Hoy han sacado a desfilar a una porrada de adeptos por las calles de Madrid. No me importa cuántos. Mi problema es cuántos de esos no son unos ignorantes que se dejan llevar por el que más grita o que les da la oportunidad de desahogar rabias o frustraciones, además de los militantes o estómagos agradecidos del PP. Todos ellos presididos por unos personajes de impecable trayectoria farsante y con una cara dura impresionante para soltar mentiras sin que se les mueva un pelo.
El señor Aznar -Josemari para los amigos- mintió con la guerra de Iraq, mintió con el tema de los atentados de los trenes de Madrid, mintió cuando dijo que España va bien, mientras que los que iban bien eran los especuladores y constructores, hasta que provocó la explosión del globo inmobiliario y otros se tuvieron que comer el pastel. Solo por decir las más gordas, sin contar la cantidad de mandos del PP que bajo se égida acabaron pringados.
La varonesa Ayuso que a base de mentir echó del partido a su compañero de filas Casado, que en esa ocasión demostró su corrupción -de la que ya nadie se acuerda- y la de su hermano, que en Madrid está desmantelando la sociedad de bienestar en nombre de la libertad, que está pringada con los delitos de su novio, pero que tiene detrás al principal especialista en bulos e informaciones falsas que le saca de los atolladeros -y convierte en culpables a cualquiera que se cruce sea político, juez o fiscal-, para mantenerla a salvo. En su mandato siguen los fondos buitres haciéndose con las viviendas y no se le ocurrirá controlar sus contratos abusivos o la dedicación de los mismos al turismo. Por señalar algo.
Y al frente de todos el señor Feijoó. El gran cacique gallego que, víctima de la incomprensión de los españoles porque estaba destinado a salvar a la nación y no se lo han permitido la falta de votos o el parlamento, les ha convocado para exigir que se vuelvan a convocar elecciones que pongan las cosas en su sitio, esto es, a él en el sillón presidencial. Henchido de soberbia ha soltado toda la mala baba de que puede ser capaz un ser humano tan despechado y tan lleno de rabia. Si da lecciones de mafia será porque ha mantenido una buena relación con ella en Galicia y sabe bien de qué va. Que Dios nos pille confesados, como decían los antiguos, si esta calaña vuelve al poder, capaces hasta de acusar de mafia a otros, si cuentan ya con jueces corruptos que les escriben los guiones para soltar los relatos y las babosadas más increíbles, orquestados con unas organizaciones ultras especialistas en inventar las acusaciones más graves sin una solo prueba, pero consiguen que mientras se hable de ello hagan su función propagandística.
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