martes, 29 de octubre de 2024

Lunes de senderismo 33


 Lunes 28 de octubre. Retomamos una de las salidas que teníamos pendientes, suspendida en su día por razones climatológicas. Hoy hemos sido también un grupo numeroso de 25 compañeros y compañeras. Ayer nos acostamos con la amenaza de la huelga de transporte de personas por carretera, pero hoy hemos podido sortearla. Santi ya nos informó ayer que el 41 que sale de Cruces a las 8:50 entraba en los servicios mínimos y era precisamente el que necesitábamos para iniciar el recorrido marcado para el día de hoy. La Reineta-Retuerto.  Ha llegado con normalidad pero con más gente de lo habitual, o sea que lo hemos petado. De lo que no nos libra nadie es de la tediosa espera para coger el siguiente funicular, ya que se acaba de ir cuando el bus está llegando. De nada han servido nuestras reclamaciones.


    En cuanto el funicular ha ido tomando altura hemos podido comenzar a contemplar el espectáculo de la niebla pegada al suelo, sobre todo en toda la margen derecha y en la zona Minera. El Serantes destacaba como un isla volcánica entre algodones. Las vistas se han ido completando a largo del recorrido. Ya en la cumbre del Argalario hemos podido ampliar el espectáculo de la niebla por los valles de las Encartaciones. Primero hemos hecho parada y fonda en el área recreativa aneja al aparcamiento. Al retomar la marcha hemos hecho una original ronda de reconocimiento para ponernos cara y nombre ante los nuevos. 


Hemos subido a la cumbre del Argalario que  era desconocida para gran parte del personal y después hemos seguido por las pistas que bajan hasta los depósitos de agua del Consorcio en el barrio de Agirre. Allí hemos dejado la carretera y nos hemos precipitado -vaya pendiente- por el camino cementado que va a dar a la pista del antiguo tren minero y a los últimos pabellones de Kareaga. Una vez en esa vía no nos ha costado nada llegar hasta Retuerto. Al llegar a La Viña las de Retuerto y la gente de Barakaldo se ha apeado y los de Cruces han seguido adelante hasta el final. Según parece, hoy tocaba comida en Cruces. 

Eso sí, hoy hemos podido disfrutar también de una mañana magnífica y de un recorrido sumergido en un mar de vegetación y de densos arbolados. Las copiosas lluvias de víspera nos han permitido disfrutar de la vista y del sonido de arroyos de todo tipo, pero, por la cara b, nos han obligado a andar  saltando charcos y sorteando algún que otro barrizal. Y es que no se puede pedir todo, pero siempre contamos con compis que nos ayudan a no hundirnos en el barro. Una gozada de día... y que sean muchos más.



lunes, 28 de octubre de 2024

Gustavo Gutiérrez

 
Recientemente ha muerto Gustavo Gutiérrez. Uno de los padres de la teología de la liberación. Para mí también uno de los referentes que me enseñó a mirar y a orientar mi vida y mi fe desde el sufrimiento injusto de los pobres. Fue un teólogo de raza con una sólida formación y con una sensibilidad extraordinaria para palpar y asumir la vida de los pobres y de los desvalidos, que poblaban -y aún pueblan- su América latina. Lógicamente, la praxis que se derivó de la teología de la liberación en el continente americano tenía poco que ver con la que se tenía que desarrollar en Europa, pero lo importante fue que nos ayudó a darnos cuenta que cualquier teología cristiana debe partir y dar respuesta a las necesidades y a los clamores de los pobres y de los que soportan sufrimientos injustos.



    Tengo que dar gracias a Dios por haber puesto en uno de los momentos más cruciales de mi vida a Gustavo, y a otros compañeros suyos de la teología de la liberación, para tomar las decisiones más importantes a la hora de orientar mi fe y de hacer un proyecto de vida basado en la dedicación a las clases trabajadoras y dependientes. Gustavo, como otros tantos teólogos latinos y europeos, tuvieron que soportar el largo invierno restauracionista de los dos papas anteriores, así como el ataque continuo de estamentos jerárquicos de Roma y de no pocas conferencias episcopales. Entre todos éstos han ido consiguiendo que la teología de liberación se haya quedado considerada como un grave peligro a enterrar y que, hoy en día, no tiene nada que aportar. Precisamente cuando las diferencias sociales se están haciendo abismales: cada vez es mayor la cantidad de pobres, la cantidad de personas de clases medias que se hunden en la pobreza y cada vez es más grave su nivel de pobreza. 


Creo que en este momento social, que nos ha tocado vivir, es preciso que ,tanto los creyentes como la gente de buena voluntad, podamos contar con faros como Gustavo que nos libren de perdernos en espiritualidades pseudo místicas -religiosas o laicas que solo buscan huir de la cruda realidad- y nos marquen esa nueva mística de los ojos abiertos que sea sensible y busque respuestas a los clamores de los y las que sufren injustamente las consecuencias de la pobreza, de la marginación, de la insignificancia o del abandono. 


Gustavo Gutiérrez, ruega por nosotros.