lunes, 15 de agosto de 2011

EL HAMBRE, UNA CONTRADICCIÓN MÁS DE ESTE PERRO MUNDO

Durante estas últimas semanas estamos recibiendo un continuo bombardeo de noticias sobre la hambruna en el cuerno de Africa. A uno le vienen un montón de sensaciones a cual más chocante. Por una parte, está bien llamar la atención de la ciudadanía para que pueda colaborar en la ayuda a esas gentes, pero de ahí a hacernos creer -como lo intentan algunos anuncios- que todos somos responsables de esa situación y que si no colaboramos no habrá solución posible va un trecho demasiado largo. Es totalmente injusto hacer recaer el peso de la trajedia sobre la conciencia de las gentes de buena voluntad. Por otra parte, se conoce de sobra que las circustancias que han provocado esa situación son recurrentes en esa zona y que, por si fuera poco, esos países están gobernados por estados ficticios, organizados manga por hombro, corrompidos hasta las orejas y sin ninguna credibilidad.

Ahora convendría recordar, por qué no, quiénes los colonizaron, cómo les impusieron un modelo de estado importado de Europa y que nada tenía que ver con sus costumbres ancestrales y tribales, cómo les abandonaron a su suerte sin medios cuando ya no les interesó seguir allí, cómo se ha estado mirando para otra parte y consintiendo que las cosas hayan seguido así... Nos hemos conformados con que las diversas ONG hayan estado socorriendo a una de las poblaciones más desfavorcidas del planeta, y ahora nos piden socorro porque están totalmente desbordadas, como si esto se arreglara con nuestra generosidad. Nadie pide responsabilidades a quienes deben tenerlas porque su riquezas de hoy se deben en parte al expolio del pasado. También es hora de que se comiencen a oír propuestas para atacar el fondo del problema porque las ayudas son tan imprescindibles como insuficientes. Pero esos sujetos responsables están liados ahora en cómo arreglar los desaguisados de las crisis económicas y creo que ese ruido no les va a permitir percibir los gemidos de hambre de los pueblos africanos.

Del blog de Ferrán adriá

En esos mismos días se convertía en noticia de cabecera en los medios escritos y audiovisuales el cierre del Bullin. Una contradición que me resulta insultante. El dios del refinamiento y del exotismo culinario se va a dedicar a investigar nuevos manjares para el disfrute y el exibicionismo de aquellos que puedan pagar los 400€ por cena. Manjares que no servirían para alimentar a los muertos de hambre de Africa, ni de ninguna parte, porque están destinados solamente a satisfacer caprichos e inflar el ego de los que van de sobrados en el primer mundo. Algo de ese dinero y de esa sabiduría se podría dedicar también a investigar  y a hacer propuestas de cómo solucionar el hambre, porque probablemente los responsables de poner en marcha soluciones de fondo podrían prestarles algo más de atención a esos divos del paladar, dado su alto nivel de prestigio social, que a las voluntariosas organizaciones o misiones que están poniendo hoy voz a los hambrientos.