martes, 27 de octubre de 2009

SUPERBILBAINADA

Soy del Athletic, como soy de mi pueblo o de mi familia. Es algo mío y lo sufro impenitentemente porque le he mamado desde niño. Pero no voy más allá, ni soy socio ni me mato por ir a S.Mamés. Sigo los resultados y aguanto los partidos en la tele pero solamente a ratitos, porque la mayor parte de las veces no juegan ni a tabas. Me parece muy bien que hagan un campo nuevo, más por el beneficio que supone a la mejora urbanística y cultural de la villa que por lo que pueda aportar al club, que tal como va no sé para qué quieren más. Ya no me parece muy allá que todos los contribuyentes tengamos que poner dinero para el dichoso campo, pero en pro de los otros beneficios acepto.


Ahora bien, no es de recibo que, después de crear y dar por buena una supuesta sociedad a cuatro bandas y de presentar el proyecto, los políticos anden montando numeritos. El GV dice que va a poner condiciones, sin decir cuáles; el alcalde se mosquea y suelta alguna de las suyas; el diputado general habla de órdagos y a todo esto el bueno de Odón -que pierde el culo por meter baza en estos saraos- ruge y clama al cielo por los privilegios exclusivos de los vizcaínos de los que ellos, guipuzcoanos desasistidos, nunca han disfrutado.


Lo inaudito viene cuando en la asamblea de compromisarios de ayer votan que se comunique al GV que el campo y la gestión tiene que ser del club y punto. Para chulos, los de Bilbao y para "de Bilbao" los señores compromisarios. O sea, te regalan el terreno, te pagan las obras y encima tú pones las condiciones. Yo creía que en lo que va de historia de este perro mundo el que pone el dinero es el que pone las condiciones y el que lo recibe da las gracias, si es educado.
A ver si me aclaro: si el dinero es público la titularidad debe ser pública y, en este caso, compartida en la subsodicha sociedad. O sea, que al club se le cede, o algo así, el uso del campo y tendrá que hacer sus aportaciones a los gastos, como todo hijo de vecino. El equipo de basket ha jugado en la Casilla, en el Bizkaia Arena y jugará en Miribilla, pero ninguna de esas canchas son, ni serán, suyas. Son municipales o provinciales y si quiere una propia se la paga o se busca espónseres que le apoyen. Según esto, creo que los señores compromisarios se han pensado que lo aportado por las administraciones son unas ayuditas para su campo, lo cual no concuerda con las cantidades aportadas por éstas, sin contar con el terreno, la esención de tasas y otros capítulos. Si quieren que sea totalmente suyo, que se queden donde están o que vayan devolviendo el dinero en las condiciones que se estipulen, como todos los que se tienen que pagar una hipoteca para tener un piso o un local propio.

1 comentario:

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo.Y no les propongas que el campo tenga una pista de atletismo alrededor para que, al menos, se garantice un uso complementario al que hará el Athletic. Que eso no es un campo de fútbol, que los que tienen pista bajan a segunda, que ... Hartito me tienen estos aprovechados.

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