martes, 15 de abril de 2025

Saltando el Nervión

 

Lunes 14 de abril. Primer  día de la semana santa después del domingo de Ramos. Una fecha en donde se ponen en marcha las vacaciones, los viajes, los nietos o, simplemente, que cambiamos de mentalidad porque nos metemos en otro contexto vital, fuera del devenir cotidiano. Pero no pocos adictos al caminar semanal nos dimos cita, como  lunes que era, para no perder la costumbre de  mantenernos en forma y de mantener la unidad y el ambiente del grupo. 



Por si el tiempo nos  pasaba una mala jugada, decidimos hacer una ruta urbana: Bilbao-Bilbao, como las contrarrelojes ciclistas. Bilbao de punta a punta, de Bolueta a la punta de Zorrozaurre, pero no en sentido lineal, sino cambiando de orilla al paso por 12 de los puentes que atraviesan la villa. Los otros tres los pasamos por debajo, por aquello de la altura o de la dificultad de acceso.

En total 12 kilómetros, según el contador de Santi. Clavado: a kilómetro por puente de media. En el paseo nos fuimos encontrando con zonas desconocidas, o que han cambiado mucho desde la últimas vez que pasamos por allí. También descubrimos edificios nuevos o renovados y zonas de muelles de la ría muy poco conocidos por la mayoría. Otra experiencia curiosa fue ir contemplando el panorama de Bilbao alternando la perspectiva desde las dos márgenes de la ría.


En fin, resultó una bonita mañana, algo fresca al inicio, pero que a mitad de camino ya nos apetecía ir quitando ropa. Fuimos puntuales en la salida de Bolueta, en donde nos encontramos con el pelotazo urbanístico del terreno de Sta. Ana ya casi completo de impresionantes edificaciones. Nos dio tiempo a hacer comentarios y conjeturas sobre su estética y su practicidad. Luego pasamos por el bonito parque de La Peña y el segundo puente nos colocó n el paseo de Los Caños. Tras un largo trayecto en el que el río se convierte en ría, entramos en Atxuri y pasamos el puente de S. Antón. En el muelle nos topamos con el primer grupo de turistas que hacían un recorrido guiado en bicis eléctricas. Más adelante vimos otros dos. Y es que al entrar en El Arenal y cruzar por el ayuntamiento, nos vimos envueltos en grupos de todo tipo y daba la impresión de que éramos una cuadrilla de turistas más. Vivir para ver


Al llegar al Zubizuri parada y fonda, foto de grupo y luego la segunda foto de barandilla, que ya Txelo nos había hecho una en el del ayuntamiento. Tras la pasarela del P. Arrupe y del puente de Deusto, nos fuimos sumergiendo en Zorrozaurre. Todo un mundo nuevo en el que anduvimos perdidos, al tiempo que hacíamos ejercicio de memoria histórica mirando los solares y las nuevas edificaciones: aquí estaba el depósito de coches, Tarabusi... Por fin llegamos al último puente que nos dejó a tiro de piedra del metro S. Ignacio. Antes de cruzarlo se hizo un pequeño sondeo sobre preferencias que iremos ampliando a la vuelta. También se señaló el día 18 de junio como la despedida final con paseo y comida conjunta de los tres grupos. En principio se aceptó hacerlo en Mendikosolo, pero antes habrá que negociarlo con la disponibilidad la cervecera. Hasta el 28 buenas vacaciones a todos y todas.