miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿Hasta dónde van a llegar?

"Quosque tandem, Catilina? Quosque tandem abutere patientiam nostram?" Traigo a colación este arranque de Cicerón en las Catilinarias porque creo que se lo podríamos aplicar al impresentable ministro encargado de desmantelar el sistema educativo público "¿Hasta cuándo, Wert? ¿Hasta cuándo vas a abusar de nuestra paciencia?" Me he quedado atónito ante las declaraciones de este señor respondiendo a las movilizaciones de alumnos, padres y profesores por el apabullante descenso de becas. 600.000 alumnos se quedan sin beca y este tipo se queda tan pichi diciendo que son "algunos" nada más los que protestan. Luego lo remató diciendo que esas protestas no tenían razón de ser porque era una "huelga política", esto es, que solamente intentaba ir contra el gobierno, o sea, contra él. ¿Es posible que no se haya dado cuenta del número de parados que hay, y de los que ya no perciben el subsidio o tienen que estar viviendo de la ayuda familiar? ¿Sabe a cuántos jóvenes les ha cerrado la puerta a la universidad y a la FP de grado superior con su subida de tasas y con ello les está hipotecando su propio futuro y rebajando el nivel de cualificación de las nuevas generaciones que son el futuro de todos? ¿En qué consiste su cacareada excelencia en la enseñanza, en echar de ella a los pobres? No me explico cómo una persona puede llegar a ese nivel de cinismo y a demostrar tamaña desfachatez insultando a la inteligencia de los ciudadanos.

Después de tanto años luchando por concienciar a las familias de la necesidad absoluta de la formación y por erradicar el absentismo escolar, uno se tira de los pelos al comprobar en qué manos está ahora la enseñanza pública. Hasta ahora teníamos que insistir a las familias en que no podían permitir que sus hijos  se presentaran en la escuela sin el material escolar necesario. A ver ahora quién el guapo que se atreve a sugerir esto en algunos sectores de población. Es verdad que ha habido, y seguirá habiendo, familias, sobre todo gitanas, que han querido aprovecharse de las becas para utilizar indebidamente el dinero de las mismas, pero eso no justifica medidas de este tipo que rayan en el descalabro para la inmensa mayoría de las familias que nada tienen que ver con esas prácticas.

Mira por dónde, hoy el gobierno holandés, dentro de la cara dura propia de los políticos europeos actuales, ha declarado sin ningún rubor que eso del estado del bienestar se acabó, eso sí, envuelto en una serie de eufemismos que son para partirse de risa sino fuera por lo que llevan detrás. Al menos han dicho una verdad sin pelos en la lengua. Todo un ejemplo de sinceridad para nuestros actuales gobernantes que en su campaña electoral no dijeron que se iban a cargar sistemáticamente el estado de bienestar, que tantos esfuerzos y tantas luchas nos había costado, porque era muy caro o porque les molestaba.
Apoyados en el absolutismo parlamentario se zafan impunemente de todos los compromisos que prometieron. Ahora dicen que en Europa y las instituciones económicas internacionales les felicitan por las medidas adoptadas. Lógico, los que están por los interese del capital les han impuesto estos deberes y se ve que van aprobando en la tarea encomendada. Deberían preguntar a los ciudadanos españoles, incluso a los que les habían votado, a ver si éstos les aprueban.

También se les llena la boca con que la economía va bien, pero esa señora no vive en la mayor parte de los barrios obreros de todo el estado, ni en muchos pueblos pequeños, ni en la casa de los que tienen que ir al banco de alimentos o de los que se quedan sin becas, ni el cartilla de tantos pensionistas sumidos en la miseria... Seguro que en los años que nos faltan para llegar al final de esta dictadura parlamentaria, les va a dar tiempo en acabar con gran parte de lo que nos queda en pie de lo público, por eso me hago la pregunta del título, porque lo de pararles lo tenemos a millón.