se quedaba bloqueado por la emoción. En el turno de preguntas una señora mayor no se explicaba cómo no estaba ya en los altares un santo así, cuando estaba a la vista de todo el mundo el bien que había hecho. Jordi le dijo que sí estaba en los altares, pero no aquí sino en los altarcitos domésticos de las casas de Anantapur, junto con los de sus dioses domésticos. Ellos dicen que no es un dios pero que lo tienen cerca y lo han podido tocar. Claro que la pregunta de la buena señora quedó sin contestar. 

La iglesia dedicó este día a todos los santos anónimos que no había podido reconocer oficialmente pero que su santidad había sido palpable para aquellos que habían convivido con ellos. Claro que en personas tan notorias como Vicente Ferrer o, se me ocurre también, el Abbè Pierre el  anonimato no es precisamente lo que les caracteriza. Sin embargo es más fácil canonizar a religiosos, obispos o papas que a otros y no digamos si, además, tuvieron la osadía de abandonar su estatus clerical o religioso. Es lamentable que a estas alturas se sigan considerando milagros solamente las curaciones, supuestas o no, prodigiosas y no se dé importancia al bien personas así han hecho a pueblos y a colectivos desfavorecidos, posibilitándoles una vida digna cuando no les quedaba ninguna esperanza o muy pocas oportunidades. Algo de esto dejé escrito cuando murió Vicente Ferrer. Voy acabar desconfiando de casi todos los que llevan el san por delante para quedarme con los no reconocidos canónicamente, ya sea por desconocimiento o por ser ignorados intencionadamente.

martes, 20 de octubre de 2015

La envidia, un pecado característico de los españoles

Ahora andamos a vueltas con los conciertos de los estatutos de los vascos, tanto los de la comunidad autónoma como los de la foral. Se han puesto de acuerdo en andar diciendo que tenemos mucho morro y muchos privilegios a costa de que el resto de España anda a verlas venir y que nuestra insolidaridad agrava los problemas de todos. Algunos tienen ya en sus programas eliminarlos, cuando aún no se ha cumplido del todo el estatuto de Gernika, y es fácil que, más allá de sus convicciones, su intención sea,sobre todo, buscar votos fuera de aquí. Otros dejan caer frases como quien no quiere la cosa y no se sabe a qué carta están jugando. Vaya perra que han cogido y algunos medios se han encargado de amplificarlo. Qué más quieren los periodistas para tener más salsa que revolver.

Al personal le falla la memoria o la tiene sumamente selectiva, como los famosos sordos que oyen lo que quieren. El sistema de las autonomías fue un café para todos para salir del paso al poner en marcha la constitución. En la medida que se ha ido desarrollando ha resultado ser un engendro de problemas continuos en cuanto competencias y, sobre todo, en cuanto a financiación. Por otra parte, también ha favorecido un descontrol considerable en los gobiernos correspondientes y en las cajas que éstos controlaban, tal como se está padeciendo ahora que han llegado las vacas flacas. Corrupción y desfalcos en Valencia, presidentes imputados y pelotazos en Andalucía, desastre administrativo y corrupción en Cataluña, pitorreo político en Asturias, el vertedero de corruptos en Madrid, aeropuertos sin aviones, sumarios interminables... y suma y sigue. Pero resulta que lo que hay que hacer para arreglar el problema es eliminar el cupo de los vascos y, de paso, soltar una seria de lindezas sin fuste ni fundamento haciendo creer al personal de a pie lo que no es. Increíble. 

Y es que parece que estamos como en un patio de colegio o de instituto en el que se desacredita o se le hace la vida imposible al empollón o al que saca buenas notas, y se erigen en modelos los vagos profesionales o los líderes negativos con su cohorte de incondicionales. No hay más que mirar las estadísticas oficiales para comprobar que, hasta el momento, han sido las comunidades vascas unas de las que mejor han funcionado, pero es más fácil quitar de delante al que puede hacer sombra o ser reflejo de las miserias propias, que tomar ejemplo de lo positivo y proponer soluciones de fondo que se adecuen a las necesidades reales de los nuevos momentos.
Claro que entonces nos metemos en un terreno pantanoso al que muchos le tienen miedo: modificar la constitución o hacer otra nueva... Pero los españoles somos así, parece que llevamos la envidia en el adn: le colgamos el sambenito al que mejor va y no se descansa hasta desacreditarle o acabar con él. Con eso nos quedamos tan panchos y nos olvidamos del problema real. Así nos luce el pelo. 


jueves, 15 de octubre de 2015

Volvemos a Galileo

Ha comenzado el sínodo de obispos dedicado a la familia. Su santidad ha largado un arrebato inicial dejando bien claro qué es una familia cristiana y a partir de ahí que se diga lo que se quiera. Lógicamente en ese discurso de apertura no se ha movido un ápice la postura oficial mantenida hasta ahora por jerarquía católica. Es probable que muchos nos hayamos quedado sorprendidos al comprobar que no presentaba ningún resquicio aperturista. Cabe pensar que en esta materia su santidad no esté tan abierto a la sociedad como en otras o que, rodeado por tanta mitra, no está la cuerda para hacer malabarismos y se guarda algún as en la manga. Sea como sea, no podemos esperar muchos más resultados del sínodo que no sea repetir lo de siempre: recriminar y condenar las perversiones existentes y llamar a los fieles a su cumplimiento como solución imprescindible para el buen funcionamiento de la sociedad.

Es increíble que a estas alturas de la historia se pretenda imponer a todo el universo mundo un modelo de estructura familiar propio de una cultura determinada, porque aseguran desde su infalibilidad que es la que Dios ha determinado que sea. Una cultura que corresponde a los que han colonizado y explotado al resto de continentes y, que para más inri, en estos momentos está dinamitada por los avances tecnológicos, por el devenir social de la globalización o por su corrupción interna. Por otra parte, la sociedad está avanzando en materia de respeto a las diferencias y a los derechos básicos de las personas.

