jueves, 20 de noviembre de 2025

¡¡Por el amor de Dios, dejen de airear la mierda!!

 Estoy ya más que harto, y me temo que no soy el único en este país, de estar presenciando día tras día el intercambio de basura, o fango como lo llaman ahora, entre los partidos políticos. Esa técnica de querer ganar votos a costa de tirarse a la cara y en público los frutos podridos del almacén de enfrente, hace cada día más daño a todos los ciudadanos y a los propios partidos que protagonizan semejantes batallas ¿Cuándo van a dejar de airear la mierda? ¿Cuándo se van a dar cuenta de que en ese plan todos van a acabar manchados y van a resultar impresentables ante los que les han puesto en esos cargos con sus votos? Y ese no es solo el principal problema. Cuando se airea la mierda se crea una atmósfera irrespirable y lo único que se consigue es que los ciudadanos se tapen la nariz, se cabreen y acaben diciendo lo lógico: la política es una mierda, todos los políticos son unos aprovechados y suma y sigue. Luego vienen las abstenciones en las elecciones, el alejamiento, la desconfianza... Y acabo de oír en la radio unas estadísticas que vienen a ratificar lo que he advertido desde hace tiempo en algunas entradas de este blog y que ponen los pelos de punta a los que nos la jugamos para acabar con el régimen franquista. Ahora resulta que están aumentando, sobre todo entre los jóvenes, los que aprueban o quitan importancia a la dictadura de Franco. Lógico, si la democracia se reduce a echarse mierda unos a otros, mejor es que venga otro que barra con todos a golpe de dictadura o de medidas de ultraderecha.

Señor Feijoo y sus acólitos, señor Sánchez y los suyos, la mierda ni se tapa ni se airea ¡¡se gestiona!! Si se tapa acaba oliendo y se consigue que el ambiente sea irrespirable cuando se le quita la tapa, igual que cuando se airea. Lo que procede es reducirla ordenadamente en contenedores, seleccionarla y meterla en vertederos o estercoleros debidamente sellados y preparados para su posible reciclaje. O sea, dígase de cárceles, programas de rehabilitación o, simplemente aislamiento social o imposibilidad de volver a ejercer cargo público. Es inevitable, por más medidas que se anuncien o se tomen, que el que esté dispuesto a liarla lo consiga, porque incluso aquel colaborador en el que se ha puesto toda la confianza puede resultar un Judas y nadie se entera hasta que viene la UCO. Pero no vamos a tirar todo el cesto de la fruta por unas cuantas manzanas podridas: ni todos los políticos son corruptos, ni todos los religiosos o los entrenadores de menores son pedófilos, ni toda una familia es ladrona porque su padre haya robado, ni todos... y así sucesivamente. Lo dicho, por el amor de Dios o de lo que más les importe, dejen de airear la mierda, gestiónenla.

NOTA: En esta entrada no voy a poner ninguna foto para que todos se den por aludidos y para evitar que huela mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario