domingo, 24 de enero de 2010

DIOS EN HAITI



Cada dia me altera mas esa mania tan extendida entre muchos, ya sean creyentes o no, de mezclar a Dios en asuntos que no le conciernen, haciendole responsable de todas las desgracias que ocurren y exigiendole cuentas, sobre todo cuando estas son muy llamativas o nos tocan de cerca. Las mal llamadas catastrofes naturales no son mas que fenomenos propios del planeta en el que nos ha tocado vivir. Ha habido desde siempre deshielos, glaciaciones, hundimientos de continentes ademas de huracanes, inundaciones, volcanes o seismos. Es nuestro espacio vital y tiene esos inconvenientes. A la humanidad se le ha dotado de capacidades suficientes para poder sobrevivir incluso en los medios mas adversos. A mi modo de entender, la catastrofe de Haiti no ha estado en el terremoto. Si ese mismo seismo se hubiese producido en Japon, no estariamos hablando de catastrofe y no seria necesario que acudiesemos en su ayuda el resto del mundo. La catastrofe ha sido la producida por la miseria a la que ha estado sometido ese pais tanto por los colonizadores como por los despotas y corruptos que lo han dominado luego.



Dios nos tenia preparado un plan para que todos los seres vivientes tuviesen una vida plena y digna, otra cosa es lo que el ser humano, haciendo uso de su libertad y de sus capacidades, haya hecho con este mundo y con sus semejantes a traves de la historia. El no puede meterse en nuestras decisiones, las respeta totalmente ya que nos ha hecho libres. Por eso el pecado y el mal producidos por los hombres no dejan de ser garantias de que Dios existe y nos respeta y, por ende, no podemos estar pidiendoles cuentas. La esclavitud que llevo a tantos africanos a alli, la explotacion y la depredacion de los recursos naturales, el reparto injusto de la riqueza, el despotismo y las masacres no entraban dentro de los planes de Dios para ese pueblo y para ningun otro. La responsabilidad de la catastrofe tiene otros nombres propios, tanto los de los mandatarios que han llevado este pais a la miseria como los de los paises que han colaborado, directa o indirectamente, en crear y mantener esa situacion tan deplorable.



La intervencion de Dios en Haiti no ha consistido en provocar o permitir un terremoto. Podemos percibir su presencia a traves de todo el movimiento de solidaridad que se ha volcado ante su desgracia. Dejando aparte a aquellos que personal o colectivamente han actuado por razones de prestigio o por intereses ocultos, hemos visto como el responder a esta situacion ha sacado lo mejor de cada persona y de muchos colectivos a traves de aportaciones o de colaboraciones. Estas respuestas son las que pueden llegar no solo a paliar la desgracia sino a colaborar en transformar el futuro de los haitianos, porque los poderosos e importantes, una vez mas, siguen haciendo prorrogas a sus aportaciones y saliendose por la tangente. Al mismo tiempo toda esta accion ejerce un efecto boomerang positivo ya que aporta savia nueva en el crecimiento de las personas, en el crecimiento de la sensibilidad social y en la consolidacion de las redes solidarias. La lucha por salvar y crear vida resulta la comprobacion mas autentica de la accion y de la presencia de Dios en el mundo y en la historia, ya sean sus agentes personas creyentes o no creyentes que para El todos somos hijos.

(Pido disculpas porque el ordenador no me permite poner acentos y aun no he descubierto como arreglarlo)

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