martes, 21 de marzo de 2017

La punta del iceberg

Está en todos los medios de comunicación y en todas las redes. La bronca, mejor, la batalla campal entre padres en un partido de infantiles en Mallorca constituyó la forma más vergonzante y patética de celebrar el día del padre. Lo que a mí me alarma no es el hecho en sí, sino que viene a ser la punta del iceberg. No hace falta ir a Mallorca para encontrarse con espectáculos similares, al menos donde yo vivo, aunque no lleguen a esos extremos o no salten alas redes sociales. Y es que algunos son tan huligans que se olvidan de que están delante de sus hijos, a los que se les anima, o mejor, se les exige que lleguen a ser los astros futbolísticos del mañana para honra y prez -y alivio económico incluido, claro- de la familia. Se me ocurre un simulacro de argumento al estilo de la filosofía escolástica para esclarecer el tema en clave de humor -pero menos- antes de soltar un rollo moralizante.

"Ad majorem"
Es raro en estos eventos no encontrarse con padres que insultan a los árbitros o intentan agredirles en los partidos; insultan o desvalorizan a los entrenadores porque no ponen a su hijo o hija o no tienen ni ...idea, a ellos se lo van a decir; la  montan parda con los familiares de los equipos contrarios; desprecian a otros jugadores de su mismo equipo sin cortarse un pelo porque les ponen en lugar de su hijo; les echan broncas o menosprecian a sus hijos si no han jugado como ellos les han dicho; les ponen unos entrenamientos como los de los equipos profesionales sin tener en cuenta el momento de desarrollo físico y psíquico de los menores; no perder de vista a algunas madres -pocas, gracias a Dios- que dejan pálidas a las famosas sardineras de Santurce... (se admiten más perlas por el estilo).

"Ad minorem"
Es así que, como es de sobra conocido y ejemplarizado a través de la historia humana, los hijos no se educan por las cosas que los padres, madres y demás familia puedan decirles o mandarles, sino por lo que les ven hacer o decir, sobre todo cuando no tienen la intención de educarles -añádase a esto lo que ven en películas, videojuegos, youtube, etc-

"Ergo"
Luego con padres y madres así tenemos la preparación "perfecta" de estos infantes para desarrollar una vida en democracia, tolerancia, paz y convivencia, al igual que la iniciación práctica al saber trabajar en equipo, tan imprescindible para el día de mañana según proclaman los entendidos.

"Corolario"
No estaría de más sugerir a las instituciones públicas, que subvencionan o favorecen estas actividades, que se lo piensen dos veces o que pongan serios controles antes de dar permisos o soltar un euro, porque, a pesar de lo sano que es el deporte, no dejan de ser "actividades de alto riesgo" para la formación y el desarrollo de los menores, y no solo porque se llegue a esos extremos tan lamentables.

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