sábado, 24 de marzo de 2012

DÍAS DE MONTE 3

Febrero ha sido un mes intenso en montaña. El día 18 decidimos volver a las Encartaciones. Apostamos por un dos en uno: el Aramañón y Los Jorrios que están juntitos. Después de debatir por qué camino íbamos a subir optamos por la cara de Trucíos. Recuerdo que, por esta misma cara, lo hicimos María y yo junto con Rafa estando recién casados, o sea...

 Nos hizo un tiempo excelente. De nuevo aquí, como somos buenos madrugadores, en la ascensión fuimos pisando hielo y a la vuelta acabamos de barro hasta las orejas. Era un gozada ver y sentir correr el agua por todas partes, hacía poco que había nevado.

El Aramañón es una loma extensa y tiene unas vistas preciosas sobre el valle de Karrantza, la sierra de Ordunte y las últimas estribaciones cántabras. También pudimos comprobar la inalterable boina de la zona de Zalla y Balmaseda, como se puede ver en las fotos. Los Jorrios es un macizo cárstico al que hay que ascender como las cabras, agarrándose a todo lo que se pilla a mano. Conviene seguir las señales porque si no puedes acabar perdido. Tiene vistas a la zona de Trutzios y de Guriezo con la impresionante loma de la Virgen de las Nieves. La vista llega hasta el macizo de la Candina y la playa de Oriñón. 

Pudimos comer el refrigerio en la última cumbre sin prisa y bajar tranquilos bordeando un canal que va recogiendo todas las aguas de la cara este para conducirlas a un embalse de Cantabria que es la reserva de agua para suministrar a la zona de Castro en el verano. O sea que se llevan también nuestra agua, ya les vale.


"¿Qué he hecho yo para merecerme esto?"

Les conocí hace casi 40 años. Eran una pareja sencilla, afable y cariñosa. El trabajaba en los Altos Hornos de Vizcaya. Ella era la típica ama de casa de aquella época que hacía unas tortas al estilo del pan preñado de muerte. Compartía vivienda con ellos la madre de él. Tenían una casa en el pueblo de los padres de ella. Allí pasaban las vacaciones, fines de semana, él cuidaba la huerta... vamos, todo de los más común en una barriada obrera de aquellos momentos. Eran miembros activos de la parroquia de su barrio y de Cáritas parroquial. Posteriormente, cuando llegó la crisis de la siderometalurgia, le obligaron a prejubilarse. Como tantos otros en su situación se dedicó a cuidar mejor su huerta y a colaborar en las cosas de la casa.

Tenían solamente un hijo. Era un chico guapito, rubito, más bien callado y algo introvertido. Como buen hijo único era el ojito derecho de toda la familia. Llevaba la escolaridad con normalidad, le gustaba mucho ir al pueblo y no parecía que tuviese muchos amigos en el barrio. Me acuerdo de una anécdota curiosa. Tuvieron sus familiares la peregrina idea de regalarle un corderito recién nacido como mascota. El crío se encariñó tanto con el animalito que no hubo manera de que lo dejara en el pueblo y se lo tuvieron que traer a su casa como si fuese un perro. Claro que llegó un momento en el que el cordero no podía seguir en la casa por su tamaño y porque no se adecuaba a ese modus vivendi como lo hacen los perros. Entonces decidieron sacrificarlo y, de paso, hacer despensa. Pero nadie se atrevía a hincar el diente al que había sido miembro de la familia. Para remediar el problema acudimos una cuadrilla de conocidos que dimos buena cuenta de sus tierna carnes.
Algunos barrios obreros de Barakaldo
fueron duramente castigados por la droga

Cuando se levantó el telón de la adolescencia el escenario tenía otro aspecto, quizás más común a esa etapa. Osco, contestaciones, incontrolable, deja los estudios, no hace caso de nada... Según fue creciendo todo ello se fue agravando, hasta que fueron observando conductas extrañas y, como solía suceder, descubrieron que estaba de mierdas hasta las orejas. Se va de casa, se junta con una mujer mayor que él con antecedentes. Se mete con ella en un bar de mala catadura y, a pesar de que los padres se desviven por sacar el negocio adelante, aquello va a la ruina como todo lo que toca la droga. De aquí en adelante toda su vida se convierte en un via crucis. Idas y vueltas a casa, entradas en programas de desintoxicación, recaídas, llamadas a la hertzaintza... No solo no reconoce a sus padres los esfuerzos que han hecho, sino que se dedica a extorsionarles y a hacerles la vida imposible. Amenaza, desprecia y llega a dejar marcados a ambos progenitores. El padre acaba marchándose al pueblo y tiene que ponerse a tratamiento. La madre, con esa extraña heroicidad que les caracteriza, sigue intentando controlar la casa y aguantando los maltratos.

