He escuchado esta mañana en la SER unas entrevistas que han hecho a unos supervivientes del precariado y se me han revuelto las entrañas. Una cosa es hacer estadísticas o denunciar las situaciones y otra es tocar en carne y hueso, con nombre y apellidos, la institucionalización de la injusticia social y laboral que se da en la más absoluta impunidad. Mira hasta dónde ha llegado mi indignación que me he acordado, con perdón, del generalísimo. Esta panda de neoliberales han hecho retroceder la dignidad laboral hasta el siglo XIX, solo les falta poner capataces como en las minas. Franco no habría permitido las condiciones laborales que imperan hoy en España y éstos que han impuesto las nuevas condiciones laborales -los mismos que quieren arreglar su tumba y enterrar la memoria histórica- le están haciendo más que bueno.
Recuerdo los años de la transición, justo después de morir el caudillo, en que trabajé en la construcción, cuando montamos un par de huelgas generales para conseguir un convenio justo y anular el sindicato vertical. Es verdad que había destajos brutales y horas extra, pero se cobraba, las pagas extra no fallaban y los contratos tenía un mínimo de consistencia. Se consiguió en menos de dos años una mejora notable de las condiciones laborales y sociales de un sector que estaba desatendido... y ahora con estos pelos! Lo repugnante es, sin duda, que, además de aguantar la corrupción,la sobrexplotación y los salarios misera, tenemos que estar soportando la sarta de mentiras sobre el progreso y la creación de empleo: a esto lo llaman empleo.
Estamos viviendo en un estado de falsedad y de cinismo que no se explica uno cómo no salta por los aires. A decir verdad, una de las entrevistadas da una explicación que debe ser más que sólida: volver a vivir de los padres o de los abuelos. Esto no se puede aguantar más y, por si fuera poco, los buitres de la Unión se quieren zampar los pocos higadillos que nos quedan. Y estos son los que nos tienen agarrados ya se sabe por dónde y no sueltan presa. Hace falta dar un revolcón serio y, para eso, la martingala de acuerdo que nos están montando estos días, no sirve ni para ponerle una tirita a semejantes desgarros. Unos y otros nos han tomado por imbéciles a los ciudadanos y no se cortan un pelo en seguir insultando nuestra inteligencia con declaraciones que no llegan al nivel de discusiones de patio de colegio. Ya vale. A ver si se dejan de jugar a cacharritos, te ajunto y luego no y sinsorgadas por el estilo. Hay que preparar unas nuevas elecciones que castiguen más al PP y le hagan perder todas sus mayorías y luego "hablaremos del gobierno"... en mi modesta opinión.
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