Mantenerse anclados en esa postura dogmática supone no ver o no querer ver la realidad, pero ésta es tozuda y seguirá ahí. Entonces todos sus discursos y normas solo servirán para seguir excluyendo y provocando nuevos rechazos sociales. Una vez más nos van a seguir poniendo más difícil ser o manifestarnos como seguidores de Jesús. Y es que a sus eminencias les produce vértigo cambiar una coma,así que, aunque en nuestro mundo cada vez haya más complejidad y variedad en la formación de familias o de formas de convivencia, ellos seguirán negando la mayor. O sea, que el resultado va a ser como volver a lo de la tierra no es redonda o que el sol gira alrededor de la tierra porque la Biblia lo dice. Espero que para el 2999, si aún quedase la raza humana en el planeta y si aún existiese la iglesia católica, llegue alguna rectificación al respecto.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Días de monte 20

La chepa final del Upo
Sábado 3 de octubre. Por fin Juanjo y yo podemos coincidir para poner en marcha nuestras salidas montañeras de los sábados por la mañana. Esta vez nos dirigimos a Arrigorriaga y desde su base nos propusimos hacer el Upo y el Artanda de una atacada, o sea, dos por uno. Nos hizo una bonita mañana muy distinta de los días anteriores y del día siguiente, un buen paréntesis. Las distancias eran cortas pero el desnivel considerable, así que lo que se ahorra en tiempo se gasta en esfuerzo. Tras un primer tramo de pista a ratos con grava y a ratos cementada, llegamos al collado que separa ambas cimas. El espacio está copado por una granja de aspecto deplorable con vacas, un tanto raquíticas, deambulando y una cerca llena de cabras. Un coro de ladridos anunció nuestra llegada. Allí hay un cruce de pistas en el que habían quedado un buen número de vehículos. El personal se estaba organizando para dar una batida de setas. Nosotros enfilamos la subida a través del hayedo. La última rampa del Upo es vertical pero pudimos con ella.

En la cumbre nos recibieron con gran curiosidad unas señoras cabras que gozaban de libertad, no como las recluidas que nos encontramos antes. Tras las fotos de rigor para certificar nuestra presencia en la cumbre, degustamos el amplio panorama que tiene este monte, esta vez con el espectáculo de las nieblas agarradas a los valles, como se puede comprobar en el álbum que adjunto. Y
El valle del Nervión desde Artanda con Juanjo
sin más dilación emprendimos la bajada para acercarnos al Artanda, ya que solo eran la 9:30. Al llegar al cruce de caminos nos encontramos con un colectivo de motos de montaña y de skuarts -o como se diga- dedicados a hacer trompos y demás alardes de brutalidad quemando combustible a lo tonto. Luego nos siguieron hasta el Artanda, pero se quedaron en la loma redondeada que hay antes de su última rampa para lanzarse cuesta abajo a toda máquina. Algo se ve en una foto. En fin, además de contaminar sin más ni más, se juegan el físico para pasarlo bien. Nosotros a lo nuestro, comimos el bocata o mis frutos secos y de vuelta. A esas horas ya habían despejado algunas nieblas, pero aquí la vista  seguía siendo extraordinaria como desde el Upo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Todos somos sirios... por ahora

En estos momentos solamente tenemos una preocupación: los refugiados sirios. El parlamento europeo, los gobiernos, las administraciones locales y autonómicas, las ONGs, Obama, el Papa, los obispos, Caritas, la prensa en todas sus modalidades, los clubs deportivos... fotos espeluznantes, entrevistas, periodistas infiltrados con reportajes de primera fila, donaciones... han tocado a arrebato. O sea que si teníamos poco con la oleada de sur a norte nos viene ahora la de este a oeste. No me quiero meter en el pantano de las opiniones sobre qué es lo que motiva semejante movilización, porque no alcanza a mi intelecto ni a mi información. Tampoco sé si la única forma de acabar de raíz con el tema de la guerra famosa, sea mandando un superejército con las debidas bendiciones o si hay que contar con el dictador o ventilarlo de paso ya que nos metemos en harina. 

Claro que los motivos de carácter humanitario y caritativo -que teóricamente tendrían que ser los más importantes en esta movilización- no encajan mucho en el ideario de las principales instituciones o grupos implicados en tan espectacular ruido escénico, por lo que por sí solos no lograrían armar semejante movida. A saber lo que se mueve por debajo de este telón de acogida incondicional, con reparto de costes incluido: intereses políticos, imagen pública, morbo y carnaza para los medios, lavado de fachada o de conciencia... Todo ello envuelto en un discurso mediático de lo política y socialmente correcto, con la consiguiente satisfacción del deber cumplido por parte de nuestros mandatarios de todos los estamentos políticos y administrativos.

Tal como hoy he escuchado por la radio, ya casi sabemos cuantos vecinos sirios vamos a tener en nuestros alrededores, a no ser que sigan llegando más que no sería muy difícil. Pronto, por contra, irá asomando a los medios de comunicación desde los bajos fondos de la calle el discurso incorrecto de pueblo llano, que no entiende aquello de por qué a ellos sí y a nosotros no, o semejantes. Porque está bien el responder a esa catástrofe, pero hay gobiernos en este país que tienen otras catástrofes sin resolver -y sin importarles su solución- y no les duele un ápice seguir con su política de recortes y tente tieso en las inversiones sociales.
Se nos llena de yihadistas!! Maroto a lo suyo
Además con identificar a los que las reclaman con un peligro social o con vagos que se aprovechan del dinero público, lo arreglan todo. Claro que, para cuando se empiecen a hacer notorios esos sentimientos, se tendrán preparadas las baterías en contra de la xenofobia, la insolidaridad o la falta de memoria, porque también fuimos refugiados después de nuestra guerra o tuvimos que emigrar en masa...