Hace poco me he enterado que el hijo ha muerto a causa de su lógico deterioro. Muchos pensarán, gracias a Dios que por fin se les ha acabado el Calvario. Pero cualquiera que tenga hijos podrá comprender que eso es lo único que nunca va a suceder. Todo lo contrario, el mal trato se va a prolongar por lo que les queda de vida, porque ahora llega el infierno de las culpabilidades y de los interrogantes. Por eso he puesto como título el primero que se les puede ocurrir. ¿Cómo lo hemos hecho tan mal? ¿Cuando empezó todo y cómo fue que no nos dimos cuenta? ¿O fue que no quisimos verlo? O lo que es peor ¿Quién tiene la culpa de todo esto? ¿Por qué no hiciste... por qué le dejamos...le mimamos demasiado... por qué nadie nos quiso ayudar...no le dejaste demasiado dinero? Las últimas veces que le he visto a él, iba como un sonámbulo paseando con su perro y como quien va hablando solo o con algún fantasma. Ella se dedica a cuidar a una señora mayor por aquello de sacar algún provecho. Realmente nadie que les conozca se podía suponer que su historia les iba a llevar por estos derroteros. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

A PROPÓSITO DE MAYORÍAS ABSOLUTAS

La sección sindical de LAB nos ha remitido un artículo de uno de los diputados de Amaiur en el congreso de Madrid. Aunque yo no comparta sus opciones políticas no tengo que desmerecer lo jugoso de su testimonio, que, aunque damos por supuesto mucho de lo que dice, es bueno tener un testimonio de alguien que lo ha visto en vivo y en directo.

"Martes 6 de marzo, 16 horas, comienza la jornada laboral semanal. La Huelga General del 29 parece haberse adelantado tres semanas en el Congreso. La ausencia al trabajo es general. Las principales bancadas del hemiciclo están prácticamente vacías. De los 185 asientos del PP, los ocupados no llegan a 35. El resto, vaya usted a saber, si de cafés y sobremesa, de siesta y retoce o de duro trabajo partidario. Algo parecido ocurre con el PSOE, si bien su presencia es mayor. Como siempre, los grupos minoritarios del Congreso -CIU, IU, Amaiur, PNV, UPyD, ERC, BNG, Geroa Bai,...- cuentan con un nivel mucho más alto de presencia y educación. Son los únicos que parecen creer en las santas virtudes del debate democrático. ¡Angelicos!"

Es lógico para qué se van a molestar si saben que lo único que tienen que hacer es apretar un botón a  las 8 de la tarde. Claro que los temas no son paja pero eso a ellos ni les va ni les viene. Qué importancia pueden tener "el fraude fiscal, centros especiales de empleo, dación en pago, reforma laboral", que eran los temas que se estaban tratando en ese pleno. Ellos van a estar aguantando las peroratas de esos pringados minoritarios, hasta ahí podríamos llegar. 


Lo que me parece que hace más preocupante aún esta actitud, es que en las autonomías pasa lo mismo, solo hace falta que en Andalucía el PP consiga la mayoría absoluta. Esto nos puede llevar a una situación inédita desde la transición: el absolutismo partidista. No van a servir para nada los parlamentos, a no ser para cumplir el expediente y mofarse de la oposición, se va a dictar todo desde la Moncloa incluida la política autonómica. Sinceramente, esto me recuerda a las cortes franquistas solo que con halo democrático y con la única esperanza de que pueden durar, con mucha suerte, solamente 4 años. Dios nos oiga.


