martes, 25 de octubre de 2016

¡Ya vale, no!

Ya lo decían las abuelas que eran más sensatas que la gente de hoy: los trapos sucios se lavan en casa. Uno no se puede explicar como la clase política española sigue usando la publicidad para airear sus diferencias y sus luchas intestinas.Me resulta repugnante  ver el espectáculo que se han montado los del PSOE y el superespectáculo que están montando a su costa los medios que, supuestamente, son para la información, aunque en esto se dedican con ahínco a ver quién monta el circo más espectacular. El personal tiene que estar harto a estas alturas de aguantar tanto exhibicionismo  y a estas horas se puede estar preguntando si se ha portado tan mal que se merece a semejante panda de figurantes como encargados de dirigir el país.

Mientras tanto el que todos los demás dicen que no tiene que estar, sigue ganando posiciones y no va a haber quién lo eche. Total lo del choriceo ha sido agua pasada, se pasa la fregona, se vuelve a poner la alfombra y aquí no ha pasado nada. Y menos mal que no vamos a otras elecciones porque su mayoría sería mayor y entonces dirían que las urnas les habrían dado licencia de corso para seguir a lo suyo. Para colmo de espectáculo, Iglesias se arranca con un arrebato de lanzar sus huestes a la calle para hacer desde allí la política. No solo eso, no le bastó en erigirse vicepresidente hace poco tiempo que ahora se arroga ser cabeza de la oposición.

A todo esto tenemos unos nubarrones de categoría superlativa encima y nos estamos creyendo que están en funciones como el gobierno: el déficit, la comisión europea, la famosa tijera de recortes o/y impuestos, la baja recaudación, las leyes impuestas por la anterior mayoría absolutista... Ante semejante panorama la única respuesta de los que se llaman dirigentes nuestros es este espectáculo, que está reduciendo la política a si se abstienen once o todos. De paso, el bochornoso juicio de la Gürtel y el vergonzante de las tarjetas se quedan de tapado en un segundo plano. Lo dicho, una vez que den el paseíllo delante del rey estaremos preparados para ver quién da capotazos, quién nos va a poner las banderillas y quién se va a encargar de entrar a matar. Que Dios reparta suerte, como dicen los taurinos, porque éstos...

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