martes, 14 de enero de 2025

Lunes de senderismo 38

 


Lunes 13 de enero. Inauguramos las salidas del 2025.Nos tocó subir de nuevo a La Reineta, para llegar hasta Peñas Negras y después ir bajando hasta Muskiz por el pequeño puerto que acaba en el polígono de Borja. Nos saludó una mañana más fría que fresca. En Beurko Berri nos unimos a los que bajaban de cruces en el 41. Entre todos sumamos 30, un buen número. Como ya estamos más que avisados llegamos incluso un poco más tarde que otras veces, así que ni siquiera vimos arrancar  al funicular. Sin embargo, tuvimos una grata sorpresa para amenizar la tediosa, y fría, espera. Nuestro compañero Fernan, que apareció ataviado con un chaleco amarillo, nos regaló unas simpáticas flechas para colgar en nuestras mochilas. No pretenden ser un simple adorno, sin toda una seña de identidad. Su cara amarilla hace referencia al camino de Santiago y la cara blanca a nuestra condición de senderistas. El texto reza "Equipo 1". Según su autor nosotros formamos un equipo, mucho más que un grupo, por la cohesión y el buen rollo que hemos demostrado tener y porque navegamos juntos en la misma dirección, por eso le ha dado forma de flecha. Gracias Fernan.

En 45 minutos ya estábamos en el centro de interpretación, dando buena cuenta de las viandas de cada cual. Estamos castigados a no tenerlo nunca abierto, así que nos fuimos acomodando en la tapia. Una vez terminada la parada y fonda tardamos un poco en retomar la marcha por aquello de que conviene andar lo más aliviado posible. En el trayecto de bajada, que para algunas resultó un tanto largo, pudimos disfrutar de varias torrenteras que daban un toque visual y sonoro de llamar la atención. También pudimos comprobar que ese puerto había servido de trayecto para diversas competiciones ciclísticas por las grandes letras que cruzaban la calzada alentado a algunos corredores. En los últimos tramos nos encontramos con las típicas curvas cerradas y empinadas, nada recomendables para las rodillas. El pelotón se alargó más que otras veces, y eso que no íbamos cuesta arriba. En los momentos finales habría más de medio kilómetro de distancia entre la cabeza y la cola.



Cruzamos la carretera a Sopuerta y antes de continuar la marcha por la senda de El Pobal, algunos decidieron usar el tren, por aquello de los mareos y del mal cuerpo de los autobuses. Un buen grupo se quedó a comer, pero no en el restaurante habitual de Muskiz, que siempre da prioridad a las contratas de Petronor. Eligieron uno en Las Carreras, ya veremos si alcanza el nivel de Erandio, que tiene puesto el listón muy alto. A los demás nos tocó estar plantados otra media hora, porque aunque echamos a correr cuando el bus estaba en la parada y aún no había cerrado las puertas, el chófer pasó de nosotros y nos dejó en tierra, será que va en caracteres. De todos modos el frío no fue excesivo, tuvimos ratos de sol y nos alegró mucho sentirnos de nuevo juntos caminando. Magnífica mañana.