Ha sido el notición de la semana: Emilio Botín ha muerto de un ataque fulgurante al corazón. Daba la impresión de que este hombre había hecho todo bien, hasta la forma de morirse. Incluso, como suele decir un amigo mío, tenía el apellido más apropiado para un banquero. Lo que me pareció sorprendente es que estaba aún caliente, como se suele decir, y ya era más importante para los informativos saber quién iba a heredar su puesto que la noticia de su muerte. Me acordé entonces de la célebre frase "el rey ha muerto ¡viva el rey!", en este caso la reina. No es que comparta con el difunto ninguna afinidad ni ideológica, ni social, pero de todo lo que se comenta de su personalidad me ha llamado la atención un par de aspectos. Dicen las malas lenguas que no era un persona despilfarradora, incluso podía parecer tacaño por lo poco que gastaba. Es interesante que el propietario de una de las mayores fortunas del país no encuentre su satisfacción en el dinero, más bien debía de hacerlo en el trabajo y en la expansión de su obra y así de bien les ha lucido a su banco y a sus mecenazgos. Unido a esto, define bien su personalidad el hecho de que su plato favorito eran las sardinas, y cuando ya no eran de temporada comía las de lata. Tela, un magnate de las finanzas a nivel mundial cenando un bocata de sardinas en lata, mientras nos venden en los medios como personajes importantes a un montón de mercachifles luciendo el palmito en restaurantes refinados.
Para rematar las noticias de la semana ha fallecido también el señor Alvarez, presidente de El Corte Inglés. Otro empresario de alto nivel como corresponde a esa empresa. Me encuentro con que también era una persona sumamente trabajadora, exigente con el detalle y la atención. El máximo dirigente de ese gigante de ventas se iba a pasear por los diversos centros para observar en persona cómo se trabajaba o se iba a comer a los restaurantes que suele haber en los mismos, sin que se le cayeran los anillos.
Lo que más me ha llamado la atención de su política empresarial, es el hecho de que el número de trabajadores de su empresa es similar ahora al que tenía antes de que comenzara la crisis. Recortes los han tenido todos, si no ha recortado en plantilla es que lo ha hecho en beneficios, lo que es de agradecer en estos momentos, sabiendo cómo se las gastan en este país la mayoría de las grandes empresas a la hora de librarse del personal. Otro hombre que ha ido creciendo desde abajo y que nunca ha metido ruido ni ha estado apareciendo en los medios, siendo otra de las grandes fortunas del país.
Hay una característica que define el perfil de estas dos personas: recibieron una empresa familiar y la han hecho crecer hasta conseguir, cada una a su nivel, que estuvieran en primera línea de la economía española y tuviesen una proyección internacional. Austeridad o sencillez y trabajo, debe ser una buena fórmula para conseguir tirar del carro de la recuperación, pero me temo que no quedarán muchos así en el ámbito de los dirigentes empresariales o en las altas esferas. Parece que la sucesión de ambos sigue ceñida al ámbito familiar, una hija y un sobrino. Según están dando a entender éstos en sus primeras declaraciones, quieren seguir la línea de trabajo y de política empresarial de sus antecesores. El tiempo lo dirá, porque los que somos padres tenemos claro que nunca sabremos por dónde nos van a salir los hijos.
A mí particularmente me hubiese gustado que toda la fuerza y el saber de estos hombres se hubiesen empleado en empresas dignas de mejor causa que la banca y el negocio privado. Sin embargo, aunque hayan sido unos millonarios y nos parezcan gente de otro mundo, nos han dejado una buena lección sobre algunos valores, como los comentados anteriormente. Entonces me caben unas cuantas preguntas que no se saben nunca responder ¿Por qué no existen -o al menos no se les conoce por escasos o raros- políticos de estas características? ¿Los hace amantes del dinero, servidores del ego, trepas irredentos, caraduras o cínicos profesionales el sistema de partidos o vacían el sentido de los partidos los que van aterrizando en ellos con la aviesa intención de buscar un sillón o sacudirse sus miserias personales y van echando a los pocos que aún quedan con criterios de servidores públicos? ¿Todos los que están dispuestos a trabajar por causas altruistas tienen claro que la buena voluntad no vale si no va acompañada de una buena preparación y si no cuentan con una organización bien engrasada? ¿Las entidades que tienen empresas o iniciativas sociales de promoción y desarrollo o de ayuda social cuentan con una planificación empresarial que garantice la eficacia de su labor? ¿Se ofrecen estos valores a las generaciones jóvenes como garantía de futuro para ellos y para el país o se les invita a soñar con resolverse el futuro saliendo en la tele, jugando al fútbol o buscándose la vida por enchufes y vivir sin dar un palo al agua?