En mi vida de voluntario o de educador social, siempre me ha reventado el que los recursos públicos se muevan o se adjudiquen a golpe de modas, de consignas, de escándalos o de los típicos planes cortoplacistas de los políticos de turno: drogas, delincuencia, paro, dependencia, emigración... Todo lo que no encaje con la preocupación del momento, por muy importante que sea, o se disfraza según las exigencias del guión de la película de turno o no existe. En esto de los refugiados puede pasar más de lo mismo. A ver quién se acuerda ahora, por ejemplo, de Lampedusa o de Sicilia, más lejos quedan aún las vallas con cuchillas o las deportaciones en caliente en Ceuta y Melilla, los nadadores tiroteados, las pateras a Canarias o las balsas en el estrecho... Ahora todos los focos están en Siria y alrededores, así que ya se pueden espabilar para aprovechar su momento, porque en cuanto aparezca otra movida... si te he visto no me acuerdo.

jueves, 3 de septiembre de 2015

El hechizo de la luna llena

Ya se nos ha esfumado eso que llaman vacaciones. Hemos tenido pocas oportunidades de disfrutar de nuestra casa de Quintanilla a lo largo de este verano. De todos modos hemos podido hacer varios paseos muy interesantes, aunque a éste que me voy a referir no fue necesario desplazarnos a ninguna parte. Tenemos por costumbre dar una vuelta por las calles solitarias del pueblo después de cenar, siempre que el tiempo lo permita. En una de estas vueltas contamos con una luna llena espléndida, lo que nos animó a salir del pueblo y deambular por pistas a campo abierto. Se podía ver perfectamente desde lo más cercano, hasta los montes del horizonte como si se tratase de tener una iluminación indirecta. En la línea del horizonte se recortaban las figuras de los arboles, de las vacas en los prados rumiando placenteramente, de las rocas... Al mismo tiempo la quietud y el silencio habituales resultaban más sobrecogedores en ese ambiente. Solo se sentía algún tintineo de esquila, el runrún de alguna chicharra o el ladrido lejano de un perro y el ruido de nuestras pisadas sobre la gravilla del camino. Por si fuera poco, había sido un día de calor inusual en la zona y el frescor nocturno resultaba ser un bálsamo, no solo para la piel, sino también para el humor o los pulmones. Por supuesto, el paseo duró bastante más de lo ordinario, como era de esperar.


Se me antoja que la luna llena tiene un hechizo especial si te dejas sumergir en su ambiente. Es como si vieras las cosas tal como son, pero de una manera distinta, percibiendo de ellas aspectos que no se descubren a la luz del día y obviando detalles o rasgos que les puedan afear. Resulta ser como una melodía brillante que se escucha durante la jornada y luego se transforma en modo menor, imbuida del silencio nocturno. Creo que en nuestro ajetreo cotidiano también necesitamos de estos espacios de luna llena para ver nuestro entorno, nuestro trabajo, nuestra vida con otra mirada más queda y serena, que nos ayude a vislumbrar un amanecer más amable en la jornada siguiente. De vez en cuando es una gozada impregnarse del bálsamo de un silencio así que nos permita percibir lo más oculto de nuestro interior y nos libere de la resaca de los roces, de las decepciones, de los esfuerzos o de toda la tralla del día a día. Si además, eso lo puede uno hacer en plena noche de luna llena, en compañía de la que más quiere y perdidos en el campo, resulta ser un privilegio del que no me canso de dar gracias a Dios por haber podido disfrutar de ello. 

domingo, 5 de julio de 2015

"Te debo una caña"

El viernes por la tarde volvíamos en el metro María y yo, cuando nada más entrar en el vagón oí una voz bronca que me llamaba. Era E hecho un mocetón. Para sorpresa mía noté que por su indumentaria, su aspecto y la mochila que llevaba parecía regresar a casa de su trabajo. Fue lo primero que le pregunté después de devolverle el saludo y, en efecto, me dijo que sí y me presentó a su compañero de trabajo que iba sentado a su lado. También él se interesó por mi vida. Se alegró de que me hubiese jubilado y de que ya no seguiría dando la brasa a la gente que no quería ir a clase. Me hizo gracia su observación y le recordé que teníamos una caña pendiente. Se sorprendió de que aún  me acordase de lo que yo le solía decir y me contestó que estaba hecho. Le fui observando durante el trayecto y mantenía un tono vitalista, de hecho, no calló hasta que su colega se bajó en Cruces. Como era de esperar, con su vozarrón y su falta de control iba radiando lo que le contaba para la mitad del vagón. Cuando se fue el compañero, se levantó y ofreció galantemente los dos asientos a dos señoras que iban de pie. Se dio cuenta de que yo le miraba y me guiñó el ojo como quien dice ahí queda eso. Nunca he dudado de que era un buen tipo, aunque su historia le haya llevado por caminos poco favorables para él. En ésta, como en una de mis anteriores entradas decía, la vida juega a cara o cruz nada más nacer. Lo digo porque E es de la misma edad y del mismo mes que mi hija.

Embarcadero de Erandio, por donde se escaparon
E nació en el seno de una de esas familias que he citado varias veces en mis historias. Su madre fue una de aquellas chicas que invité a trabajar en Emaús pero que no duró dos asaltos y se metió al poco tiempo en un club de baja estofa. El chulo de turno la dejó embarazada y si te he visto no me acuerdo. No sé si a estas alturas lo ha reconocido, aunque su madre lo ha intentado varias veces. La primera noticia que tuve de él es que se había escapado del colegio en el recreo con un compañero rumano. Un ertzaina les había encontrado en Erandio y los llevó de vuelta al centro. Su compañero era inteligente y frío y le conocíamos de sobra, por lo que enseguida pudimos ver que E no dejaba de ser su perrito fiel. Sus faltas de asistencia fueron en aumento y nos vimos obligados a abrirle expediente para llamar la atención a la familia. Por otra parte intentamos hablar personalmente con él y en seguida comprobamos que no le sobraban luces precisamente. Para nuestro asombro fuimos descubriendo que había estado desescolarizado hasta los 7 u 8 años. Había deambulado por tres colegios de los que no constaba ningún expediente de atención especial, simplemente le habían dado paso a los sucesivos cursos según la edad correspondiente. Así llegó al instituto y, lógicamente, estaba más perdido que Sor Ramonina en una sala de fiestas. Los especialistas le derivaron a un centro especializado para personalizar su atención, pero su madre se negó en redondo porque no sé qué razones que nadie alcanzó a comprender.A partir de aquí se dedicó a pulular por las calles y no conseguimos nada más de él. Sabemos que hubo un tiempo en que acompañaba a su hermana pequeña al colegio. Tampoco constaba expediente suyo en los servicios sociales porque su familia se había librado muy mucho de dar señales de vida, por si acaso. También pudimos comprobar que su madre, aún siendo joven, era analfabeta total.