Del blog de humor flapa.es

domingo, 18 de marzo de 2012

DÍAS DE MONTE 2

En nuestra siguiente mañanera, el dos de diciembre pasado, inauguramos nuestros paseos por las Encartaciones. Elegimos para ello el Castro Alen, un monte no muy alto, 805 mts, con un acceso relativamente cómodo desde Alen, un antiguo barrio minero del valle de Sopuerta. Era uno de esos montes que me quedaban de deberes. Nos admiró las posibilidades paisajísticas de este monte dado que se encuentra en el área central de las Encartaciones y las cumbres  más altas no le tapan. Lástima que no llevé la cámara de fotos y no tenemos un recuerdo gráfico del paseo, así que solo puedo adjuntar la foto que publiqué en mi facebook.

En enero nos acercamos a otro monte al que le tenía ganas de hace tiempo dentro del parque del Gorbea, el Odoriaga. Más de 1200 mts mira de frente al Gorbea, al macizo de Itxina y se abre entre el valle de Orozko y el de Ayala. Optamos por subir por el barrio de Ibarra del lado vizcaino. El cielo estaba encapotado por una niebla densa pero no nos echamos para atrás. El primer tramo de la subida transcurre paralelo a los contrafuertes de Itxina, que es un lujo de paisaje. Luego de llegar a un collado hay que abandonar el camino hacia el Gorbea y emprender la pinada hacia la cumbre. En ella y sus alrededores hay unas piedras planas enormes y, según nos informaron unos aguerridos montañeros, los aldeanos de los pueblos cercanos subían para hacer con ellas ruedas de molino. Arriba estuvimos pisando hielo continuamente y flotando sobre un mar de algodones del que emergían los picos más altos del panorama. Luego pudimos sacar alguna foto de las vistas sobre los valles. Un paseo recomendable.



LAS DOS ESPAÑAS

"Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios. 
Una de las dos Españas te va a robar el corazón"


Puede que en este momento se vuelvan a hacer verdad aquellos versos de Machado. En un simple golpe de elecciones en los 100 primeros días de gobierno está cambiando la cara de este país de una forma vertiginosa. La crisis es la misma, las órdenes de Europa son las mismas, la gravedad de la situación es la misma, pero el viento ha virado 180º. Nos ha traído a la vieja España de los pelotazos, del caciquismo, de la corrupción, del ordeno y mando que, para más desfachatez, se dice nueva y tacha de trasnochada a la anterior por su osadía de haber implantado logros que han favorecido el avance social y las libertades. La vieja España que, como en todos los momentos restauracionistas de la historia, ha contado con la colaboración incondicional de la jerarquía católica, con el empresariado dispuesto a librase de ataduras sociales en aras de la competitividad, con todos los resentidos que añoran aún el franquismo, con lo más rancio de la magistratura, con asociaciones de víctimas que lo único que buscan es venganza... Solo les falta el ejército.

Se esquilma los derechos laborales, se pone en solfa las leyes del aborto, de la dependencia y todo aquello que no guste a los anteriormente citados, se frena la ley de economías sostenible, se cortan la ayudas a las energías renovables, se va a dar un vuelco a la ley de enseñanza, se va a poner en el límite de la sostenibilidad a la enseñanza pública en favor de la privada, se está viendo venir el copago u otras lindezas similares en la sanidad pública... Y esto no ha hecho más que empezar. Con la disculpa de atajar la crisis y de aplicar los recortes presupuestarios, impuestos por el neoliberalismo imperante, se están aprovechando para ir implantando el modelo de estado y de sociedad que impone la ideología  de la derechona de este país. 

Con el poder que la estulticia social les ha otorgado a estos gobiernos nadie les va a parar ni las protestas, ni las huelgas, ni los recursos constitucionales a sus leyes.  No nos va quedar otra que contemplar impotentes cómo se van cayendo a pedazos los logros y el espíritu de la transición. Para soportar esta situación sin volvernos locos quedan pocas alternativas, o nos vamos a la cueva de la indiferencia hasta que a éstos se les vaya la mano y el personal les aplique la misma medicina que a los anteriores dentro de cuatro o de ocho años, o nos dedicamos a desahogar nuestra indignación con gritos, pataleos y toda clase de manifestaciones ruidosas para que no acaben también arruinándonos la moral y comiendo el coco al personal. A primera vista la opción parece fácil, pero, ojo, la travesía del desierto se puede hacer eterna y puede que no encontremos muchos sitios o momentos para poder reponer el combustible.