Para rematar las noticias de la semana ha fallecido también el señor Alvarez, presidente de El Corte Inglés. Otro empresario de alto nivel como corresponde a esa empresa. Me encuentro con que también era una persona sumamente trabajadora, exigente con el detalle y la atención. El máximo dirigente de ese gigante de ventas se iba a pasear por los diversos centros para observar en persona cómo se trabajaba o se iba a comer a los restaurantes que suele haber en los mismos, sin que se le cayeran los anillos.
Lo que más me ha llamado la atención de su política empresarial, es el hecho de que el número de trabajadores de su empresa es similar ahora al que tenía antes de que comenzara la crisis. Recortes los han tenido todos, si no ha recortado en plantilla es que lo ha hecho en beneficios, lo que es de agradecer en estos momentos, sabiendo cómo se las gastan en este país la mayoría de las grandes empresas a la hora de librarse del personal. Otro hombre que ha ido creciendo desde abajo y que nunca ha metido ruido ni ha estado apareciendo en los medios, siendo otra de las grandes fortunas del país.
Hay una característica que define el perfil de estas dos personas: recibieron una empresa familiar y la han hecho crecer hasta conseguir, cada una a su nivel, que estuvieran en primera línea de la economía española y tuviesen una proyección internacional. Austeridad o sencillez y trabajo, debe ser una buena fórmula para conseguir tirar del carro de la recuperación, pero me temo que no quedarán muchos así en el ámbito de los dirigentes empresariales o en las altas esferas. Parece que la sucesión de ambos sigue ceñida al ámbito familiar, una hija y un sobrino. Según están dando a entender éstos en sus primeras declaraciones, quieren seguir la línea de trabajo y de política empresarial de sus antecesores. El tiempo lo dirá, porque los que somos padres tenemos claro que nunca sabremos por dónde nos van a salir los hijos.
A mí particularmente me hubiese gustado que toda la fuerza y el saber de estos hombres se hubiesen empleado en empresas dignas de mejor causa que la banca y el negocio privado. Sin embargo, aunque hayan sido unos millonarios y nos parezcan gente de otro mundo, nos han dejado una buena lección sobre algunos valores, como los comentados anteriormente. Entonces me caben unas cuantas preguntas que no se saben nunca responder ¿Por qué no existen -o al menos no se les conoce por escasos o raros- políticos de estas características? ¿Los hace amantes del dinero, servidores del ego, trepas irredentos, caraduras o cínicos profesionales el sistema de partidos o vacían el sentido de los partidos los que van aterrizando en ellos con la aviesa intención de buscar un sillón o sacudirse sus miserias personales y van echando a los pocos que aún quedan con criterios de servidores públicos? ¿Todos los que están dispuestos a trabajar por causas altruistas tienen claro que la buena voluntad no vale si no va acompañada de una buena preparación y si no cuentan con una organización bien engrasada? ¿Las entidades que tienen empresas o iniciativas sociales de promoción y desarrollo o de ayuda social cuentan con una planificación empresarial que garantice la eficacia de su labor? ¿Se ofrecen estos valores a las generaciones jóvenes como garantía de futuro para ellos y para el país o se les invita a soñar con resolverse el futuro saliendo en la tele, jugando al fútbol o buscándose la vida por enchufes y vivir sin dar un palo al agua?
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