He considerado de siempre a este chaval como una víctima de maltrato integral. Comenzando por su familia, siguiendo por todos los centros por los que pasó sin que nadie le hiciera caso y, para terminar, una vez que pusimos el caso de desescolarización ante la autoridad competente, nadie quiso tomar cartas en el asunto. Así que se podrá comprender la grata sorpresa que me produjo el comprobar que tenía algún trabajo. Eso sí, intentaré localizarle para ver qué clase de trabajo es y, sobre todo, para que me cuente cómo le va la vida. En conclusión, qué fácil resulta a muchos profesionales de la enseñanza o de los servicios públicos ejercer de bienpensantes y estigmatizar a algunos alumnos que no son de su agrado o a sus familias,para luego mirar hacia otra parte. Esos chavales y chavalas tienen derecho a una vida digna, por lo que necesitan más de atención que la mayoría, ya que lo que han tenido desde su infancia han sido malos tratos y desatención. Les ha tocado ser supervivientes, que no es un papel fácil de desarrollar en el teatro de la vida, y para eso hacen faltan dosis especiales de resiliencia, que no llueve del cielo precisamente.

viernes, 26 de junio de 2015

Periko, hasta siempre.

Ha fallecido Pedro Mª Solabarria Bilbao, Periko. He tenido la suerte de compartir su amistad, su alegría, su cariño, sus inquietudes y, en algún momento, sus luchas que también fueron la mías. A parte de nuestra excelente relación personal, no he compartido sus opciones políticas, lo que nunca ha sido un obstáculo entre nosotros, pues teníamos muy claro en qué coincidíamos. Lo más seguro es que pase a la historia de este pueblo precisamente por su participación en HB y en todas sus organizaciones colaterales. También es probable que para muchos no sea más que alguien que fomentó el terrorismo, sin más, cuando los que le conocemos sabemos de sobra que era incapaz de matar una mosca. No ha sido un político al uso, sino el auténtico antitipo de los que viven de la política, por eso espero que no pase a la historia solamente con la referencia de su pertenencia a unas siglas. Me gustaría resaltar, en esta dedicatoria en memoria suya, su gran humanidad y su profunda fe que le llevaron desde su dedicación total a la gente minera, hasta acabar con lo puesto protestando por los recortes, por los desahucios o por cualquier causa que le pareciera justa.
Toda la sensibilidad que tenía a la hora de atender a la gente necesitada, se convertía en una entereza y en una capacidad de lucha increíbles, cuando se trataba de plantar cara ante los de arriba. Nunca midió las consecuencias personales que podrían tener sus actos, ni se puso límites cuando estaba convencido de que era necesario hacer algo. Así le fue.

Comenzó de cura en Triano y cuando vio toda la miseria de la gente minera se hizo uno de ellos, dando todo lo que tenía -dormía en un jergón debajo de la mesa de la sacristía-, suscitando la solidaridad entre la misma gente y trabajando con ellos en la mina. Acabó volviendo loco al obispo, a las autoridades y a la empresa. Lo desterraron de allí y lo mandaron a Barakaldo, donde organizó grupos juveniles demasiado contestatarios para la época. Fue a parar a la famosa cárcel de Zamora donde el generalísimo encarceló a un tropel de curas vascos por no ser afectos al régimen, sino todo lo contrario. Vivía en un sótano y ahí me encontré con él, antes solo sabía de su existencia y le conocía de vista. Para
entonces trabajaba en la construcción y su guarida parecía un despacho de abogados clandestinos sacado de una novela negra: siempre encontrabas a obreros pidiendo ayuda por despidos, por impagos... Y el bueno de D. Pedro -que así le llamaban entonces- se presentaba en el juzgado de lo social haciendo de abogado defensor, porque se conocía las leyes laborales de pe a pa, o se plantaba delante del empresario de turno. Para sacar adelante cualquiera de esas causas era capaz de negociar hasta con el mismísimo diablo: una vez le acompañé al despacho de Ingunza, que había sido alcalde de Barakaldo y por aquel entonces era el director general del sindicato vertical en la Gran Vía. El buen señor no sabía dónde meterse, hasta que le concedió lo que pedíamos, creo yo, solo por perderle de vista. A partir de su famoso sótano aglutinó al rededor de su figura gente inquieta de todo tipo y generó una movilización sin precedentes en un sector que se consideraba irrelevante para las incipientes organizaciones obreras.

He podido mantener relación con él porque nos encontrábamos frecuentemente en Lutxana. La última oportunidad que tuve de estar con él fue hace algo más de un mes de visita en su casa y ya veíamos que su estado de salud no daba para mucho más. Sin embargo su energía vital, su alegría, la viveza de sus expresiones y la felicidad que irradiaba cuando nos enseñaba sus recuerdos seguían intactas. Pudimos disfrutar en un mismo espacio del D. Pedro y de Periko, una síntesis perfecta de su personalidad y de la coherencia de su trayectoria vital. Yo, cuando me llegue ese momento, me conformo con la mitad de lo que nos transmitió en aquellos momentos. Eso sí, murió, igual que vivió, con lo puesto. Agur eta ohore


