miércoles, 12 de noviembre de 2025

¿De qué estamos hablando?


 En estos momentos hay un ruido mediático que aturde e impide mirar, descubrir y fomentar lo que es importante en la vida, tanto la cotidiana de los ciudadanos, como el desarrollo social del país o del mundo. Es fácil responder a la pregunta que abre esta entrada, pero su trasfondo es un reproche por que esas respuestas no tienen nada que ver con lo que se necesita en estos momentos. Estamos hasta el hartazgo de que todo en este país se reduzca a airear trapos más o menos sucios de los bandos políticos, de personajes impresentables que copan horas o páginas de información, de pactos o rupturas, de despropósitos millonarios a cuenta del deporte, de famoseos... Recientemente Cáritas ha sacado a la luz un informe demoledor -aquí se puede leer- de la situación social de España. Consta de más de setecientas páginas y en él han participado un nube de profesores y de estudiosos de la problemática social, lo que le abala una credibilidad sin duda alguna. En él aparece negro sobre blanco la situación real de lo que estamos viviendo y de la que no se habla nada o muy de pasada. Más aún, también queda perfectamente señalado el camino por el que se está abocando a una brecha social -aquí se puede ver el resumen- de una profundidad alarmante, que va a traer consigo el abandono a las clases sociales deficitarias en recursos, al hundimiento de la clase media o, entre otras perlas, al desmantelamiento del futuro de la juventud actual. 


Se señalan en él los factores que están marcando esta cuesta abajo que da la impresión, no solo que es imparable, sino que, con lo que se está haciendo u omitiendo hoy en día, se va a acelerar más llegando a cotas irreversibles. Sin embargo no parece que entre en los planes de algunos partidos políticos esté atajar el problema de la vivienda, porque les interesa mantener el negocio inmobiliario en vez de dar servicio a la ciudadanía. Tampoco les preocupa que haya un excesivo número de trabajadores que están en situación de pobreza severa, ni que los factores provocadores del cambio climático los estén sufriendo más los sectores empobrecidos. En las clases altas se da un hiper consumo de energía, mientras un gran número de hogares españoles no pueden defenderse del aumento de temperaturas ni conseguir librarse del frío en invierno. El mayor  problema es que, si no se habla del tema ni se plantean soluciones, no es por hacer el avestruz, sino que van más allá negando sistemáticamente dichas evidencias, demostradas científicamente y padecidas por los más indefensos. A todo esto los negacionismos siguen ganando puntos y puestos de poder que nos van a llevar a un suicidio colectivo. A no ser que, como dice el Apocalipsis: "llegó la cólera y el tiempo... de arruinar a los que arruinaron la tierra". Pues ya se puede dar prisa el Señor, porque a este paso...

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