jueves, 19 de mayo de 2011

RETIRO LO DICHO

En mi anterior entrada de 1º de mayo dije que no pasaba nada y tengo que rectificar. Sí está pasando y me alegro sobre manera de haberme equivocado. La indignación ha comenzado a estallar y espero que esta erupción siga in crescendo. Estoy de acuerdo con este movimiento por recuperar la dignidad del ciudadano ninguneado y por reclamar que se ponga orden en este caos debidamente organizado para dejar las cosas como estaban y en manos de quienes estaban. Lo que más me alegra es que ha supuesto una movilización de gente joven. Por fin no podemos decir aquello de que no les importa nada. Estoy de acuerdo con lo que le he escuchado a Gabilondo sobre este tema, cuando dice que lo de menos es lo que pueda influir en las elecciones porque este movimiento tiene un fondo que puede llegar mucho más allá que condicionar unos votos. Claro que a los partidos lo que les importa es esto y tienen la esperanza de que una vez hechas las elecciones seguirán a lo suyo y éstos que sigan cantando o durmiendo donde quieran, que no les van a hacer el mínimo caso. Espero que se equivoquen y cuando tengan que tomar decisiones no lo puedan hacer a espaldas de los ciudadanos.






Por otra parte, este movimiento, al igual que otros similares que se han dado en otros lugares del planeta, son una de las caras amables de las redes sociales. Es un hijo de la globalización de la comunicación a la que ya no se le puede poner barreras. Así que los que manejan lo hilos comienzan a tener alguno menos en sus dedos. Me ha impresionado también el nivel de madurez de la organización de estas protestas, ciertamente es esto lo que necesitan para no convertirse en una flor de primavera. No creo que se llegue al nivel de Islandia a la hora de poner freno a los mercados, a los banqueros, a los políticos corruptos y de redactar una nueva constitución. Los considero logros inalcanzables aquí por el momento pero qué bien nos vendrían, así que no quiero poner puertas a la esperanza.