martes, 23 de junio de 2015

Todo a cara o cruz cuando nacemos

Ayer según bajaba a la piscina me encontré con B que me saludó con una sonrisa más radiante que la que le permite su medicación de ordinario. Tras las frases de rigor y echarle unos piropos por su buen aspecto, amplió su sonrisa y me comunicó que su hijo iba a hacerle abuela. Me emocionó la noticia, como suelo decir, otro que nos va a hacer abuelos. R es un chaval, bueno a estas alturas estará peinando a los 30...y pico, con el que coincidí en mi etapa de educador en el hogar Murrieta. He convivido con él desde que tenía 10 u 11 años. Era un trasto total pero noble y se hacía querer, incluso cuando le tenías que castigar. Vago impenitente para los estudios, pero trabajador y hábil con las manos. No me acuerdo  cuántas mañanas le tuve que tirar de la cama para que fuera al instituto. Coger un libro era un castigo para él, pero podía desmontar un reloj y volverlo a montar sin que le sobraran piezas. Acabó en el CIP de Barakaldo y después se puso a trabajar con su padre, que por fin se acordó de que tenía un hijo al que casi ni conocía. Estaba bien situado en la construcción y, después de varios años sin dejar de trabajar, me dijo que iba a empezar a hacer cursos para ser encargado de obra. Pero... "llegó el comandante (la burbuja) y mandó a parar". Uno de tantos que se quedó colgado, pero no se quedó quieto: participó en programas, quiso ponerse con el graduado que dejó perdido... Por fin, a través de un compañero consiguió un puesto estable. N es su novia desde los 16 años y ahora va a ser la  madre de su retoño. Tiene estudios de educación infantil y ha trabajado en guarderías. Creo que esta relación ha tenido algo que ver en la estabilidad con que R ha llevado estas etapas de su vida. Me alegro por ellos y por el que viene, porque es más que probable que se encuentre en un seno acogedor.

Los dos estuvieron en el CIP de Barakaldo con 10 años de diferencia
Al salir de la piscina y en la misma calle, solo que 100 metros más hacia abajo. me encontré con C que había sacado a pasear al perro, uno de esos paticortos, gordos, feos, con orejas puntiagudas, babosones, que se quedan mirando con ojos de loco. Ya te vale -le dije- no has tenido suficiente con tus hijas y con tus nietos que ahora andas también cuidando un perro. Ya ves -me contestó- era del chiquillo, pero lo ha dejado en casa y hay que cuidarle. El chiquillo es su nieto G, al que ha criado desde su nacimiento y para el que es su madre. De la biológica C también tuvo que seguir cuidando ya que le trajo por el camino de la amargura en su truculento historial -cuento algo de esto en una entrada antigua. También ha colaborado en el cuidado de sus otros nietos y con su marido no lo tuvo nada fácil. Es de esas mujeres que se merecen un altar. Al nombrar a G se le nubló la cara y casi se echó a llorar. Va a tener un hijo -susurró entre dientes. Me quedé helado. El chaval es de la edad de mi hija, terminó bien el CIP, tuvo algún trabajillo y desde entonces dice que está buscando trabajo. Es un buen tipo pero, me da la impresión, que con poco empuje. También sé quién es la futura madre, aunque solo la conozco de vista. Es hija de L que pertenece a una familia un tanto problemática, y de la que he escrito algo, a propósito de uno de sus hermanos. Ella no colaboraba en casa mientras su madre andaba a cuatro manos sin poder con los hijos. Según su suegro "dio un braguetazo" para amarrar a su hijo y así "salir de la miseria en la que vivía". Este hombre trabajó en el ayuntamiento y la boda de su hijo le trajo por el camino de la amargura. Ya llevaba bastantes años jubilado y un día se presentó en el ayuntamiento con muy mal aspecto, desencajado y desesperado, buscando a una asistente social porque esos le habían arruinado. C terminó diciéndome que L había querido que siguieran con el embarazo y ahora la criatura iba a depender de ellas dos. Por si había tenido poco ahora le tocaría seguir ejerciendo siendo bisabuela, porque conociendo a la otra no hay que esperar que asuma compromisos. Visto el panorama, uno se echa a temblar con lo que le espera a la criatura.

Esta entrada puede parecer un capítulo de novela negra del Barakaldo oculto, pero es solamente un desahogo de las sensaciones contrapuestas que estos dos encuentros fortuitos han desatado en mi interior, trayendo a mi memoria un montón de recuerdos y de intervenciones que no viene al caso exponer por confidencialidad. Dos nuevos seres que van a nacer casi al mismo tiempo, en el mismo pueblo y en familias que en mayor o en menor grado han atravesado por graves dificultades, pero con futuros divergentes, aunque pueda pasar de todo. En una se recondujo la trayectoria y en la otra podemos hacer quinielas para saber dónde vamos a encontrar al pequeño o pequeña cuando crezca un poco. Ojalá me equivoque en éste último.

lunes, 15 de junio de 2015

Las idas y vueltas de la historia

En uno de los paseos montañeros, que me permite disfrutar mi condición de jubilado junto con la compañía de mi amigo Orencio, subimos al Mello desde la población de Montellano en el valle de Galdames. El Mello tiene seiscientos y pico metros y es uno de los montes que se asoman sobre la costa en el límite con Cantabria. Como ambos lo habíamos subido desde Muskiz optamos por la ruta de Montellano, que de verdad solo tiene la primera mitad del nombre porque es una purita pendiente y hasta las casas están escalonadas. Así que en este trayecto, las cuestas más duras están al inicio de la subida, o sea, que hay que ir preparado. Desde la cumbre se tienen diversas vistas sobre la costa, la zona minera y en el camino se pude ver como en maqueta parte de la refinería de Petronor. 

Hoy, sin embargo, no me voy a referir al tema montañero, sino a la sorpresa que me llevé al llegar a este pueblo. La última vez que estuve en él sería por los años ochenta cuando trabaja como trapero de Emaús y recorríamos las Encartaciones con el camión. La imagen que yo recordaba no tenía nada que ver con lo que estaba viendo. Está totalmente remodelado, desde la infame carreterucha de acceso en la que tenía que ir sorteando baches y desprendimientos, hasta la urbanización, la iglesia y las casas, tanto nuevas como reconstruidas. 

