lunes, 3 de mayo de 2021

Día de padre-madre

María  me propuso hace tiempo que teníamos que hacer una pequeña celebración conjunta del día de la madre y del padre. La hemos llamado "Guraso". Así que el día 2 de mayo, huyendo del ruido político y de las angustias pandémicas, decidimos hacer una excursión mañanera y luego tener una comida a modo con tarta y chupito de cava final. Elegí hacer un pequeño recorrido que habíamos descubierto Orencio y yo cuando recorrimos parte del GR que da la vuelta a Urdaibai por las alturas que lo circundan. Se trataba de Errigoitia, un pueblo con barrios diseminados entre Mungia y Gernika. 


Antes de llegar al núcleo central tomamos la subida a Metxikas y Bizkaigane. Dejamos el coche en el barrio de Sollabante repleto de vehículos alrededor de la iglesia de S. Lorenzo por aquello de la misa dominical y fuimos caminando en suave subida hasta la ermita de Santa Gurutze en el barrio de Bizkaigane. Es un lugar recomendable para perderse y disfrutar de unas vistas extraordinarias: a sus pies todas las colinas de la zona de Mungialdea con una variedad de verdes deliciosa, que María plasmó en su Canon. Por la parte norte teníamos el Sollube con sus antenas enmarañadas de nubes bajas y una visión del mar a continuación de los montes donde están las cuevas de Santimamiñe y S. Pedro de Atxarre. A oeste los montes mineros, esta vez con mala suerte, desdibujados por la nubes. Al sur se veían varias líneas de montes de los diversos herrialde de Bizkaia, aunque no se llegaba a distinguir la zona de Gorbea.


Se accede al empinado promontorio de la ermita por una considerable cantidad de escalones que compartimos con varios ciclistas que lo subieron por un senderito marcado por los diversos esforzados que se atreven con la subidita. También subieron un par de caminantes que enseguida se fueron marchando. Entretanto María sacó fotos y después de hacer un frugal hamaiketako regresamos al coche. Antes de volver a casa bajamos al barrio de Elejalde. A María le encantó el entorno por el arbolado, la imponente iglesia de Santa María del siglo XVIy la ermita humilladero de los Santos Antonios del XVIII. Como se ve en la foto es una edificación un tanto peculiar medio al aire. En fin, una mañana bonita a pesar de que en esa zona se habían fijado unas nubes que de vez en cuando no regalaban algunas gotitas y no nos permitió estar mucho tiempo quietos por la humedad penetrante que se respiraba.