domingo, 22 de abril de 2012

¿De qué estamos hablando?

C es un chaval sudamericano de 17 años. No ha sido capaz de sacar ningún estudio y el trabajar no está hecho para él. Solamente se le ve pulular por la calle en alguna que otra movida y vive de su madre que, a su vez, no se sabe de qué vive además de recibir la renta social. Acaba de ser padre con una chica sin más oficio ni beneficio que él. V es una chica gitana que aún no ha cumplido 15 años y ya es madre, por lo que ha abandonado el instituto. Tiene que vivir en casa de los padres de su novio, que es un bruto que la maltrata ya desde ahora y no hace caso a nadie. Está terminando su escolaridad porque la trabajadora social le tiene amenazado. D tiene 15 años, son tres hermanos y su madre está esperando el cuarto.  Está en un PCPI y ha dejado embarazada a su supuesta novia que es mayor que él. La chica tiene serios problemas de salud mental y la familia de él ha estado relacionada desde antiguo con el mundillo del parque de Los Hermanos.  Niña de 15 años sudamericana da a luz. Sus padres separados se habían desatendido de ella. El novio de 18 años se desentiende del problema,  pero la madre de éste consigue quedarse con la criatura y echa de casa a la chavala que no tiene dónde ir.  P es un chico gitano de 15 años con una seria desestructuración del comportamiento. Se ha liado a espaldas de las familias con otra chica de 14 y está embarazada. Las familias tienen problemas de convivencia y viven de las ayudas sociales y de lo que ellos llaman la chatarra.

En los últimos 10 días he recibido estas cinco noticias, pero supongo que no muy lejos de mí se habrán producido otras más que no tengo por qué conocer. Entonces, además de la depre que le entra a uno con semejante aluvión de noticias desgraciadas, me hago la pregunta que hace de cabecera ¿De qué estamos hablando cuando dicen que hay que defender el derecho a la vida? ¿El derecho a la vida destrozada de sus progenitores y puede que de parte de sus familias? ¿Para qué se quiere tener derecho a la vida si lo que le espera es un camino de situaciones calamitosas que en un tanto por ciento muy alto de posibilidades va a desembocar en una existencia desgraciada o llena de carencias? ¿Cómo se puede decir que se está defendiendo el derecho a la vida cuando se está esquilmando los recursos dedicados a la ayuda a la población que más necesita de apoyos, tanto económicos como sociales? 

Todas estas situaciones provocan un amasijo de contradicciones. Algunos de estos críos han mamado en sus familias el status de dependientes de las ayudas sociales y ven lo más normal que tener un hijo significa cobrar renta básica o algo parecido. Más de uno se ha presentado tan fresco en el despacho de la trabajadora social para darle la grata noticia y poner la mano, porque creen que les va a caer del cielo ya. Otros lo han hecho en medio de la mayor inconsciencia sin medir las consecuencias. En fin, doy fe, con toda la amargura que llevo dentro por estas nuevas vidas, de que van a nacer cinco criaturas a las que,ya desde su vida fetal, se les está negando la felicidad, el desarrollo normalizado de su ser, el tener referencias positivas en su vida y una ciudadanía normalizada. Quiera Dios que me equivoque, aunque para cuando crezcan ya no estaré en activo para comprobarlo.