Ciertamente se había convertido en un lugar de residencia para personas que prefieren la tranquilidad y el campo. Como comentamos Orencio y yo, allí se palpaba que había muchos euros por metro cuadrado. De hecho la gente que nos fuimos encontrando era de una media de edad elevada y su aspecto dejaba bien a las claras que tenían la vida resuelta.


Lo que es la vida: Montellano era una población minera y agrícola. Aún se pueden ver en sus alrededores los restos de las explotaciones al aire libre. Apenas ha pasado un siglo y es un barrio residencial de gente bien. Claro en el contexto actual de restructuraciones, reformas, recortes y demás penurias que tienen en perspectiva las nuevas generaciones, inmediatamente se me ocurrió la pregunta inversa, aunque no habrá que esperar un siglo para responderla, porque ahora todo va muy de prisa. Es sarcástico contrastar esto con la imposibilidad de una mayoría aplastante de jóvenes de montar su vida autónoma por la precariedad del empleo, por las nuevas condiciones laborales que les amenazan o por el paro puro y duro.
Van a estar como para pensar en segundas residencias, y más de ese nivel, cuando no les va a dar ni para un alquiler que no sea de protección oficial. O lo que es más agobiante, al fin y al cabo, qué se van a encontrar cuando lleguen a los años de los que hoy disfrutamos de la jubilación. Visto desde este Montellano se me antoja que los jóvenes de hoy van a tener que pasar penurias, cuando no miserias, como las de nuestros antepasados mineros, solo que disfrazadas o encubiertas por una sociedad supuestamente avanzada con una economía que avanza por el buen camino, según declaran las altas instancias mundiales y el gobierno a su servicio. Al menos aquellos tenían sus chozas y sus casitas, mientras que una nube de jóvenes acabarán sin poder salir de casa de sus padres hasta que se les caigan a pedazos por no poder mantenerlas. Vivir para ver.

lunes, 1 de junio de 2015

El estuario del río Barbadún

Esta mañana de domingo hemos disfrutado de un día primaveral con sol y con la brisa fresca del mar. Hemos salido pronto hacia la playa de La Arena, antes de que llegara la nube de familias ansiosas de sol. He estado fuera de circulación por mis lumbalgias y había que probar y poner las bisagras en marcha aprovechando el sol. Así que nos hemos dedicado a pasear durante dos horas por el pequeño estuario del río Barbadún, que desemboca junto a Pobeña en la playa. Antes de llegar ahí forma un pequeño estuario cuyas dunas y marismas se están recuperando tras largos esfuerzos. Es una gozada ver llenarse de vegetación y de vida unos parajes castigados por la minería y la industria. Hoy nos ha tocado la bajamar y estábamos en época de mareas vivas, por lo que hemos podido salir de los caminos marcados y perdernos en medio de la marisma sin mojarnos ni llenarnos de barro, viendo restos de karramarros o de caracolillos y asustando pajarillos de los que no conozco el nombre. Ahora sí que podrán refugiarse las aves migratorias y hacer su recorrido las angulas

Hasta hace bien poco estaban ocupados por depósitos de CLH que han sido trasladados a la zona industrial del puerto exterior de Santurtzi. Cuando yo era niño este río era de color rojizo porque en él se vertían los residuos de los lavaderos de mineral de Galdames y Sopuerta. Hoy aún está amenazado este enclave por la presencia de la factoría de Petronor. Ahora también cuenta con una depuradora de aguas residuales y está volviendo también la vida en las aguas.
El año pasado las dunas se vieron golpeadas por los temporales y como se puede apreciar en las fotos se están poniendo pequeñas barreras para consolidarlas. Al mismo tiempo se les está dotando de plantas típicas de ese tipo de terrenos y se mantienen protegidas hasta que éstas estén seguras. En las partes más consolidadas se puede disfrutar de cañaverales y de todo tipo de plantas y arbustos y de áreas de esparcimiento y juegos, en los hay que espabilar si se quiere coger sitio.

Resulta un privilegio tener entornos así tan cercanos, a solo 15 minutos en coche, aunque esa cercanía haga peligrar su integridad porque gran parte de la marabunda que invade la playa no tiene integrado en su chip el respeto y el cuidado de estos espacios tan frágiles como bellos.

domingo, 31 de mayo de 2015

Sra. Palacio ¿volvemos a la Edad Media?

Anda la derechona revuelta poniendo a parir a todos los nuevos partidos o agrupaciones que les pueden sacar de sus posiciones. Están nerviosos, demasiado nerviosos y se dedican a soltar despropósitos, como si el personal medio no fuera lo suficientemente inteligente para saber apreciar cuáles son las verdaderas motivaciones de esos despropósitos. Por una parte, veo que la derecha sigue usando el mismo argumentario que sus antecesores cuando se instauró la república, insultos y calumnias: estalinismo, chavistas, pro etarras, desmantelamiento del sistema democrático... Solo les falta inventar algún cuerpo paramilitar, como los falangistas o los de Onésimo de aquella época,para dar estopa al rojerío de nuevo cuño. Aunque ahora tienen de su parte las huestes de sus medios incondicionales y, cómo no, de los mercados o las bolsas que se pueden enfadar con los españolitos porque se atreven a votar lo que a ellos no les gusta.

En medio de este ruido poselectoral la exministra Ana Palacio ha superado todos los registros del coro de sus correligionarios: son como el estado islámico y nos van hacer retroceder hasta el siglo XI. A propósito de retroceder, señora exministra, me gustaría hacerle unas breves aclaraciones.Si alguien ha hecho retroceder a este país es el partido en el que usted milita, con el desmantelamiento del estado del bienestar y el maltrato a la educación y a la cultura. Claro que hemos retrocedido pero lo más grave es que ahora nos quieren hacer creer que aquí no ha pasado nada, porque la economía ya se está recuperando gracias a ustedes. Puede que los bancos, las grandes empresas o los mercados estén contentos porque las cuentas salen mejor para ellos. Sin embargo esa no es la sensación de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Solamente ustedes no quieren ver la profunda brecha que están cavando con sus medidas en la sociedad española, cuando desde todas las partes están denunciando que España es uno de los países con mayor diferencia entre la clase pudiente y la mayoría de la población, que es alarmante la cifra de niños en situación de pobreza severa, que se está hablando de deficiencia energética. A esto se suma su tan cacareada creación de puestos de trabajo, pero saben de sobra que con su desaguisado laboral -que de reforma nada- son en su inmensa mayoría trabajos precarios y mal pagados que no dan ni para el sustento de una familia. 

