domingo, 11 de mayo de 2025

Bienvenido santidad


 Habemus papam. León XIV. Santidad, le deseo un pontificado fecundo y positivo para la iglesia, que, supongo, será su más importante aspiración en esta movida en que le han metido, no se sabe si el Espíritu Santo o las componendas de sus colegas de colegio cardenalicio. Le felicito por la valentía de haber aceptado semejante encomienda que ha inaugurado con las oraciones de los y las fieles y con los ataques de los ultras dedicándole una buena sarta de bulos que no huelen a incienso precisamente. Espero que su doctorado en derecho canónico y los años de experiencia en el desarrollo de su anterior cargo le tengan bien preparado para saber capear las tensiones y las puñaladas traperas que le esperan en el proceloso ambiente de la curia pontificia. Más aún, deseo que profundice en la depuración de corruptelas, que ponga firmes a tanto purpurado que está ahí chupando del bote y que elimine tantos cargos y secretariados que son más un título que una necesidad para el funcionamiento eclesial.


Le felicito también por el nombre que ha elegido. Lo primero que me vino a la cabeza cuando lo escuché fue la Rerum Novarum del antecesor que le ha prestado el nombre. Para mí fue en su día cuando la estudié un referente. Lógicamente, esta felicitación está motivada porque para mí sería sumamente importante que se ampliase y se profundizase la doctrina social de la iglesia, contando además con los gestos y acciones que vaya realizando en pro de la justicia y la defensa de los desfavorecidos, que en el plan que lleva el loco desarrollo este mundo se acabarán convirtiendo en insignificantes e invisibles. Ya Francisco intentó hacerlos visibles con sus iniciativas y encíclicas , y espero que, aunque no tenga que ser con sus mismas formas, haga firmes esos compromisos como referentes inequívocos del catolicismo. 


De entrada le considero a su santidad una síntesis genial de América. Es descendiente de inmigrantes mediterráneos, estadounidense de nacimiento, peruano de adopción y ha acabado de obispo de Roma. Me parece muy valiosa esa experiencia vital porque, a la hora de afrontar los problemas de esta sociedad tan plural y tan compleja, le ayudará a ir más allá de las noticias o de los informes que le faciliten, cuando le toque tomar decisiones o dictar doctrina. Supongo que contará desde el principio con que no va a dejar contentos a ninguno de los sectores de la iglesia, porque unos esperarán e intentarán que frene a los otros, aunque no eche marcha atrás, y los otros siempre aducirán que se queda corto o que tiene miedo a pasar ciertas líneas. En fin, como dicen los toreros "que Dios reparta suerte" y que le asista el Espíritu hasta que muera , a ser posible, "con las botas puestas" como su antecesor, antes de que acaben con su santidad.