Llevo bastante tiempo no queriendo comentar nada sobre asuntos políticos por el hartazgo y la repugnancia que me producen, pero, ante el poco edificante espectáculo de las elecciones anticipadas en Castilla y León, no me he podido resistir. De alguna manera, lo que se decida en adelante también nos afectará, dado que nuestra segunda vivienda está situada en una pequeña localidad de dicha comunidad autónoma, aunque esté en una esquinita del norte, muy lejos de los grandes centros de decisión y perdida de la mano de Dios sin acceso a wify y con escasa cobertura. O sea, forma parte de aquello de la España vaciada, aunque nuestra presencia y la de otros veraneantes palíe un poquitín el abandono de aquellos lares.
El cuadro resumen final se dio en las intervenciones de los candidatos en la noche de las votaciones. El supuestamente ganador, al que no le arriendo la ganancia, tenía una cara de "qué hago yo ahora con todo esto" y no hacía más que repetir los tópicos que se suelen soltar cuando no se tiene nada que decir. El principal perdedor nos lloró ante el micrófono y, al menos, fue sincero: que venga otro u otra que yo no he podido. Un tanto edificante por su parte, teniendo en cuenta lo proclives que son la mayoría de los políticos a aferrarse al sillón, caiga quien caiga. Los de Vox ya se ven en el gobierno y no se cortan un pelo en poner sus condiciones. Parece ser que su programa para la mejora de los agricultores, ganaderos... consiste en suprimir las autonomías y eliminar las leyes de la izquierda: echar a los moros, ahorrarse la memoria histórica, volver a meter en el armario a los homosexuales y tipos de esa calaña, cargarse los programas de igualdad de género o de violencia contra las mujeres... O sea que resucitan a D. Pelayo, al Cid campeador, a los reyes católicos y al estado de los caciques que propició su excelencia. A saber los dimes y diretes, las diatribas, los insultos o calumnias que nos quedará por aguantar, mientras los presupuestos podrán quedarse en el aire y no se saque nada o muy poco productivo para el personal en el parlamento autonómico.
Lo mejor de la noche para mí fue la presencia de "comunes", de las candidaturas de a pie, del basta ya de tenernos en el olvido y de tratarnos como si fuéramos tontos. Estas candidaturas cívicas podrían utilizar el lema de los jubilados "soy soriano, pero no soy idiota". Han sido un puñetazo en la mesa al estilo de Teruel, que espero sirva para que algo se mueva en favor de los "vaciados". No les va a quedar otra que ser como aquellos comuneros que se enfrentaron al poder del emperador. En este caso también son David contra el Goliat de un partido que lleva treintaicinco años mangoneando y teniéndoles abandonados y, por si fuera poco, a partir de ahora apoyados por unos energúmenos políticos que no atienden a razones. Estos comuneros sí pueden contar con la fuerza de las razones y de las reclamaciones de la gente de a pie, aunque se tengan que conformar con el papel de Pepito Grillo para denunciar en público la desidia y la hipocresía de los mandatarios y airear así sus vergüenzas. Van a necesitar también dotarse de un escudo a prueba de chantages y ninguneos para defenderse de los intentos de ser fagocitados o de ser anulados. Salud, buen hacer y suerte para leoneses, abulenses y sorianos.