Esa brecha, señora Palacio, es la que hace imposible que la recuperación llegue a todos. Esa brecha ha facilitado que no pocos de los suyos hayan campado a sus anchas metiendo mano al dinero público o corrompiendo el sistema. Esa brecha es el baluarte que les garantiza a los que tienen la sartén por el mango el que nadie se lo va a arrebatar. Ahora ven que hay gente dispuesta a saltar esa brecha para conseguir que la pasta y los recursos lleguen para todos, y eso no lo van a consentir. O sea, que su tan cacareada recuperación consiste en que los que provocaron la crisis y los más pudientes van a ganar cada vez más, a costa de una legión de muertos de hambre y de angustia que se tienen que agarrar a un clavo ardiendo para arrascar unos euros miserables, si es que se tiene a bien pagárselos. Su recuperación económica y su lucha contra el paro consiste en igualar a los trabajadores españoles con los chinos, o con las costureras de la India o de Bangla Des. Los trabajos que dicen crear son del mismo pelo que los siervos de la gleba ¿Se acuerda de ellos la señora exministra? Eran gentes ignorantes y pobres que no tenían ni derechos sobre la tierra y que debían obedecer a los señores y conformarse con lo poco que les dejaban para subsistir. Eso es lo que pretenden conseguir los suyos: gentes sin recursos, a ser posibles sin formación ni cultura, que se tengan que arreglar con las migajas que se les caigan de sus suculentas mesas y, eso sí, sin rechistar que desestabilizan el sistema. Esto es lo que están haciendo ustedes: volver a la edad media, ya sea de señores feudales o de califatos. No tenga la desfachatez de echárselo en cara a otros.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Castrati

Quiero hacer una metáfora recordando a los famosos cantores de siglos pasados, que, privados de sus genitales, se convertían en divos del canto. Estos otros castrati, a los que voy a hacer referencia, no son tan afortunados como los de la historia, aunque también están sufriendo una serie de amputaciones que, al no ser físicas, no parecen dolorosas, no van a sacar beneficio alguno para su futuro como aquellos. Todo lo contrario, su dolor será de esos que dura toda la vida si no se le van administrando las soluciones precisas y tiene la propiedad de impedir el desarrollo personal y la normalidad en el acceso a la vida social y laboral, y hasta puede que los deje tirados en la cuneta.

Poco a poco y casi sin darnos cuenta, estamos viendo que empiezan a abundar grupitos de adolescentes y jóvenes que son hijos de aquellos latinoamericanos que vimos llegar en la época de las vacas gordas. Son de las familias que han podido seguir asentadas aquí a pesar de la crisis. Han pasado por colegios e institutos como cualquier joven de aquí, pero entre ellos el fracaso escolar es un problema recurrente y preocupante. Se les ve vagabundear por calles y parques con sus viseras invertidas, vestidos como pinceles y con unos aparatitos de nivel considerable. Entran por la puerta grande a engrosar los batallones de los denominados ninis, aunque casi siempre prefieren mantenerse entre ellos. Si les escuchas hablar puede que no les distingas de los de aquí, cuando estábamos acostumbrados a las formas de los que vinieron creciditos. Algunos hasta se dan el lujo de llevar su perro.

A esta generación que, teóricamente, son bolivianos o ecuatorianos o... como sus padres, su país de origen comienza a importarles más bien poco o nada. Se han hecho a la vida de aquí que es la que conocen y tienen noticia de sus antepasados cuando les llevan a la otra parte del charco para visitar a sus familiares. Están acostumbrados a no dar un palo al agua y parece que todo lo consiguen de la familia, sobre todo los que dependen solo de la madre. No muestran interés en mejorar su formación o aprender algún oficio. El lunes estuve charlando con profesores de iniciación profesional de Barakaldo y estaban  desesperados ante la pasividad de este colectivo. En resumen son carne de cañón para futuras bandas, trapicheos o lindezas por el estilo o  se convertirán en asiduos clientes de los servicios públicos o eclesiales, cuando ya no cuenten  con sus mamás, porque a algunos les faltan arrestos hasta para delinquir.

O sea que les han capado el pasado y, de alguna manera, la identidad o pertenencia. Se sienten en tierra de nadie porque allí son de aquí y aquí son de allí, por lo que son de ninguna parte. Les están capando el presente y la personalidad porque, a fuerza de presionar a la familia, viven y tienen de todo sin esforzarse en nada. Ellos mismos se están capando el futuro porque no se preocupan por nada y se están cerrando puertas. Además de su problema personal, que será lo más grave, queda preguntarse qué vamos a hacer con esta tropa cuando, tarde o temprano, se vean mal. Puede que, en un momento dado, este conglomerado estalle a la manera de los extrarradios de París o de ciertas calles de las grandes urbes. También cabe esperar que nos quedemos con un lastre de vagos profesionales de cuidado. Me duelen estos chicos, auténticos castrati de la vida, pero me hierve la sangre contemplando tanto desperdicio y tan pocas posibilidades de solución.

jueves, 30 de abril de 2015

Catecismo para el PP

Mariano Rajoy, a raíz de querer pasar con zancos por encima de la pila de casos de corrupción, hizo una broma con los suyos diciendo que en esta legislatura les había pasado de todo. A continuación rectificó diciendo que no debería haberlo dicho por si aún pudieran tener más sustos. Pues, por si tuviera pocos, aquí tiene el último que le viene de un supuesto aliado. La conferencia episcopal española ha tenido una reunión en Avila la semana pasada y ha sacado a la luz toda una declaración sobre la Iglesia al servicio de los más necesitados. Al parecer sus eminencias se están convirtiendo o les han tocado a arrebato para que se conviertan al "franciscanismo papal". Lógicamente los cambios de sillones que se han dado últimamente están facilitando dicha conversión. Y es que, aunque todos los mitrados están bajo el mismo título, no es igual que estén al frente unos que otros.

