El lunes 5 de junio estrenamos el mes con la anteúltima salida del curso y con un día despejado. Aparecimos dieciocho en Bide Onera, más dos de Cruces que esperaban en el Casco Viejo, o sea, la mitad justa de los inscritos. Ese día tocaba el recorrido Zamudio - Larrabetxu por el GR que da vuelta a Uribe. Bajamos de la estación hasta el psiquiátrico y allí enfrente arranca la senda. Según algunos resultó ser de once kilómetros. El recorrido es de lo más variado: prados, bosque, viñedos de txakolin, un arroyo que nos permitió pasar, las instalaciones del Athletic, caseríos y casoplones, tramos de asfalto, de piedrilla, de barro -gracias a que estamos en sequía si no...-, de ramajes y hasta una ermita que sirve de sede para las juntas del municipio de Larrabetxu. Lo que no falta nunca es el buen humor del grupo.
Paramos un momento ante unos caseríos que constan entre los más antiguos de Euskadi. Nos recibió amablemente la dueña y nos estuvo explicando las historias de la zona y nos dejó asustados por el valor que tiene ante toda la faena de restauración que le queda, sin contar con las inevitables inundaciones que su vecino arroyo le provoca. A mitad de trayecto hicimos parada y fonda en la placita en memoria de Mikel Zárate, uno de los primeros escritores y versolaris del posfranquismo.
Algunos aprovechamos la entrada cubierta del restaurante, que estaba cerrado, para comer sentados en silla y con mesa. Luego nos juntamos todos allí para decidir sobre las propuestas para la comida de la despedida del curso. Se eligió la cervecera de Kobetas por votación casi unánime, pues solo hubo uno que eligió Mendikosolo. También se aprovechó para apuntarse a comer, como todos los días: esta vez fueron siete.
Después de la foto de grupo, como el tiempo apretaba, los que querían llegar a coger el bus, que sale cada hora, se adelantaron a buen paso, de tal manera que creían que llegaban con un cuarto de hora de adelanto, pero resulta que las salidas eran a las y media, luego el cuarto de hora fue de retraso. Se intentó arreglar el tema cogiendo otro bus a en punto que nos dejaba en Lezama y allí cogeríamos el tren de la línea tres. Pero no teníamos el día de cara, porque el susodicho llegó a y veinte.
Así que no merecía la pena y esperamos al de y media. Total que a las dos en punto estábamos en Deusto a la salida de los túneles de Artxanda. Los de la comida tuvieron la oportunidad de ver la casa de Toti de Lecea y de poder saludarla. De nuevo un montón de fotos preciosas de nuestras fotógrafas -y de algún que otro fotógrafo- que nos han adornado la página del Whast app. No nos consta que se hayan encomendado a sorteo alguno para conseguir su deseado crucero.
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