El caso es que los obispos se han despachado a gusto. No es que nos hayan descubierto nada nuevo. Como es habitual en ellos, son los últimos en darse por enterados y nos han puesto por escrito lo que los mortales de a pie estamos hartos de comprobar día tras día. Pero lo importante es que no se han callado ni han puesto paños calientes ni nos han intentado distraer con cortinas de humo cargadas de moralina barata. Creo que no les quedaba otra después de lo que llevan publicando desde hace tiempo Cáritas y otras organizaciones católicas sobre la situación actual. Dan un repaso a la supuesta recuperación económica, a las insostenibles diferencias sociales que se están produciendo, al desastroso panorama laboral, a la corrupción, a la exigencia de dignidad en la política, a la necesidad de mantener el estado de bienestar, al trato de los inmigrantes...
Y lo más importante: ¡piden perdón! Reconocen públicamente que no han actuado a tiempo. Desde mi humilde punto de vista es lo más importante del documento, porque lo demás ya lo sabíamos. Parece ser que empiezan a llegar, aunque algo tarde, hondas del terremoto eclesial cuyo epicentro está en Roma, porque este detalle sí es del más puro estilo de Francisco.

Así que a Mariano y al PP les han leído el catecismo, porque los obispos dicen que con su declaración no hacen política, sino que dan orientaciones a sus fieles. Ahora les tocaría poner en práctica esas orientaciones, no para que las usen con intenciones electorales sino para que las vayan poniendo en práctica, que para eso se dicen creyentes, o no? Como buenos seguidores de la Iglesia podrían tomar ejemplo de los jerarcas, a los que tanto recurren cuando les conviene, y tendrían que dar la cara públicamente, como han hecho éstos, pidiendo perdón al personal por todas las mentiras que nos han soltado, por toda la basura que están ocultando y por todos los desaguisados que están permitiendo que se den en aras de los intereses de los más poderosos. En fin, no creo que lo verán nuestros ojos.

domingo, 12 de abril de 2015

El pasado siempre deja huella

Este último domingo de vacaciones ha hecho una mañana de primavera radiante. María y yo hemos aprovechado para hacer un paseo costero, por aquello de terminar de cargar pilas ya que mañana vuelve a clase. Hemos dejado el coche en el fuerte de La Galea y hemos recorrido la costa bordeando los acantilados hasta Sopelana. A la vuelta hemos bajado a la playa de Azkorri por la carretera de acceso y, tras pasear al runrún de las olas, hemos retomado el camino de vuelta, subiendo por el sendero que trepa en el acantilado del fondo. Hemos vuelto por el camino cementado y casi había que pedir permiso para pasar. Ya eran cerca de la una y el personal ya se había echado a la calle.

No es mi costumbre pero me he fijado en un par de carteles de esos explicativos que se  ponen en sitios interesantes y me he encontrado con dos informaciones que me han sorprendido. La primera se refería a los acantilados de Getxo, en cuyos pliegues se puede leer algo de la historia de la formación de la Tierra. Siempre me habían admirado pero resultan que son únicos para entender el período lecitense, del que yo no tenía noticia -ni sé si se escribe así- pero que debe ser muy importante para los entendidos del tema. Está bien tener presente que aquellos movimientos hicieron posible el que nosotros podamos vivir ahora aquí y admirar la majestuosidad de sus huellas.

La segunda es la que más me ha sorprendido. hemos venido muchas veces a la playa de Azkorri a jugar cuando Irene era pequeña y siempre me había llamado la atención esas rocas que parecían una amalgama de cantos rodados y arena. Hay trozos sueltos a merced de los golpes de las olas y hay también una gran parte de la playa asentada sobre ellas. Un pequeño cartel entre árgomas nos informó de las rocas de "arena cementada". Cuál no fue mi sorpresa al ver ese título: qué tenía que ver el cemento con la playa o si resultaba ser un símil. Pues no era un símil. Según el cartel las escorias y los lodos industriales que se vertieron, durante casi un siglo de actividad industrial incontrolada,  a poca distancia de la costa, se habían mezclado con la arena. Uno de los principales componentes de los mismos eran los carbonatos con los que se fue formando esta arena cementada.

Recuerdo perfectamente a los ganguil de AHV salir hacia Punta Galea para abrir las compuertas y soltar la porquería. En el museo marítimo han reconstruido los restos del último de ellos. Recuerdo también las "tortas" de escoria que traían lo trenes de los hornos altos e iban haciendo rellenos con ellas, robando terreno a cañaverales y dunas. Hoy me ha venido con ello a la memoria aquel dicho de mi abuelo, un viejo lobo de mar: el mar devuelve siempre lo que no es suyo. En efecto el pasado ha quedado cementado para siempre en esta zona de nuestra costa. Todo un recuerdo de algo que no se debería haber hecho nunca. Igual que el color oscuro de ellas y de parte de la arena que ha recogido los residuos de lo que sueltan los barcos para limpiar fondos. No quiero pensar lo que no es difícil que pase si el mar acaba devolviendo también otras materias más peligrosas que se han encerrado en sus fondos o los restos de las perforaciones o las porquerías y cloacas que se han vertido en él.

Creo que el pasado sigue y seguirá pasándonos facturas por mal pagadas o por las chapuzas que hayamos intentado enterrar. Esas facturas pueden ser personales, y allá cada cual con su conciencia, pero otras no tienen que ver nada con lo que hemos hecho, porque nos ha tocado pagar justos por pecadores al recibir unas herencias envenenadas, como las que nos han dejado aquí. Justo es que evitemos, en lo que esté de nuestra mano, que las próximas generaciones hereden un país tan deteriorado como el que recibimos. Según estas dos informaciones, el pasado siempre queda marcado en la tierra. Espero que nuestras huellas no queden marcadas en plástico o en materiales así.